Atípico cine norteamericano de hoy rescata viejas virtudes y capacidad para entretener

Varios géneros > EQUILIBRIO PERFECTO

Por A. Sanjurjo Toucon

Viento salvaje (Wild River). EE.UU. 2017. Dir. y guión: Taylor Sheridan. Con: Jeremy Renner, Elizabeth Olsen, Julia Jones, Graham Green, Lesly  Asbille. 

Es la perfecta combinación de “thriller”, historia(s) sentimentales  y románticas, drama familiar y cuestiones sociales.

Escenario físico: imponentes zonas montañosas nevadas, en Wyoming. dramáticamente registrada por Ben Richardson, fotógrafo también en “1922”.

Escenario político: reserva indígena, con un solo policía blanco. Los aborígenes, de humilde condición, habitan en inadecuadas viviendas o en unos enormes trailers. (Habitats característicos de las “reservas”  de los EE.UU.).

Una especie de guardabosques blanco, separado o divorciado de  una mujer indígena con la que tuvo dos hijos (mujer y varón; la primera muerta), halla asesinada en la nieve a  una joven que le recuerda a su hija. La investigación emprendida le lleva a varios personajes del lugar, incorporando los dramas de estos, frecuentemente entrelazados entre si.

Con astucia, evitando dejar al descubierto los “clichés” utilizados, el realizador y guionista Taylor Sheridan (con prolífica carrera como actor televisivo, este es su segundo trabajo como director) mantiene una doble, triple o cuádruple línea de tensión y suspenso, en la estructura fragmentada de su film. Fragmentos que empero convergen hacia el desenlace final.

La pesquisa criminal obliga a solicitar la intervención del FBI. Materializada en una inocente e inexperta joven mujer rubia y de ojos claros. Los sangrientos tiroteos  (en el mejor estilo “spaghetti western”) no dejan espacio  para construirle romance visible, hasta que, como el 5 de caballería llegando a último momento para salvar una vida, el film en sus últimos minutos soluciona su soledad.

El realizador y guionista hace un film manual de guiones (y lo hace muy bien), cine de receta, con ingredientes conocidos que adquieren nuevo sabor.

Acción + Aventura + Espectaculares escenarios naturales + Suspenso + Dramas familiares + Amores truncos, posibles e imposibles + Drogas = Un film envolvente, disfrutable mientras se lo ve.


La ciudad donde envejezco (A cidade onde envelheço). Brasil / Portugal 2016. Dir.: Marilia Rocha. Con: Elizabete Francisca, Francisca Manuel, Paulo Nazareth.

Dos jóvenes mujeres   portuguesas, de cómoda clase media, comparten un apartamento en la ciudad brasileña de Belo Horizonte. Ambas dudan acerca de su destino que incluye el retorno a Lisboa.

La directora y coguionista Marilia Rocha (Brasil 1978), alterna su vida entre Brasil y Portugal, y en este, el primer film  que dirige, trabaja con actores no profesionales quienes incorporan diálogos y situaciones   por ellos creadas, ocasionalmente elementos autobiográficos.

La creciente adaptación a la convivencia, algo ríspida en sus inicios, culmina en una  profunda amistad y mutua comprensión donde son las imágenes las que se atreven a insinuar una relación lésbica no consumada ni confesada.

Rocha trabaja sin profundizar en los planteos del film y los personajes.  Elige la insistencia y no la construcción dramática.  A ello contribuye un estilo con reminiscencias “godardianas” (del Godard de los ’60), con abundancia de escenas caprichosas y un montaje con tintes de informalidad.

Francisca y Teresa, las protagonistas, están interpretadas  por Elizabete Francisca y Francisca Manuel (seguramente seudónimos). Si a esta similitud, añadimos que “Francisca” significa “mujer libre”, “Teresa” es “cazadora” en la etimología latina,  “Elizabete” según la etimología más antigua sería “cercana a la divinidad”, y finalmente “Manuel” es “El dios está entre nosotros”, las intenciones del film se clarifican y precisan.