«Jose» Damiani: “Siempre tuve presente el folclore, pero me animé a cantarlo recién el año pasado»

Imágenes: Lucía Conesa

Josefina Damiani consiguió unir sus dos pasiones y hacerlas su vocación. El campo y la música se fusionaron en la voz de una joven artista que se erige como la abanderada del agropop en Uruguay y que, de la mano de su primer disco, apuesta a recorrer el país y trascender fronteras sin perder su sombrero y sus recitados que despliegan sus alas mientras la mantienen bien arraigada a sus pagos.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

¿Cómo comenzó su relación con la música?

Desde chiquita estaba siempre cantando. Cuando cumplí ocho años aprendí a tocar guitarra y luego fui a clases de canto. Yo cantaba en iglesias y en casamientos, pero hace cuatro años, VDamiani que es la marca de mis hermanas cumplía cinco años y mi hermana Victoria me dijo que fuera a hacer un show en vivo. Ese fue mi primer espectáculo en este formato donde se veía a José Damiani con su sombrero cantando estilo folk. En ese momento canté más que nada en inglés, música country; era más adolescente y mi referente era Shania Twain, algo que tampoco era muy normal. Después de ese show me empezaron a llamar de todos lados, desde boliches a locales que inauguraban. Ese día comenzó todo.

¿Cómo se sintió en ese show?

En alguna canción me quedé en blanco. Igual me di cuenta de que tenía esa capacidad de actuación, de disimular; la gente ni notó que estaba nerviosa. Tuve un gran contacto con el público y me di cuenta de que podía.

Tenía como referente a Shania Twain que tiene un estilo muy particular, y optó por seguir en la línea del folclore. ¿Por qué optó por ese género?

En mi casa siempre hubo música y, aunque no era lo único que sonaba, siempre se escuchó folclore. Se oían los Olimareños, Mercedes Sos

a… Siempre se armaban -y se arman- guitarreadas en mi familia. También tuve mucho contacto con el Interior, con el campo.

Mi hermano fue una gran influencia en mí porque escuchaba Larbanois & Carrero, Santiago Chalar, Sinfónica de Tambores, Tabaré Etcheverry, todos artistas que a mí me encantaban. De hecho, la primera canción que aprendí fue una ranchera.

En el imaginario colectivo tanto el campo como el folclore están más vinculados a lo masculino. Como mujer, ¿le fue fácil hacerse lugar en ese mundo?

 

Hubo mujeres que revolucionaron ese mundo en Uruguay, como Amalia de la Vega. Sí los recitados me costaron porque en ellos se esperan voces bien masculinas, pero pude hacerlo y, por ejemplo, en mi disco incluyo uno. Como lo que hago también es pop, no tuve problemas, fue bien aceptado.

Me impresiona ir a peñas en Argentina donde ahí sí son todos hombres; hay muy pocas mujeres.

El pasado miércoles 25 de setiembre, Josefina Damiani presentó su disco con entradas agotadas en la sala Hugo Balso

¿Se siente abanderada del agropop?

No hice nada nuevo. Tomé elementos que ya existían: el pop y el folclore. Puedo estar cantando una balada, pero mi imagen siempre debe ser con el sombrero o con un entorno campestre. Por más que esté cantando pop, nunca voy a olvidar mis raíces, ni Uruguay, ni el folclore rioplatense. Siempre llevando la tradición del gauchaje, por lo menos en la imagen, pero más que nada en la música. No me siento abanderada, pero sí siento que me salgo un poco de los paradigmas.

¿Le gustaría internacionalizarse?

Sí, obvio, aunque, primero quisiera recorrer el país, estar en los escenarios de los festivales más importantes del Interior.

¿Cómo fue la decisión de dejar su carrera de magisterio para dedicarse de lleno a la música?

Fue duro. Por eso mi disco tiene de nombre ‘Viviendo hoy’. Me empezaron a surgir tantas oportunidades que dije: ¡Bueno, hoy me voy a dedicar a esto, mañana veré!

¿Cómo fue el proceso de armar todo un disco?

Primero lancé mi primera canción como single ‘No quieren Hablar’, después ‘Viviendo Hoy’ que la conocen también como ‘Noche en Buenos Aires’; ahí me di cuenta de que tenía esa capacidad de componer. Un amigo me llenó de valor y me propuse sacar un disco; no es solo lo espontáneo de la composición.

Allí me contacté con Max Capote para que me ayudara con la producción. En mi caso, compongo cuando estoy nerviosa, tensa o bajo presión, lo uso como escape. Estos últimos meses, que no paré, compuse como cinco canciones más, estuve muy inspirada. En definitiva, el disco era lo que buscaba, lo que quería, hay pop, country, folclore, es lo que me define.

Hizo colaboraciones con Eduardo Larbanois. ¿Cómo fue trabajar con uno de sus referentes?

Para mí el dúo siempre fue un referente. Eduardo (Larbanois), además de que es tremendo músico, es una gran persona y un libro abierto; tiene una trayectoria impresionante. Yo quería hacer un homenaje a Amalia de la Vega porque este año se cumplían 100 años de su nacimiento, entonces le dije a él para cantar porque recordé que la acompañó varias veces. Después, charlando, surgió la idea de homenajear a Violeta Parra con ‘Volver a los 17’; e hicimos esos dos homenajes. Él me apadrinó; se volvió una relación muy cálida.


Fuera del frasco

Josefina Damiani ubica su lugar en el mundo en Sierra de Carapé, donde se encuentra el campo de su familia. Su canción favorita es de su autoría, se llama ‘Frascos’, y asegura que refleja su personalidad y define el mensaje que busca transmitir como: “Romper ese frasco en el que vivimos y darnos con todos, sin prejuicios, conocer otras realidades diferentes a la propia y nutrirnos de eso”, detalla la cantautora. En la misma línea “Jose”, como la conocen sus allegados, asegura que su sueño es que su música sea escuchada por el mundo. “Me gustaría que mi música transmita algo, que la lleven a sus vidas, que mis letras les toquen el corazón”.