Cambio climático fue el centro del debate del Foro Económico Mundial 2020

Davos > Política comercial de Trump también fue eje de la conferencia

El cambio climático fue el eje principal de la edición número 50 del tradicional Foro Económico Mundial de Davos, que reúne anualmente a los principales líderes políticos y económicos del planeta, así como a destacadas figuras públicas. Por un lado, el presidente estadounidense Donald Trump obvió el tema e ironizó sobre los “eternos profetas de la tragedia”, mientras que del otro, la activista sueca Greta Thunberg criticó duramente la inacción de los gobiernos y empresas.

El popular y polémico Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) que se reúne anualmente en la ciudad suiza de Davos juntando a la “crema y nata” del mundo, tuvo este año su eje principal en el cambio climático y los problemas que este trae y que podría traer en un futuro próximo.

Sin embargo, el presidente estadounidense Donald Trump, quien se rehúsa a creer en el calentamiento global y sus efectos, evitó el asunto casi por completo. Es un silencio que dice mucho de la actual política estadounidense y que deja claro la intención de Washington de mirar hacia el costado en este problema.

El mandatario dijo que Estados Unidos se uniría a una iniciativa para plantar un billón de árboles, pero criticó a los activistas ambientales a quienes llamó “los eternos profetas de la tragedia”. Además, pasó unos minutos del discurso elogiando la importancia económica de los sectores de petróleo y gas, según consignó la agencia de noticias Reuters.

Como era de esperarse, la ausencia de atención al problema ambiental, fue sumamente comentada durante el desarrollo del WEF. En particular, se destacaron los comentarios de la activista adolescente Greta Thunberg, la invitada estrella del foro, que lamentó las “palabras y promesas vacías” de los líderes mundiales.

“Dice que los niños no deberían preocuparse (…) que no seamos tan pesimistas y luego, nada, silencio”, lamentó Thunberg, cuya segunda intervención sucedió a la del presidente estadounidense. “Plantar árboles está bien pero ni de lejos se acerca a lo que es necesario hacer”.

De todas formas, las críticas de la joven activista sueca no se concentraron en Trump, sino que fueron más amplias y abarcaron a todos los lideres económicos y políticos mundiales a quienes acusó de haberse “rendido” en la lucha contra el calentamiento global. “Me pregunto qué diréis a vuestros hijos ante este caos. Esto es sólo el principio, la batalla por el cambio climático y contra el calentamiento global requerirá más que ser conscientes de lo que está pasando “, señaló la activista según consignó la agencia de noticias EFE. En ese sentido, instó a las autoridades globales a terminar de forma inmediata con las inversiones para la extracción de combustibles fósiles y con los subsidios que favorecen su consumo.

Para Thunberg no se deben sólo reducir las emisiones de carbono, sino directamente eliminarlas por completo, si es que se pretende alcanzar el objetivo del Acuerdo de París para que la temperatura del planeta no se incremente en más de 1,5 grados.

Se acabó el tiempo

Pero las polémicas de Trump no terminaron en el cruce con la joven activista sueca. El mandatario también hizo mención a su cuestionada política comercial, asegurando que los recientes acuerdos alcanzados con China y México representan un modelo para el siglo XXI.

Como no podía ser de otra forma, Trump destacó los logros de su gobierno a pesar de su enfoque poco ortodoxo en cuestiones de política y de rescatar algunos temas que ya sacó en su primera intervención en el foro hace dos años. “Se ha acabado el tiempo del escepticismo”, dijo Trump, dando las gracias a los líderes empresariales por traer sus inversiones y fábricas de vuelta a Estados Unidos.

Dos días después de su discurso en Davos, el presidente estadounidense volvió a amenazar con aranceles, en este caso, a la Unión Europea.

Trump dijo en una entrevista con la cadena de televisión CNBS que impondrá “aranceles muy altos» a las importaciones de automóviles europeos si el bloque del viejo continente no acepta un acuerdo comercial. Afirmó que ya se comenzó a negociar con la UE, al reunirse el pasado martes 21 con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Ha sido muy difícil negociar con Europa. La UE se ha aprovechado de nuestro país durante muchos años y les he dicho que no podemos aceptarlo más», sostuvo Trump.

Explicó que prefirió “esperar” a terminar de negociar la denominada Fase 1 del acuerdo comercial con China antes de pasar a negociar con la UE.

«Le dije: ‘Mira, si no hacemos algo, voy a tener que actuar’ y lo que voy a hacer será poner aranceles muy altos a sus coches y a otras cosas que vengan a nuestro país», explicó Trump sobre la conversación que mantuvo con Von der Leyen. «Van a aceptar un acuerdo porque tienen que hacerlo. Tienen que hacerlo. No tienen otra opción», remarcó.

El miércoles, en una mesa redonda del WEF, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, advirtió que Washington impondrá aranceles a Europa si el bloque comunitario aprueba un impuesto digital, conocido como la “tasa Google”.

«Hemos sido muy claros en que pensamos que el impuesto digital es discriminatorio en naturaleza», dijo el funcionario, recordando que existe un proceso en el seno de la OCDE en el que se está estudiando cómo reformar el sistema fiscal internacional para tener en cuenta los cambios que la digitalización ha introducido en la economía.

«Si la gente quiere poner impuestos de forma arbitraria a nuestras empresas digitales, nosotros consideraremos poner impuestos de forma arbitraria en empresas automovilísticas».

Esta misma semana, Trump acordó con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, retrasar la implementación del impuesto digital, evitando así una nueva escalada arancelaria entre Washington y París.


¿Qué es el Foro de Davos?

“Mejorar el estado del mundo”. Con ese ambicioso objetivo fue que en 1971 se organizó el primer Foro Económico Mundial en el pueblo alpino de Davos, Suiza.

La célebre, pero también controvertida, conferencia pone en la misma sala a los líderes de los negocios y a los jugadores clave de la política, la filantropía y la academia internacional, según reseña un artículo del portal BBC Mundo.

Muchos también aprovechan la instancia para el lobby, celebrando reuniones privadas sobre temas como la inversión en sus países y otras oportunidades para hacer negocios.

El Foro de Davos generalmente atrae a unas 3.000 personas, aproximadamente un tercio de ellas del sector de los negocios. Para ir, debes ser invitado -en cuyo caso el evento es gratuito- o ser miembro del Foro, que puede costar unos US$ 625.000.

Al evento asisten líderes mundiales, figuras clave de Naciones Unidas y la UE y los jefes de grandes empresas como Coca-Cola, Goldman Sachs e IBM.

Entre los invitados habituales se encuentran el multimillonario George Soros, el ex primer ministro británico Tony Blair, el jefe de Facebook, Mark Zuckerberg y el cantante de U2, Bono.

Pero el evento no solo atrae a invitados poderosos. Las protestas en Davos y en las principales ciudades suizas son frecuentes.

Las activistas ucranianas Femen han protestado contra el dominio masculino de la economía mundial, mientras que en 2012, el movimiento Occupy Wall Street, que hizo campaña contra la desigualdad, construyó iglús para albergar a 50 manifestantes.

Los críticos sugieren que es un símbolo de la «élite global», a muchos de los cuales se los acusa de ser los responsables  de la crisis financiera internacional de 2008.

El año pasado, el editor general de la revista Time, Anand Giridharadas, describió Davos como «una reunión familiar para las personas que rompieron el mundo moderno».