Economía se acelerará en base a inversión, pero “necesita consolidar las cuentas fiscales”

Infraestructura de transporte > “hay espacio de mejora de la competitividad”

Foto: www.bbva.com.py

Con un fuerte apoyo en la inversión, Uruguay registraría un crecimiento de 1,9% en 2017 y de 3% en 2018, según las últimas estimaciones del banco BBVA. No obstante, la entidad advierte que “la inflación se mantendrá fuera del rango objetivo” y que el país “necesita consolidar sus cuentas fiscales”.

La última actualización del reporte Situación Uruguay, elaborado por el equipo de investigadores del Banco BBVA, destaca que a nivel global se está consolidando una “dinámica positiva”. Elaborado previo a la alta volatilidad registrada en las últimas horas en los mercados financieros internacionales (ver nota página 17) el informe destaca que hay una recuperación de la actividad industrial y del comercio internacional, en un contexto donde los mercados financieros muestran una relativa tranquilidad.

La economía global continúa acelerándose desde principios de año, con una fuerte mejora de los indicadores de confianza, aunque estos aún no se han visto reflejados en la economía real. El documento, resalta que tanto China como las economías avanzadas muestran signos de fortaleza, aunque alerta que el resto de los países emergentes muestran un comportamiento “más irregular”.

Por su parte, estima que los bancos centrales se están acercando a “la normalización” de sus políticas monetarias: La Reserva Federal (Fed) continúa en el proceso de elevar sus tasas de interés, aunque aún es cauta sobre el panorama económico, mientras que en el Banco Central Europeo (BCE) se discuten cada vez más las directrices de salida en la política monetaria.

En lo que refiere a los precios de las materias primas, el BBVA espera que se dé “una suave convergencia” hacia “su equilibrio de largo plazo”. En particular, prevé que el precio de la soja se recupere hacia su nivel de 2015.

En lo que refiere a América Latina, interpreta que existe una “recuperación de los mercados financieros” debido a: una menor preocupación con los efectos de las políticas en Estados Unidos, una percepción de gradualidad en la suba de tasas por la Fed, mayor crecimiento mundial, aumento de precio de las materias primas y recuperación de actividad en algunos países.

Por su parte, la entidad espera que los países del Mercosur comiencen a crecer lo que tendría una incidencia favorable en la demanda externa de Uruguay. En el caso de Argentina, se daría una recuperación económica apoyada en el incremento de la inversión, mientras que para Brasil espera un leve crecimiento de 0,9% para este año y 1,8% para 2018, aunque advierte que “la no aprobación de la nueva regla fiscal podría poner en riesgo el crecimiento”. En ese sentido, cabe esperar qué es lo que acontecerá en las próximas horas en torno al gobierno de Michel Temer.

Economía uruguaya

Con este telón de fondo, la economía uruguaya lograría repuntar, alcanzando un crecimiento de 1,9% este año, a impulso fundamentalmente de la demanda interna, en particular del consumo privado que “continuará creciendo (+1,5%) de la mano del aumento de los salarios reales y la expansión del crédito”. También adelanta, que la nueva inversión de UPM en una tercera planta de pasta de celulosa en el país “será clave para impulsar el crecimiento en 2018, aunque es probable que se postergue su inicio unos meses”. “A partir de 2018 Uruguay podrá mostrar niveles de crecimiento en torno al 3% (crecimiento potencial) pero para ello es fundamental que se concrete no solo la inversión de UPM sino también toda la inversión (pública) en infraestructura que la empresa requiere para la construcción de la planta”, destacó la entidad en su reporte. Asimismo, señala que además del megaproyecto, “hay varios proyectos de menor envergadura pero que son relevantes para dinamizar la inversión, tanto pública como privada”.

En otro orden, se interpreta que Uruguay “necesita consolidar las cuentas fiscales”. “Mayores gastos corrientes (salud) elevaron el déficit primario de 2016 a 0,6% del PIB, con un déficit fiscal global de 3,9% del PIB, el mayor nivel en casi 3 décadas”, recuerda el informe, agregando que el gobierno mantiene sus objetivos fiscales y busca alcanzar un déficit de 2,5% al final del período. “Una primera parte del ajuste en impuestos se realizó durante el 2016 al modificar el computo del IRAE (empresas) y la segunda parte en este 2017 al aumentar la alícuota del IRPF (individuos). Además de ajustes en ingresos, la postergación de gastos y reducción de inversiones de las empresas públicas contribuirán al resultado”, señala.

Para el año en curso, el BBVA estima que habrá “una leve mejora del déficit primario hasta 0,2% del PIB y el global alcanzará 3,6% del PIB bajo el supuesto que el gobierno logre por lo menos mantener el Gasto Primario/PIB constante”. Por su parte, para 2018 “una mejora adicional impulsada por un mayor crecimiento económico y racionalización de los gastos permitirá prácticamente volver a equilibrar el balance primario y continuar con la trayectoria descendente del déficit global”.

Pequeñas mejoras

En lo que refiere al sector externo, se recuerda que en 2016 se registró una mejora de los términos de intercambio de 5,7%, por una caída de los precios de importación, donde incidió fuertemente el valor descendente del petróleo. “Sin embargo, para 2017 estamos esperando una ligera corrección de precios (principalmente aumento del precio del petróleo) que llevará a una caída del 2% en la relación de precios transables”, advierte.

Esta situación, sumada a la mayor necesidad de importaciones por la reactivación económica, generará una erosión del superávit comercial.

El informe del BBVA también destaca la desaceleración de las presiones inflacionarias, aunque sostiene que aún permanecerá por encima del rango objetivo. “Pese al sesgo contractivo de la política monetaria, las expectativas de inflación siguen por sobre el rango meta del BCU en 2017-18. Estimamos que luego de disipados los efectos base, la inflación alcanzará 8%”.

En lo que refiere a la evolución del tipo de cambio, interpreta que “pese a la pequeña mejora” registrada el año pasado, “el tipo de cambio real multilateral de Uruguay está aún un 20% apreciado respecto a la media histórica”. Como previsión, el BBVA calcula que en los próximos dos años, la competitividad mejorará, fundamentalmente con Argentina y en menor medida con Brasil. “Mientras el real y el peso argentino se depreciarían menos que la inflación, el peso uruguayo se devaluará a un ritmo mayor que el IPC”, sostiene.

Por último, el informe del Banco subraya que “hay espacio de mejora de la competitividad” a través de la “inversión en infraestructura de transporte”. “Uruguay concentra prácticamente toda la inversión de infraestructura en el sector de energía (renovables)”, detalla el informe, agregando que el país “ocupa el 6/19 lugar en capacidad para atraer inversiones privadas por su marco regulatorio y solidez institucional aunque hay espacio de mejora en capacidad de gestión”.