Escenario internacional se deterioró y riesgos a la baja aumentan, según BCU

Informe > Demanda externa crecerá a un ritmo menor al previsto

El contexto internacional y particularmente el regional, se mostraron menos favorables durante el primer trimestre del año, lo que implica un incremento de algunos riesgos para la economía local, según estimó el Banco Central del Uruguay (BCU) en su informe de Política Monetaria.  Si bien, sostiene que estos riesgos tienen una probabilidad de ocurrencia “relativamente baja”, de materializase podrían impactar en el equilibrio macroeconómico esperado.

En el documento se destaca que en los últimos meses la actividad global se deterioró, aunque las condiciones financieras se mostraron algo más favorables para las economías emergentes, luego de la elevada volatilidad observada en el último trimestre de 2018.

A nivel mundial el nivel de actividad muestra un “desempeño desigual entre las economías avanzadas”, con Estados Unidos desacelerando su dinamismo, la Zona Euro y China profundizando su desaceleración y Japón recuperándose tras la fuerte caída del último trimestre de 2018.

En el plano regional, luego de meses de cierta estabilidad financiera, en marzo la situación se volvió a mostrar volátil a raíz de las turbulencias en el mercado cambiario y una mayor inflación en Argentina.

En Brasil la economía “continúa recuperándose lentamente de la recesión de 2015-2016” y el Gobierno ha mantenido la confianza de los mercados. Sin embargo, advierte que aún hay dudas sobre la capacidad de aprobar en el Congreso una reforma de la seguridad social que permita reducir los desequilibrios fiscales del país.
Del otro lado, en Argentina la actividad volvió a caer en el cuarto trimestre, esta vez 1,2% desestacionalizado, como reflejo del impacto de la corrida cambiaria de finales de tercer trimestre. De esta forma, el PIB cayó 2,5% en el promedio anual durante 2018. A su vez, los indicadores adelantados “no estarían anunciando una mejoría sensible, debido a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en un marco de elevada inflación”.

En cuanto al precio de los commodities, se observó una tendencia al alza en los primeros meses de 2019, a influjo de los energéticos y metálicos, principalmente el petróleo. Los precios de los commodities que exporta Uruguay tuvieron diferentes  comportamientos: el precio de la carne creció impulsado por la menor oferta de Australia y Brasil, al tiempo que se espera una mayor demanda de China dado el brote de fiebre porcina que experimenta; la soja  se mantuvo estable, y la celulosa viene reduciéndose ligeramente, luego de un período prolongado de crecimiento.

Escenario y riesgos

En este contexto, el “escenario base” planteado por el BCU espera que la demanda externa relevante para Uruguay crezca a un ritmo levemente inferior al previsto en el trimestre anterior, lo que obedece a un menor crecimiento esperado en las economías avanzadas (Estados Unidos y la Zona Euro) y China en 2019.

Por su parte, aunque se espera cierta mejora en los términos de intercambio para 2019, sería menor a la estimada y en 2020 se mantendría estable.  La mejora de 2019 se explicaría por una caída de los precios de importación y una leve suba en los precios de exportación. Por otra parte, el escenario financiero internacional luce menos restrictivo para las economías emergentes, aunque el contexto global se mantiene incierto.

Algunos de los riesgos en la economía global se redujeron en el primer trimestre, como por ejemplo la posibilidad de una normalización menos gradual de la política monetaria de la Fed. Sin embargo, se han incrementado otros riesgos como la posibilidad de que los desequilibrios macroeconómicos provoquen nuevas salidas de capitales, presiones al alza sobre los tipos de cambio y los riesgos soberanos y caída de la actividad. En Argentina se suma la incertidumbre asociada al ciclo electoral.

Otro factor de riesgo es China ya sea por una reducción significativa del crecimiento o por un aumento de la volatilidad financiera originada en diversos ámbitos (correcciones bursátiles abruptas, sobreendeudamiento del sector privado y de los gobiernos regionales, problemas financieros de la “banca en las sombras”, depreciación del yuan o la escalada del conflicto comercial). Por otra parte, la Zona Euro mantiene el riesgo asociado a las negociaciones del Brexit y al rumbo que tome el gobierno de Italia, tercera economía del bloque, lo que podría aumentar el riesgo político del proyecto europeo.

El BCU interpreta que estos eventos tienen una probabilidad de ocurrencia “relativamente baja”, pero advierte que de materializase, podrían impactar en el equilibrio macroeconómico esperado.


“Uruguay continuaría creciendo en 2019, aunque a una tasa menor a su potencial”

La economía uruguaya ha sentido el golpe del peor escenario global y regional, y los indicadores adelantados de actividad del primer trimestre muestran señales mixtas: por un lado un conjunto de indicadores presentó un comportamiento expansivo, como la tasa de empleo, la generación de electricidad y algunos indicadores vinculados a los servicios y al sector agropecuario.  Del otro lado, la producción industrial, las ventas de automóviles cero kilómetro, la cantidad de turistas ingresados al país y la mayoría de los indicadores de comercio exterior de bienes evolucionaron a la baja. En ese sentido, no se esperan cambios significativos para la economía local.

El informe subraya que pese al deterioro “Uruguay continuaría creciendo en 2019, aunque a una tasa menor a su potencial”. “El desacople respecto a la región se explica en buena medida por el marco de política macroeconómica adoptado y las fortalezas construidas en el pasado: diversificación de la producción y las exportaciones, reducida vulnerabilidad fiscal y financiera, solidez del sector externo, flexibilidad cambiaria y estabilidad institucional”, destaca el informe.