La economía saldrá del estancamiento y crecerá 1,3% en 2017, según expertos del BBVA

En 2018 » EL CRECIMIENTO DE LA ECONOMÍA CONSIDERADO ES DE 2,6%

Desde BBVA Research consideran que el crecimiento de la economía está condicionado a que la inversión en la nueva planta de UPM se efectúe, lo que comenzará a empujar al alza la economía durante el 2018. El presidente de la Cámara de Industrias, que estaba en la presentación del informe, sostuvo que si bien hay números de la economía que mejoran, aún es necesario trabajar en la competitividad y atender los costos energéticos, la flexibilización laboral y la educación.

Con un crecimiento de 1,3%, Uruguay saldrá del estancamiento este año, luego de haber registrado el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,2% en 2016. Estos números fueron los presentados por el equipo de BBVA Research para Uruguay, ayer jueves. Los economistas investigadores consideran que el mejor desempeño de la economía nacional irá de la mano de un aumento del consumo, gracias a mejores salarios y a la expansión del crédito, así como de una desaceleración de la inflación.

Durante la presentación de los resultados del estudio, Juan Ruiz, economista jefe de BBVA Research para América del Sur, y Gloria Sorensen, economista de BBVA Research para Argentina y Uruguay, señalaron que el mayor dinamismo de la economía uruguaya se dará en medio de un mayor crecimiento global y de la salida de América del Sur de cuatro años de desaceleración. Aunque aseguraron que esto se dará en un contexto de gran incertidumbre, fundada, más que nada, en el paquete de medidas económicas que tome el gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos.

Un mejor panorama para Uruguay

El PIB habría crecido 1,2% en 2016, según la actualización de la cifra con los últimos datos agregados (los datos definitivos se conocerán el 23 de marzo). Esto es más de lo esperado, y se corresponde con una buena performance del sector eléctrico. A su vez, la confianza del consumidor mejoró sustancialmente en el segundo semestre del año pasado, gracias a la mejora del poder adquisitivo por apreciación del peso

Entretanto, para el 2017 el crecimiento será de 1,3% y de 2,6% para 2018 impulsado por una mayor demanda interna. A su vez, el consumo privado volverá a crecer en 2017 como consecuencia del aumento de los salarios reales y la expansión del crédito.

Más allá de las estimaciones, desde BBVA consideran que el crecimiento está condicionado a que la inversión en la nueva planta de UPM se efectúe, lo que comenzará a empujar al alza la economía durante el 2018.

Además, el aumento de las exportaciones, particularmente de servicios, modera el deterioro del balance externo que vendrá dado por el crecimiento de las importaciones de bienes de capital.

En cuanto al comportamiento de la inflación, se observa que se logró una desaceleración de más de un punto porcentual durante 2016, dado, principalmente por el impacto de la apreciación cambiaria sobre la inflación núcleo.

Desde BBVA Research estiman que este efecto fue parcialmente compensado por el aumento de precios administrados que dejaron de usarse como ancla inflacionaria. La inflación núcleo, por su parte, promedió 7,5% en términos anualizados para el cuarto trimestre del 2016 y siguió bajando levemente en lo que va de 2017.

Pese a que la política monetaria mantendrá su sesgo contractivo, las expectativas de inflación del equipo de investigadores del Banco Español seguirán por sobre el rango meta del Banco Central del Uruguay durante 2017 y 2018.

En relación al déficit fiscal, se observaron, durante 2016 mayores gastos corrientes, principalmente en la salud, dado el ingreso de nuevos contingentes al Fonasa. Esto elevó la diferencia entre ingresos y egresos de las arcas públicas y llevó a un déficit fiscal global de 4% del PIB, el mayor nivel en casi 3 décadas.

En 2017, según estimaciones de BBVA Research, el déficit primario se reducirá en 0,4% del PIB principalmente por el aumento de la recaudación debido a la modificación de la alícuota del IRPF, aunque limitará algo el crecimiento del consumo, dado que el ingreso al Estado proviene, en gran parte, de impuestos a los salarios.

En cuanto al gasto primario en relación al PIB se mantenga constante, el déficit global se reduciría a 3,7% del PIB, levemente mayor a las metas oficiales. Mientras tanto, para 2018 una mejora adicional impulsada por un mayor crecimiento económico y racionalidad en los gastos permitirá volver a equilibrar el balance primario y reducir el déficit global, estiman.

No tan de acuerdo

Una vez que terminó la presentación, el presidente de la Cámara de Industrias pidió la palabra y alegó acerca de la situación en la que se encuentra el sistema productivo. En primer lugar, se refirió a la “rigidez laboral” existente en Uruguay y siguió para asegurar que el tipo de cambio y la infraestructura condicionan los niveles de competitividad a nivel internacional.

Además, acusó al sector energético por el importante costo que estos representan en la producción nacional. Corallo citó el caso de la exportación de energía eléctrica y aseguró que, si bien se produce muchísima sin dañar el medio ambiente, aquella que no se utiliza en territorio nacional es vendida al exterior a precios irrisorios en comparación con lo que pagan las industrias. “Exportan electricidad a ocho dólares el megavatio, mientras que en la industria se llega a pagar 150 dólares”, sentenció.

Además, Corallo se refirió a los problemas en la educación, y las empresas que se retiraron del mercado por no encontrar mano de obra lo suficientemente preparada.

Los vecinos

En Brasil se estima que se registre un empeoramiento de las cuentas públicas, aunque la reforma fiscal reducirá el riesgo de insolvencia que existe. En el país norteño, el déficit primario alcanzó el 2,5% del PIB en 2016, por el impacto de la recesión sobre los ingresos y la falta de medidas para reducir los gastos a corto plazo.

Entretanto, la deuda pública bruta alcanzó el 69,5% del PIB por lo que la reforma fiscal aprobada en el cuarto trimestre del 2016 es muy positiva: limita el crecimiento del gasto al 0% en términos reales durante 20 años, lo que reduce los riesgos de insolvencia.

Para cumplir esta regla sin tener que recortar drásticamente los servicios básicos, el gobierno necesita aprobar una reforma de la seguridad social, que en la actualidad cuenta con un sistema de pensiones «muy generoso». Desde BBVA Research estiman probable que esta reforma se lleve a cabo, aunque implique riesgos políticos importantes.

El problema argentino, por su parte, continúa siendo el de la inflación elevada, que si bien cayó en el segundo semestre del 2016, no lo hizo lo suficiente para asegurar un promedio de 1% mensual que busca que converja el Banco Central de aquel país.

Los aumentos de tarifas, entre tanto, sumarán 4,4 puntos porcentuales a la inercia inflacionaria en 2017 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y esto podría generar un impacto en las negociaciones salariales del segundo trimestre del 2017.

Para la economía mundial, entre tanto, se prevé una recuperación del sector industrial y del comercio, con niveles de confianza al alza, que permitirán un crecimiento de 3,2% este año, desde 3,0% en 2016. América del Sur, por su parte, crecerá 1% en 2017, y de esta manera finalizará con varios años de recesión, gracias al mejor comportamiento del sector externo y al impulso de la inversión. Esto irá acompañado por la recuperación de los mercados financieros en la región, ayudados por los precios de las materias primas.