De esa forma, se podrán desarrollar nuevos procesos de inversión en capital humano y capital físico, que “permanecen en retroceso”, según la encuesta realizada por la Cámara de Comercio y Servicios. Ello se debe a “una ecuación de costos con fuerte carga de las tarifas públicas y una elevada presión fiscal que recae fuertemente sobre la actividad formal del sector privado”.
De acuerdo a los resultados de la Encuesta de Actividad del Sector Comercio y Servicios, realizada por la gremial, en el primer trimestre del año se observa “una situación dividida entre las empresas consultadas: mientras algunos rubros han tenido un crecimiento moderado en la ventas, otros permanecen en una senda negativa y no han logrado revertir la situación acumulada de deterioro comercial tanto en términos de niveles de venta como en relación a sus niveles de rentabilidad”.
El Sector Comercio, Reparaciones, Restaurantes y Hoteles registró al cierre de 2017 un crecimiento de 7,5%, impulsado fundamentalmente por la venta de bienes de consumo semi-duraderos y duraderos de origen importado, así como por el buen desempeño a nivel de los servicios (Restaurantes y Hoteles). En este crecimiento incidió fuertemente la estabilidad mostrada por el dólar a lo largo del año pasado.
De todas formas, el informe advierte que “el comienzo de este año se presenta bajo un entorno más desafiante y complejo, principalmente en aquellos rubros más representativos del consumo de los hogares”. En ese sentido, si bien algunos datos siguen mostrando signos de recuperación, la misma se habría dado en un tono “más moderado y parcial” y no de carácter general. Ello se debe a que “persisten diferencias notorias entre los distintos sectores relevados, incluso entre empresas de un mismo rubro de actividad”.
El índice de difusión de la encuesta (que mide la proporción de rubros que evolucionaron positivamente en el mes) se ubicó en los primeros meses del año en el 57%, lo que implica que “poco más de la mitad de los 28 rubros relevados registraron una crecimiento real de sus ventas en la comparación interanual”. En el promedio de 2017 el indicador se había situado en un 67%.
“De todas formas, las variables económicas relevantes, que inciden en el consumo final de los hogares y en las decisiones de inversión de las empresas, se han mostrado relativamente estables en el comienzo del año”, matiza el informe.
Elasticidad
El informe advierte que el mercado laboral “se encuentra estancado o en retroceso”, a raíz de la baja capacidad de generación de empleos, lo que la encuesta atribuye a los problemas de rentabilidad de las empresas.
“Persisten diferencias notorias entre los distintos sectores relevados, incluso entre empresas de un mismo rubro de actividad”
En ese sentido, se hace mención a las próximas negociaciones salariales, asegurando que existe “la necesidad de alcanzar un mayor grado de flexibilización en los acuerdos salariales, que facilite el ajuste ante las oscilaciones cíclicas de la economía y de los diferentes sectores de actividad en particular, preservando así la generación de empleo en un contexto que comienza a presentar indicios de mayor inestabilidad, tanto a nivel regional como global”.
La encuesta asegura que “el gran desafío que enfrentan las empresas es lograr recuperar niveles de rentabilidad que le permitan desarrollar nuevos procesos de inversión tanto en capital humano como capital físico”. Se interpreta que pese al crecimiento que han mostrado las ventas durante el año pasado, la inversión “aún permanece en retroceso, producto de una ecuación de costos con fuerte carga de las tarifas públicas y una elevada presión fiscal que recae fuertemente sobre la actividad formal del sector privado”.
