Reactivación de la economía no se refleja en la recuperación del nivel de empleo

Deloitte > Negociaciones deberían primar creación de empleo por sobre salario real

Foto: Presidencia

La mejora de la actividad económica a lo largo del año no ha tenido repercusiones sobre el nivel de empleo que sigue sin recuperarse, según destaca un informe de la consultora Deloitte, que detalla que “desde los máximos de 2014 se perdieron unos 32.000 empleos en la economía”. De todas formas, el desempleo registró un leve descenso en setiembre.

La Tasa de Desempleo registró en setiembre un leve descenso para ubicarse en el 7,6% de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que marca una baja de dos décimas de punto respecto al dato de agosto (7,8%) y de ocho décimas respecto a setiembre de 2016 (8,4%), según la información de la Encuesta Continua de Hogares que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE). Al analizar los motivos de la caída del desempleo en ambas comparaciones se observa que respecto al mes anterior, la baja se dio por un aumento del empleo que compensó una mayor cantidad de personas que se volcó al mercado en busca de un trabajo. Sin embargo, respecto a setiembre de 2016 la merma de la desocupación se debió a que el menor número de personas en el mercado laboral compensó la caída en el empleo.

A nivel regional, la baja del desempleo se explicó exclusivamente por el descenso registrado en el interior del país (donde pasó del 8,2% en agosto a 7,1% en setiembre) ya que en Montevideo registró un aumento de un punto porcentual (pasando de 7,3% a 8,3%).

Por su parte, al analizar el cierre del tercer trimestre del año, el desempleo para el total del país se estimó en 7,7%, marcando un descenso de cuatro décimas respecto al segundo trimestre de 2017 y medio punto porcentual por debajo del registro de julio-setiembre de 2016. No obstante, en ambos casos se trató de una caída de la Tasa de Actividad (que mide la proporción de personas en edad de trabajar que buscaron un empleo o tenían un empleo) que fue mayor al deterioro del empleo.

En lo que refiere a la Tasa de Actividad se ubicó en setiembre en 62,7%, lo que implica un aumento de 1,1 puntos porcentuales (p.p.) respecto al dato de agosto (61,6%). Sin embargo, es un dato 1,2 p.p. inferior que el registrado en setiembre de 2016 (63,9%). A nivel trimestral, la Tasa de Actividad cerró el tercer trimestre del año en 62,5%, mostrando un descenso de medio punto porcentual respecto al segundo trimestre del año (63%) y siete décimas por debajo de julio-setiembre de 2016 (63,2%).

Por su parte, la Tasa de Empleo para el total del país se ubicó en setiembre en 58%, mostrando así un aumento de 1,2 p.p. respecto a lo registrado en agosto (56,8%), pero una caída de 0,6 puntos porcentuales en relación a setiembre de 2016 (58,6%). A nivel trimestral, el Empleo se ubicó en julio-setiembre en 57,7%, prácticamente estable respecto al trimestre abril-junio (57,8%) y tres décimas por punto porcentual por debajo de julio-setiembre del año pasado.

Al analizar las condiciones de empleo de la población ocupada, se observó que uno de cada cuatro trabajadores no estaba registrado a la seguridad social (25% de la población ocupada), mientras que uno de cada diez, padece de subempleo (9,6%), es decir que trabajaron menos de cuarenta horas semanales y manifiesta su intención de hacerlo más. A su vez, un 6,6% de estos trabajadores padecieron de ambas limitaciones de forma simultánea.  El empleo sin restricciones se ubicó en 72% en setiembre.

Tramos de edad

El informe publicado por el INE contiene un análisis de los datos de empleo por tramos de edad, que permite observar con mayor detalle la realidad que afrontan los diversos grupos etarios. En particular, se observa que el desempleo en las personas de 14 a 24 años alcanza el 24,2%, porcentaje sustantivamente mayor que en el resto de los tramos considerados. Cabe destacar que este grupo suele ser el que cuenta con mayor nivel de desempleo puesto que se trata de la edad de ingreso al mercado laboral. Entre las personas con 25 a 39 años la desocupación se ubicó en 7%, entre los de 40 a 60 años en 3,7% y aquellos por encima de los 61 años un 2,9%. “Esta situación se da independientemente al sexo que se considere”, afirma el informe del INE.

A nivel trimestral el desempleo se ubicó en julio-setiembre en 24,2%, lo que marca un descenso de 1,5 p.p. respecto al trimestre anterior, y de 1 p.p. en relación a julio-setiembre de 2016.

En lo que refiere a la tasa de actividad, se observa que tanto de las personas más jóvenes (14 a 24 años) como de las de mayor edad (más de 60 años) son las que muestran menores registros. La tasa específica de actividad de las personas de 14 a 24 años de edad se ubicó en 41,9% en setiembre, estimación que crece para las personas de 25 a 39 y 40 a 60 años a 88,9% y 83,7% respectivamente, para descender a 21,8% entre las personas mayores a 60 años. En todos los tramos etarios considerados, la tasa específica de actividad masculina es superior a la femenina.

Por su parte, al igual que lo observado para la actividad, la tasa de empleo de las personas más jóvenes y de las de mayor edad son sensiblemente inferiores a las del resto de la población, así como que en todos los tramos etarios considerados, la tasa específica de empleo masculina es superior a la femenina. Para el presente trimestre la tasa específica de empleo de las personas de 14 a 24 años de edad se ubica para el Total del país en 31,8%, estimación que aumenta para las personas de 25 a 39 y 40 a 60 años a 82,7% y 80,7% respectivamente, para descender a 21,2% entre las personas mayores a 60 años.

A su vez, la amplia mayoría de las personas que trabajan lo hacen en relación de dependencia a la proporción de asalariados que alcanza al 72,3% del total de ocupados al cierre del tercer trimestre del año, mientras quienes desarrollan la actividad por su cuenta constituyen el 22,9% de los trabajadores.

No se refleja

En relación al mercado laboral, un informe elaborado por la consultora Deloitte destaca que pese a la reactivación que ha registrado la actividad económica, esa mejora no se ha reflejado en una recuperación en el nivel de empleo. “Luego de un período de dos años de relativo estancamiento que terminó a mitad de 2016, en los últimos trimestres la economía uruguaya viene creciendo a un ritmo interanual de 4%. Sin embargo, ese mayor dinamismo de la actividad económica no se está viendo reflejado en forma clara en una recuperación del mercado de trabajo”, sostiene el documento.

El informe interpreta que el leve descenso en el desempleo registrado en setiembre está en sintonía con “la volatilidad de las cifras mensuales” por lo que no puede concluirse que se esté ante “una tendencia firme de caída de la desocupación”. “De hecho, la serie Ciclo-Tendencia, que procura eliminar los componentes estacionales y la volatilidad sin mayor significación económica, muestra una baja en las últimas mediciones pero todavía no se aleja en forma significativa del 8%”, agrega.

Al mismo tiempo, advierte que el empleo continúa en una “tendencia descendente”, aunque con “una incipiente estabilización”.  “Cabe marcar que desde los máximos de 2014 se perdieron unos 32.000 empleos en la economía”, sostiene Deloitte.

En la misma línea, la consultora advierte que “si se consideran los trabajadores ‘desalentados’ y aquellos subempleados, se concluye que más de un 17% de la Población Económicamente Activa tiene problemas de insuficiencia de empleo”, lo que equivale a unas 315.000 personas.

Por último, el informe de Deloitte estima que en las próximas negociaciones salariales se “debería privilegiar la creación de empleos por sobre subas adicionales del salario real”. “Consideramos que generar mejores condiciones para la recuperación del mercado de trabajo debería ser de máxima prioridad para la política económica y por eso entendemos que las próximas pautas deberían privilegiar la conservación y creación de empleos por sobre subas adicionales de salario real”, señala la consultora, que recomienda establecer pautas con aumentos de salarios nominales menores a los que las pautas anteriores fijaron para 2018. “Una nueva moderación de los salarios nominales contribuiría a la creación de empleos y dejaría, a su vez, espacio para una mayor suba del tipo de cambio en los próximos años, necesaria para recomponer la competitividad de los sectores más expuestos a la competencia internacional”, concluye.