Sector tecnológico y financiero destacan su adaptación ante crisis del Covid-19

Rebote > Exportaciones mostraron fuerte contracción, pero esperan que impacto sea transitorio

Representantes del sector tecnológico, exportador y financiero brindaron su interpretación de los “impactos y oportunidades económicas” que trae consigo la crisis sanitaria y económica generada por el Covid-19. Se remarcó la capacidad de adaptación a la nueva realidad que tuvieron los sectores tecnológico y financiero, mientras que el sector exportador subrayó la importancia de haber seguido funcionando ya que “era muy importante que no se cortara la cadena exportadora”.

“Niebla de la Guerra” es un concepto bélico, que hace referencia a la confusión que se genera durante los enfrentamientos, donde prima la confusión, la incertidumbre y el miedo.

Ese término fue utilizado por Nicolás Jodal, CEO de Genexus y desarrollador de la aplicación CoronavirusUY, para quien estamos atravesando por un momento de estas características, ya que “la información  que se genera es muy imprecisa, es muy exagerada y suele verse peor”.

En ese sentido, evaluó que “lo importante para los generales es cómo ver a través de la niebla de la guerra”, lo cual muchas veces implica “no creer demasiado a las noticias que se generan” que en muchos casos hacen que “todo parezca mucho peor”.

Jodal fue uno de los tres disertantes del evento “Impactos y oportunidades económicas” organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), la primera de una serie de instancias de carácter virtual que reunirá a líderes empresariales de primer nivel para intercambiar sus perspectivas sobre el futuro de sus sectores de actividad. Además de Jodal, que representó al sector tecnológico, participaron Alberto Brause, vicepresidente de la Unión de Exportadores, y Martín Guerra, director de In Capital, que representó al sector financiero.

Jodal explicó que actualmente “todos parecen perdedores, y eso no es así. En todas las crisis hay ganadores”. A su entender, se deberá saber cuáles son estos ganadores, algo que –estimó- “no es fácil, pero es importante” al momento de tomar decisiones.

De acuerdo a su visión, el país se encamina a “la nueva normalidad” que obviamente va a ser “diferente” a lo que éramos antes. “No vamos a volver a donde estábamos”, señaló.

En cuanto a la industria del software, explicó que se han visto afectados igual que otros sectores, porque si bien se trata de un bien intangible, su producción está asociada a la de otras industrias que han reducido o paralizado su producción. No obstante, evaluó que una ventaja que tiene su sector es que está acostumbrado a este tipo de crisis. “Estamos acostumbrados a pandemias tecnológicas que nos cambian todo de un día para el otro”, explicó Jodal, agregando que las empresas tecnológicas “tienen experiencia en adaptarse a la realidad”. 

La larga noche

Por su parte, el vicepresidente de la Unión de Exportadores, Alberto Brause, subrayó que desde la gremial siempre fue prioritaria la preservación de la salud, pero sin que ello implique “dejar sin funcionar a la economía”. En esa línea, comentó que “Uruguay nunca dejó de exportar”, ya que era muy importante “que no se cortara la cadena exportadora”.

Independientemente de ello, reconoció que el sector se vio afectado por la crisis del Covid-19 desde el comienzo por la caída de las exportaciones a China, que se reflejaron en los datos de las colocaciones de febrero. En marzo se registró una caída leve, pero ahora en abril se observó una fuerte baja de las ventas al exterior (ver recuadro). “Es preocupante la baja de abril”, comentó Brause, detallando que los bienes más afectados fueron los destinados al consumo, como vestimenta, cueros y lana, pero también la carne que iba a Europa principalmente para el abastecimiento de restaurantes y hoteles. Del lado contrario, los alimentos no perecederos como soja, arroz, y productos lácteos fueron lo que han mantenido mejor sus exportaciones.

Por el lado de la exportación de servicios, advirtió que el turismo, que ya en 2019 había mostrado una caída de 15% y que representó el 45% de las exportaciones uruguayas de servicios, va a sentir un fuerte impacto en esta crisis, al ser uno de los sectores más golpeados.

No obstante, como nota optimista, subrayó que la caída actual de las exportaciones se debe exclusivamente a una menor demanda, por lo que es esperable una recuperación rápida luego de que se revierta lo peor de la crisis. “Obviamente es algo coyuntural”, agregó.

Ante esta realidad, el representante de los exportadores estimó que la clave es “mantener funcionando a las empresas” para lo que se trabaja junto al Gobierno buscando atender a los sectores más afectados, y que logren “atravesar el largo invierno”.

Además, se está en contacto para lograr una “flexibilización coyuntural de normativas” y que -por ejemplo- se logró que el Estado acepte transitoriamente documentación digital, para “ayudar a no frenar la cadena exportadora”. De todas formas, estimó que también se debe pensar en acciones que vayan más a largo plazo, para reducir los costos públicos y privados en el puerto, las tarifas, la burocracia, entre otras trabas que encuentra el sector. En ese sentido, evaluó que quizás la acción transitoria de aceptar documentación digital, se pueda mantener más allá de esta coyuntura.

También instó a apuntar la mira todos los mercados, como Medio Oriente, Asia, Oceanía, África, ya que es importante para diversificar destinos, y opinó que Uruguay puede aprovechar la buena imagen internacional que dejó Uruguay con la atención al crucero Greg Mortimer.

Sólido y líquido

Desde el sector financiero, Martin Guerra, director de In Capital, afirmó que si bien en los primeros días de marzo se esperaba “un problema grande”, el fuerte “shock down” de la economía fue “totalmente atípico”. Sin embargo, destacó que a diferencia de otras crisis, la industria financiera reaccionó muy rápido, lo que atribuyó probablemente a “la gimnasia de otras crisis”. En ese sentido, destacó la coordinación con el Banco Central (BCU) de  políticas “superlaxas” para atender a los clientes permitiendo un “reacomodo de pagos” que sirvió para “no solo para aliviar a las familias sino para mandar un mensaje de tranquilidad”. 

No obstante, reconoció que existen empresas que posiblemente no puedan atravesar esta crisis. “Así como las comorbilidades en las personas enfermas son un punto negativo difícil para gestionar su salud, lo mismo ocurre para las empresas (…). Esta crisis va a ser muy difícil de pasar”, explicó.

Evaluó que la crisis traerá consigo mayores castigos por incobrabilidad, aunque destacó que el conjunto del sistema financiero uruguayo “es muy líquido”. 

Guerra también destacó que los formatos digitales “han sido muy usados en toda esta crisis” y los más beneficiados fueron aquellas instituciones que ya lo tenían funcionando. “Las fintech (aplicaciones financieras) no tuvieron la explosión que tuvieron en otros países, pero si los formatos digitales de los bancos y las financieras”, señaló.


Qué bonita vecindad

Respecto a cómo puede afectar a nuestro país la situación de nuestros dos vecinos, Argentina y Brasil, Martín Guerra destacó que “hay una oportunidad muy grande” para Uruguay en la posibilidad de recibir argentinos al país. “Creo que perfectamente pueden venir a Uruguay 10 mil personas de ingresos medios y altos”, señaló el director de In Capital, aunque reconoció que ello implica mejorar los servicios que ofrece el país, incluyendo la oferta de servicios de salud.

En cuanto a Brasil, señaló que si bien a nivel sanitario “está mostrando cosas espantosas”, destacó a que a nivel económico el ministro de Hacienda Paulo Guedes tiene una línea “muy sensata”.

Por el contario, Nicolas Jodal se mostró “muy pesimista” respecto a la evolución de nuestros dos vecinos.

Desde el sector exportador, Brause, subrayó que se debe “mejorar la institucionalidad con ambos gobiernos” y remarcó que “cuanto mejor les vaya a ellos, mejor le irá a Uruguay. Expresó que la salida de Argentina de las negociaciones del Mercosur fueron “una expresión de alarma” para la Unión de Exportadores, pero subrayó que se debe negociar con otros mercados. 


Exportaciones cayeron 22,7% en abril

Las solicitudes de exportaciones de bienes sin incluir las ventas desde zonas francas registraron una fuerte caída en abril de 19,4% con respecto a igual mes de 2019, totalizando unos US$ 594 millones, según los datos del informe de comercio exterior de la Unión de Exportadores. Si se incluyen las colocaciones realizadas desde zonas francas (descontando los insumos nacionales y otros ajustes) las ventas alcanzaron unos US$ 668 millones, lo que implica una disminución de 22,7% en términos interanuales, de acuerdo a los datos publicados por el instituto Uruguay XXI.

Este desempeño se explica por la baja de las exportaciones de carne bovina –principalmente a China-, celulosa y lana. Por su parte, el arroz, la soja, y los productos farmacéuticos tuvieron un impacto positivo. 

En el acumulado del año, las exportaciones alcanzaron US$ 2.459 millones, 14,8% menos respecto a lo exportado en el primer cuatrimestre de 2019. Soja, arroz, concentrado de bebidas, ganado en pie y productos farmacéuticos fueron los productos de mayor incidencia positiva. Por su parte, celulosa, carne bovina y madera fueron los productos con mayor impacto negativo en la variación de las exportaciones del año.

Al analizar las exportaciones por destino, si bien las ventas a China se retrajeron cerca de 40%, este mercado se mantuvo como principal destino de exportación en el mes, con un total de US$ 111 millones y una participación de 28% en el total. Las menores exportaciones de carne bovina explican en gran medida las menores ventas a este destino, dado que en lo que va del año, dos de cada tres dólares exportados a ese destino correspondieron a la carne. 

Estados Unidos se ubicó como segundo destino, pese a experimentar una caída de 15% en términos interanuales, mientras que la Unión Europea se ubicó como tercer destino, pese a una fuerte retracción de 45% en relación a abril de 2019.