Sin salir de la Unión Europea, Gran Bretaña continúa creciendo y se prepara para abandonar el bloque

Después que el gobierno del ex primer ministro británico David Cameron, y diferentes servicios de análisis económico, el FMI y la OCDE anticiparan que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea acarrearía un desplome del PIB, los datos publicados ayer, demostraron que aún, la decisión tomada el 23 de junio por los británicos, no ha surtido mayor efecto sobre la economía.

De hecho, el Reino Unido creció un 0,6% en el último trimestre del año, manteniendo así el ritmo de los dos anteriores, y 2016 se cerró en la mayor isla de Europa con un crecimiento del 2%.

George Osborne, ministro de Economía del período de Cameron, llegó a amenazar con un “presupuesto de emergencia” el pasado otoño si ganaba la opción por irse de la Unión Europea, con inmediatas subas de impuestos. Nada de eso ha ocurrido.

El índice FTSE 100, que agrupa a los mayores valores de la Bolsa de Londres, estaba en 5900 puntos hace un año y en cifras similares también en los días previos al referéndum, pero ayer marcaba 7178 puntos. No se ha desplomado, todo lo contrario. A su vez, la tasa de desempleo es del 4,8%, la menor en once años, con 1,6 millones de desempleados y casi 32 millones de ocupados.

Pese a todos estos datos, es importante tomar en cuenta que al día de hoy, el Reino Unido sigue en la Unión Europea a todos los efectos y beneficiándose del acceso al mercado único, con el que la primera ministra Theresa May quiere romper para poder controlar la inmigración. Cuando los británicos completen la salida, prevista por el gobierno para el primer trimestre de 2019, se dejarán sentir los efectos reales del Brexit, entre ellos la posible deslocalización de cúpulas financieras de bancos globales hoy asentados en la City de Londres, primera industria del país con 450.000 empleos directos.

La capital en su conjunto supone el 22% del PIB británico. La semana pasada, HSBC y Swiss Bank anunciaron que cuando Gran Bretaña abandone la Unión Europea trasladarán cada uno de mil altos directivos fuera de Londres. Las entidades estadounidenses Citi y Morgan Stanley han lanzado también avisos similares.