Williman: «En los próximos años tendremos momentos de auge, estancamiento y de recesión»

EDICIÓN EMPRESAS & NEGOCIOS Nº 100

Claudio Williman, ingeniero agrónomo, MBA en Agronegocios, director de la Facultad de Ciencias Agrarias de UDE, e integrante del consejo editorial de Empresas & Negocios


Las exportaciones agropecuarias son un pilar fundamental para la economía nacional, por eso, desde el sector, se exigen políticas de Estado que trasciendan los gobiernos.

¿Cómo imagina al sector agropecuario en el mediano y largo plazo, y jugando qué rol en el país?

El sector agropecuario ha sido, es y será uno de los principales motores de la economía del Uruguay. La demanda internacional de alimentos está en continuo crecimiento, y eso va a dar lugar a que las exportaciones de nuestro país sigan siendo, en su mayoría, del sector agropecuario.

Además del impacto que tiene el aumento de la producción agropecuaria en las exportaciones y en el producto bruto nacional, hay que tener en cuenta el efecto multiplicador en otros sectores de la economía, como el de los servicios.

La historia nos muestra que existen los ciclos económicos, donde juega un papel importante el clima -que afecta los rendimientos-, y la oferta, lo cual, sumado a los cambios en la demanda, dan lugar a variaciones de precios que afectan al sector agropecuario y a las empresas que en este operan. Por eso, en los próximos años tendremos -como tuvimos en el pasado-, momentos de auge, de estancamiento y, por qué no, de recesión. Pero la realidad nos muestra que, a pesar de ello, la inversión en el sector agropecuario sigue creciendo. Nuevas tecnologías llegan para que tengamos, no solo agricultura de precisión, sino también ganadería, lechería o fruticultura de precisión.

¿Qué tareas fundamentales debería encarar el próximo gobierno en forma prioritaria pensando en el desarrollo del sector?

Si analizamos lo que ha pasado históricamente con el sector agropecuario, nos vamos a encontrar que cuando las reglas de mercado están claras, cuando la presión impositiva tiene niveles razonables y es dirigida a la renta y no al capital, y las condiciones de competitividad son adecuadas, el productor invierte, produce y se generan ingresos para el sector. Pero lo que es más importante: produce un derrame a otros sectores de la economía, generando riqueza a todos los niveles.

Por eso es muy importante que existan políticas de Estado, que trasciendan los gobiernos, que den un marco adecuado para el crecimiento del sector agropecuario.

¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis apuntando a un mayor desarrollo?

Sin duda, que como país debemos poner énfasis en varios aspectos, pero si tuviéramos que priorizar uno de ellos, sería la educación. El atraso educativo que hemos sufrido en los últimos 25 años es preocupante, más allá de los resultados de las pruebas Pisa. Es alarmante el bajo porcentaje de estudiantes que terminan el ciclo básico y, especialmente, del bachillerato, a pesar de algunas mejoras puntuales.

Según datos del Mirador Educativo del Instituto de Evaluación Educativa (Ineed) en el año 2015 menos de tres de cada 10 estudiantes (26%) egresaron de bachillerato en la edad oportuna, es decir, entre los 18 y los 19 años. El Anuario del Ministerio de Educación y Cultura del año 2016 muestra que casi tres de cada 10 alumnos de bachillerato (28.3%) no promovieron el año.

Esto, además de ser un problema en sí mismo, tiene un efecto en el bajo alumnado que accede a estudios universitarios, limitando aún más las posibilidades de desarrollo de nuestro país.

Comparando la cantidad de estudiantes universitarios cada 10.000 habitantes del Uruguay con otros países de la región, nos podemos dar cuenta del atraso que tenemos en ese sentido. Mientras que en Uruguay estamos en el entorno de los 440, en Chile han superado los 650 cada 10.000 habitantes. Es fundamental, aunque los resultados se vean en el largo plazo, que los próximos gobiernos pongan énfasis en la educación, especialmente a nivel de ciclo básico y bachillerato.