El tratado Mercosur-UE “en su parte comercial da más seguridad jurídica y previsibilidad, eso significa que llegará más inversión”

Karl-Otto König, embajador y Jefe de Delegación de la Unión Europea en Uruguay


El jefe de la Delegación de la Unión Europea (UE) en Uruguay fue contundente al afirmar que la ratificación no saldrá en menos de tres años. Recalcó las ventajas de un acuerdo como este, no solo para la UE sino además para los países del Mercosur. Fue optimista con la resolución por parte de Francia y explicó que, a partir de ahora, lo más importante es informar.

 Han pasado 20 años desde las primeras negociaciones entre el Mercosur y la UE para lograr un acuerdo como al que se llegó recientemente. ¿Qué cambió, o sucedió, para llegar a la consolidación del acuerdo?

Nosotros estuvimos negociando seriamente desde el año 2016. Tuvimos, entre tanto, 39 reuniones que significaron que existía voluntad por ambos lados de llegar a un compromiso. En mi lectura, lo que sucedió fue, por un lado, la posición más abierta de países como Brasil y Argentina y, por otro, el contexto internacional. La UE está tejiendo una red de tratados de este tipo; actualmente integramos 77 países si contamos al Mercosur. A veces se olvida este aspecto político, porque 77 países representa el 40% de las Naciones Unidas, entonces con este tipo de tratados tenemos una herramienta para ser influyentes en el desarrollo global, en la definición de estándares globales sociales y laborales.

Nosotros queremos trabajar en conjunto con el Mercosur. Ya tuvimos este tipo de acuerdos con 27 países de Latinoamérica y nos faltaba este sector del continente.

¿Qué representa para la UE este acuerdo? ¿Cuál es la dimensión que toma?

En tiempos de unilateralismo, donde observamos un multilateralismo bajo presión, creemos firmemente en un multilateralismo eficaz, de reglas claras, transparentes y democráticas y, a nivel regional, afirmamos nuestro compromiso con Latinoamérica. Hace cerca de tres meses aplicamos una estrategia para cooperar y hemos reafirmado nuestro compromiso en temas como prosperidad, resiliencia, democracia y la idea de una gobernanza global.

¿Cómo impacta la opinión francesa en este acuerdo?

La opinión pública en cada país tiene su relevancia, y un político tiene que dedicarse a las preocupaciones. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que es un acuerdo que se negoció con todos los países de la UE, y nosotros tenemos la responsabilidad de temas comerciales pero en a base a un mandato de los 28 integrantes. Hubo un gran acuerdo de avanzar con estas negociaciones, y ahora lo más importante, en mi opinión, es que el presidente Emmanuel Macron, confirmó su compromiso con el tratado, al igual que el ministro de Economía, Peter Altmaier.

Hemos ganado la primera etapa y ahora estamos pensando en la ratificación; es nuestra responsabilidad comunicarnos más. Lo que ayuda también por parte del Mercosur es que hay muy buenos ejemplos en la producción de alimentos, y eso puede calmar las preocupaciones francesas. Tenemos que dar más tiempo a la gente; creo que muchos aún no han leído el tratado ya que aún no se publicó.

¿Este acuerdo, en caso de ratificarse, podría servir a la UE para tomar más espacio del que ya tiene en nuestro territorio?

La UE ya es por lejos el primer inversionista en el Mercosur, y en Uruguay debido a la inversión recientemente anunciada por parte de UPM. En total calculamos que con este compromiso tenemos 14.000 millones de euros en stock como inversión en Uruguay. Es un tratado que en su parte comercial da más seguridad jurídica y previsibilidad, eso significa que llegará más inversión. Ya tenemos más de 400 empresas en Uruguay y se sumarán más. Es una muy buena perspectiva para nosotros, para ganar más en potencia económica pero también para el Mercosur. Toda la experiencia que tenemos con nuestros socios aplicando tratados de este tipo implica un crecimiento a favor de esos países en puestos de trabajo, en nuevos productos y en empresas.

¿Cuál es el proceso por el que debe pasar el tratado para, posiblemente, ser ratificado?

No tenemos un cronograma preestablecido, pero tenemos alguna experiencia. Ahora necesitamos cinco o seis meses para la revisión jurídica, ya que se trata de un tratado muy grande con muchas páginas. Luego falta la traducción en los idiomas de la UE, que son más de 20, lo que nos llevará un año. Y luego la ratificación en cada país, que llevará dos años más.