Mariana Benítez: «siempre es posible llegar a acuerdos si se tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro»

Base de datos

Mariana Benítez, Gerente de Recursos Humanos de Grupo Codere


Por: Jessica Vázquez | @jessvazquezl

Desde siempre se interesó por el comportamiento humano y los vínculos, gustos que la llevaron a orientarse hacia la psicología. Mientras cursaba la licenciatura, tuvo la oportunidad de trabajar en diferentes compañías, y fue entonces cuando se dio cuenta que era un campo donde quería desarrollarse, es decir, en las relaciones humanas del ámbito empresarial. Por eso afirma que la psicología y la dirección de personas están muy relacionadas.

Un recuerdo que rescata de su niñez es que siempre estaba mediando en situaciones conflictivas que se daban en su círculo de amigos; esto ya marcaba un indicio por el gusto de los vínculos humanos. Hoy Mariana es la gerente de Recursos Humanos de Grupo Codere Uruguay, lugar y cargo en el que puede desarrollar su vocación diariamente.

En busca de su independencia económica, contando únicamente con estudios secundarios y sin ninguna experiencia previa, a los 18 años obtuvo su primer empleo atendiendo un local donde se alquilaban videojuegos. “Recuerdo esa etapa con mucho cariño, y eso que incluso tenía que trabajar los fines de semana”, rememora a Empresas & Negocios.

A Codere ingresó en 2014 y desde entonces ha sido partícipe de muchos cambios a nivel de la firma, transformaciones que la llevaron a estar a cargo del área Personas. Para su ingreso, la contactaron de la empresa consultora que llevaba a cabo la selección, y al escuchar que se trataba de Grupo Codere, inmediatamente se vio interesada.

Define a la empresa como una gran compañía muy conocida a nivel local a través del Hipódromo Nacional de Maroñas y sus cinco salas de entretenimiento (Maroñas Entertainment), además del Hipódromo de Las Piedras y su casino hotel -Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa-.

Entiende que se trata de una empresa líder en la industria del entretenimiento, con una impronta dinámica que le exige una gestión proactiva, generando permanentes acciones que tiendan a la alineación de los valores de la compañía y objetivos del negocio.

Los desafíos a los que Mariana se enfrenta a diario en su trabajo tienen que ver con que la empresa tiene 1.200 colaboradores y tres sindicatos, al tiempo que se deben acompañar los avances tecnológicos, retención y desarrollo de talentos.

De sus experiencias laborales rescata “que siempre se puede seguir aprendiendo”. Y que más allá de las diferencias, siempre es posible llegar a acuerdos si se tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Que es fundamental alinear a las personas en pos de un objetivo común para alcanzar el éxito y que los equipos de trabajo son esenciales, más allá de las individualidades.

El tiempo libre de Mariana es escaso, pero intenta pasarlo con sus afectos. Vive con sus dos hijas de 7 y 10 años, “intentando equilibrar mi dedicación profesional y mi dedicación a ellas, que es un trabajo mucho más difícil”, asegura.  Entre sus libros favoritos está “El Líder Extraordinario”, de John Zenger y Joseph Folkman; y una película que recomienda es “El Discurso del Rey”.

De aquí a 10 años ve al mundo del trabajo cambiando, donde el rol del directivo de Recursos Humanos debe acompasar esos cambios. “Las estructuras jerárquicas rígidas tienden a desaparecer y en su lugar emergen las organizaciones líquidas, basadas en proyectos. Aparecerán nuevas profesiones y muchas funciones serán automatizadas apoyadas por el desarrollo tecnológico.  Otro gran desafío para el futuro es continuar trabajando en políticas de igualdad e inclusión”, asegura.