“Hay cosas que Uruguay las tiene muy bien pensadas, pero no tiene la plata para hacerlas”

Pedro Soust, director general forestal


“¿Quién no sería partidario de hacer cinco vías de tren de última generación? Pero, ¿quién lo hace?”, cuestionó el titular de la Dirección General Forestal (DGF) del Ministerio de Ganadería, al referirse a la instalación de las plantas de celulosa en Uruguay. En diálogo con CRÓNICAS, Pedro Soust destacó que UPM y Montes del Plata “lograron que se generara credibilidad” en nuestro país, y aseguró que es “normal” el largo proceso de negociación con UPM por la tercera planta, si lo que se quiere es “tener algo sustentable, sólido, válido, creíble; si no, son aventuras”. Por otro lado, se mostró satisfecho por la evolución del sector forestal en los últimos 30 años, que “es un ejemplo en muchas partes del mundo”.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Qué ha significado para nuestra economía la incorporación de plantas de celulosa?

-Fue un proceso de innovación. Aclaremos que plantas de celulosa ya había en el país; había plantas importantes que cubrían una producción que no solamente satisfacía a gran parte del consumo interno, sino que a su vez tenía productos exportables.

-¿Cuál es la diferencia con las dos grandes plantas que tenemos?

-Estas plantas que aparecieron, lo hicieron con una gran fuerza, con un capital enorme y con una tecnología totalmente distinta a la tradicional. Seguramente hayan sido más eficientes y mejores en algunos aspectos, capaz que en otros no, pero hay una cantidad de cosas que hacen pensar que esa tecnología tenía mayor eficiencia y que los programas o proyectos estaban acompasados con las plantaciones. Por otro lado, hay cosas que Uruguay las tiene muy bien pensadas, pero no tiene la plata para hacerlas.

-¿Qué cosas, por ejemplo?

-Por ejemplo, ¿quién no sería partidario de hacer cinco vías de tren de última generación? Pero, ¿quién lo hace? Entonces, para hacer una cosa de esas (instalar una planta de celulosa), que es deseable en el país, tenés que venir con el paquete completo. ¿El paquete en ese caso cuál fue? Dinero para hacer plantaciones, tener la materia prima y hacer la industria.

Las empresas que vinieron encontraron en aquel momento en el país una certeza política, una seriedad en sus gobernantes, en fin, una cantidad de cosas que determinaron que eligieran a Uruguay… su situación geográfica, social, política, económica.

Yo creo que estas empresas, algo importante que hicieron –no sé si hicieron punta, pero por lo menos estuvieron dentro de las primeras en hacerlo-, fue lograr que se generara credibilidad en Uruguay, y que cuando había otra fábrica, por ejemplo, de autopartes o de vehículos, ya tenía un ejemplo de que habían ido una o dos empresas enormes a instalarse en Uruguay, y que por algo fueron y no tuvieron problema. Eso se empieza a contagiar, se lee todos los días en internet, es decir, cómo están los mercados, cómo están las condiciones, y eso es lo que va formando la confianza y haciendo a un país creíble, natural.

-¿Es una muestra de que vamos por buen camino?

-Yo tengo mucha fe de que vamos por muy buen camino en ese sentido.

-¿Qué piensa de la posibilidad de instalar una tercera planta de celulosa en el país?

-Esto ya me lo han preguntado, es la primera vez después de un impasse que hice de un año y medio de hablar sobre el tema, porque el presidente de la República en una intervención dijo que él iba a informar al respecto. Desde la DGF se ven muchas cosas que a veces no se ven normalmente.

-¿A qué se refiere?

“La firma de la primera etapa con UPM no asegura absolutamente nada más que se puede seguir trabajando sobre el tema”

-O sea, la distribución de la forestación en Uruguay, los proyectos que entran y que se van ubicando en determinados lugares, a mí me prendieron la luz en aquel entonces de que en Uruguay, donde las expectativas de árboles de las dos plantas que había ya estaban prácticamente colmadas, para seguir produciendo más madera, evidentemente eso tendría que desembocar en otra industria.

-¿De celulosa?

-Por las variedades que se plantaban, por la forma en que se plantaba, seguramente eso derivaría en una posibilidad de que alguien instalara una nueva planta de celulosa. Eso se vio en aquel momento, yo en alguna instancia lo manifesté, las cosas fueron caminando por ese lado y hoy estamos con que se sigue negociando.

Por otra parte, no olvidemos que si hoy alguien sale al exterior a hablar sobre la historia económica del país, tiene que decir que las mayores inversiones se dieron en el sector forestal, y la mayor inversión de la historia que puede tener el país, puede ser que se dé también en este sector. Entonces, felizmente podemos decirlo nosotros, y me he sentido muy orgulloso de todos los que han trabajado para que esto sea así, que en el exterior se nos reconoce como prolijos, como eficientes, como un gran país para poder hacer negocios, invertir y estar viviendo en él.

-¿En este rubro en particular, o en general?

-En general, pero como yo voy a los congresos forestales, se refieren mucho al tema forestal, y ponen como ejemplo en muchos lados que Uruguay en 30 años ha tenido esta evolución.

-Volviendo a la posibilidad de concretar una tercera planta, ha sido un proceso muy largo, y que continúa…

-Es un proceso largo, pero quienes hemos participado –yo ya participé en la anterior de Montes del Plata y ahora estoy participando en esta- entendemos que es necesario eso, porque hay que considerar una enorme cantidad de factores.

soust2-¿Quiere decir que es normal la demora?

-Es absolutamente normal si queremos tener algo sustentable, sólido, válido, creíble; si no, son aventuras.

-¿Cómo evalúa el tratamiento del tema?

-Yo creo que se viene tratando de una forma muy seria, lo cual desembocó en la firma de la primera etapa, que no asegura absolutamente nada más que se puede seguir trabajando sobre el tema.

-¿Habría madera suficiente para abastecer la nueva planta?

-Sí. Pensemos que cuando decimos tercera planta tenemos que decir qué planta, porque no todas son iguales. Se habla de que esta planta va a ser más grande. ¿Cuánto más grande? ¿Qué eficiencia va a tener? ¿Qué necesidades tiene esta tecnología que va a venir? Hay que considerar todo ese tipo de variables.

Teniendo en cuenta lo que hoy hay y lo que se puede llegar a tener a futuro al ritmo que se viene plantando, sí hay posibilidades de que esa madera esté. Madera puede haber si se quiere, es decir, alguien tiene que plantarla, pero de todas maneras, los suelos están, las posibilidades están, y si se sigue plantando al mismo ritmo que se está haciendo ahora, dentro de 10 años, que es cuando se va a precisar ese pico que falta, va a estar.