En el aniversario del bloque, el experto en relaciones internacionales, Ignacio Bartesaghi, reflexionó sobre distintos pasos a seguir para reformar el bloque regional. Advirtió que esto no será posible este año, pero que, de no hacerlo, se corre el riesgo que termine “inoperativo”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El pasado martes 26, el Mercosur cumplió 28 años. En este tiempo, el bloque pasó de ser una zona de libre comercio, a un organismo más bien burocrático, politizado y con trabas para sus países miembros. Perdió la esencia tanto de su objetivo inicial, como de lo que una vez fue.
Por esto, el doctor en Relaciones Internacionales, Ignacio Bartesaghi, elaboró un informe donde propone una serie de 16 puntos requeridos para reformar al Mercosur, y, así, socorrer a Uruguay, quien hoy “no tiene beneficios” dentro del bloque, según el experto. Los ítems principales se enfocan en volver a lo que era en su inicio: descartar la conformación del mercado común y de unión aduanera, habilitar negociaciones bilaterales y avanzar en la eliminación de barreras no arancelarias son algunos de los 16 lineamientos.
En este sentido, en diálogo con CRÓNICAS, Bartesaghi explicó qué provecho sacaría Uruguay de una reforma, y qué rol debería jugar -y jugará- el tema en las próximas elecciones.
– ¿Todos los puntos beneficiarían a Uruguay si es que se reforman en la manera que usted lo plantea?
– Entiendo que sí, porque fundamentalmente lo que tiene que hacer Uruguay es intentar iniciar el proceso de reformular el Mercosur.
Uruguay tiene que seguir insistiendo en esos puntos, que son los de fondo. En este gobierno va a ser difícil, pero el próximo gobierno -sea del color que sea- debe hacerlo. ¿Por qué eso beneficia al país? Porque no tiene ningún beneficio hoy ni del mercado común, ni de la unión aduanera. Tiene beneficios de la zona de libre comercio, sí, porque es verdad que Uruguay exporta sin aranceles a Brasil, Paraguay y Argentina, pero son beneficios parciales, porque también tenés muchas barreras no arancelarias.
¿Cuál es el beneficio que Uruguay necesitaría también por su perfil? Abrirse al mundo, tener más acuerdos comerciales, cerrar un acuerdo con China. Claro que todo lo que propongo tiene que ver con agilizar la agenda interna del Mercosur. Tiene que ver con que el Mercosur sea menos burocrático, menos institucional y menos político.
Entonces, esos puntos que yo propongo, son aspectos favorables para Uruguay.
– ¿Todos tienen la misma jerarquía, o hay alguno más preponderante que otro?
– Yo creo que ahí lo primero es reformular el bloque y descartar ser un mercado común y una unión aduanera. Dar un paso atrás, quedarse en zona de libre comercio y punto.
Después, hay otra gran cantidad de propuestas que tienen que ver con mejorar la operativa del Mercosur, con desburocratizar el bloque, y con que sea menos político.
– ¿Qué tan viable es que se den estas reformas?
– Si esta posibilidad la delegamos en los miembros del Mercosur, puede no suceder nunca. Por eso Uruguay tiene que liderar este proceso y decir “yo así no puedo seguir, hay un cambio internacional muy fuerte al que tengo que reaccionar”.
No lo va a hacer este gobierno, naturalmente. Estoy pensando que lo haga el próximo, pero Uruguay tiene que empezar ahora, en la campaña política. Tiene que haber consensos en Uruguay de qué Mercosur queremos.
Sí, yo creo que es viable reformar el Mercosur y son viables estos puntos que propongo. No está dado el contexto en este año.
– ¿Qué rol cree que debería tener la reforma del bloque en la campaña y, a su vez, qué rol efectivamente tendrá?
– Va a tener un rol bajo y debería ser alto. ¿Por qué debería ser alto? Porque hay una vinculación directa entre Mercosur y desarrollo, y la hay entre Mercosur y política internacional, y entre Mercosur y que Uruguay incorpore normas modernas de comercio internacional. Y eso tiene efecto en el empleo, en las inversiones, en la competitividad.
– ¿Cómo proyecta el futuro del Mercosur?
– Yo creo que va a demorar un tiempo en modificarse, y va a seguir teniendo quiebres y crisis. Va a demorar, pero tarde o temprano esto va a pasar, porque si no en lo que termina es en el abandono. Después pasa que el Mercosur termine inoperativo porque si vos realmente, en este bloque, pasás a incumplir las normas de forma permanente, llega un momento que nadie va a querer utilizar el bloque como instrumento.
No es el caso, no estamos en ese nivel de gravedad todavía, pero si no lo reformamos a tiempo, podría llegar a ocurrir.
Tu cara me suena
– Uruguay no se integró al Prosur, el nuevo grupo regional que suplanta a la Unasur. ¿Qué refleja esto de la postura internacional del gobierno de Vázquez?
– Acá hay dos cosas… Primero, que el Prosur arranca como un foro político, surge de los países que se fueron de la Unasur, y fundamentalmente tiene como agregado interesante poder ejercer más presión contra el régimen de Maduro. Hasta ahí está bien.
Ahora, la postura de Uruguay de no formar parte del Prosur de forma automática no está bien. Lo que el país tiene que hacer es analizar si el Prosur sirve o no como organismo regional.
Yo valoré que se haya participado en la reunión del Prosur; ahora, ya decirle que no, es un poco adelantado. Hay que ver qué propone, y lo que hay que confirmar es que el Prosur no sea un organismo regional más, que después no sirve para nada.
El riesgo que corre Uruguay diciéndole no al Prosur es seguir quedando aislado, pero este gobierno ya lo está de la región; y va a seguir así. Hay que esperar a que venga el otro gobierno y ver cómo recupera la relación con la región. Lo que sí me preocupa es seguir aislado por decirle que no al Prosur sin saber qué implica todavía.
