Cabify pedirá que la Intendencia cobre menos a las empresas de transporte colaborativo

Regulación» El proyecto está en estudio por la Junta Departamental de Montevideo

El proyecto de decreto presentado por la Intendencia de Montevideo a la Junta Departamental establece que las compañías deben abonar $1.70 por kilómetro recorrido. Cabify señaló a CRÓNICAS que este monto es elevado y Daniel Martínez contestó: “Cabify, Uber, el Sindicato del Taxi; todos pueden ir a la Junta ahora”.

Por María Noel Durán | @MNoelDuran

La Intendencia capitalina, en la voz de Daniel Martínez, presentó ante la Junta de Montevideo un proyecto de decreto que en caso de aprobarse permitirá la habilitación de servicios de transporte de pasajeros tales como Uber, Cabify e Easy Go.

Para esto, los choferes deberán tramitar en la Intendencia un permiso para circular. Estas concesiones serán brindadas únicamente a personas físicas, por lo que las compañías no podrán hacer la gestión por los conductores aunque ellos podrán autorizarlas luego a efectuar  los pagos correspondientes a la Intendencia.

En su punto más polémico, el proyecto que ingresó a estudio de la Junta Departamental el pasado lunes 14 de noviembre, establece que la Intendencia de Montevideo debe cobrar un canon de $1.70 por kilómetro recorrido “desde el inicio del viaje hasta la finalización del mismo”. El director de operaciones de Cabify Uruguay, Manuel Gros, dijo a CRÓNICAS que este monto le pareció “un poco elevado”. Consultado acerca de esta posición del empresario, Daniel Martínez respondió, en diálogo con CRÓNICAS, que la resolución del tema está ahora en manos de la Junta Departamental: “La Junta es la que decide. Cabify, Uber, el Sindicato del Taxi, todos pueden ir a la Junta ahora; nosotros presentamos un marco regulatorio global”, puntualizó el jerarca.

Por su parte, la empresa Uber se abstuvo de realizar declaraciones y argumentó que están estudiando el proyecto que fue enviado a la Junta Departamental de Montevideo.

Al cierre de esta edición, la empresa Easy Go no respondió a las consultas efectuadas por CRÓNICAS.

La regulación

El proyecto al que tuvo acceso CRÓNICAS señala que el gobierno municipal tendrá la potestad de limitar la cantidad de vehículos que prestan el servicio de transporte de pasajeros de forma onerosa.

Asimismo, establece que “se llevará un registro de los vehículos prestadores del servicio, de los permisarios y de las plataformas electrónicas”.

Las tarifas no podrán ser subsidiadas excepto en promociones específicas, acotadas en el tiempo, y la Intendencia de Montevideo podrá fijar tarifas máximas.

A su vez, el conductor deberá presentar anualmente un certificado que acredite que se encuentra al día con las obligaciones tributarias y previsionales,  hecho que solucionaría uno de los temas más calientes de discusión en cuanto a la competencia desleal por el no pago de tributos, argumento utilizado por el Sindicato Único del Taxi para combatir el ingreso de estas nuevas tecnologías.

Otros de los aspectos contemplados en la normativa son el buen mantenimiento del vehículo, que posea póliza de seguro contra todo riesgo y que sea inspeccionado técnicamente al menos una vez al año.

A su vez, la Intendencia de Montevideo exige que “el servicio de transporte se preste de forma interrumpida, incluso festivos y feriados, durante las 24 horas del día sin discriminación por punto de destino ni de partida ni por la extensión del recorrido”. Finalmente, el documento reza que los conductores deberán tener licencia de conducir “expedida por la Intendencia de Montevideo en la categoría que ésta exija”, sin especificar si será necesaria la libreta profesional.

Todos patoteros

En la mañana de ayer, en el marco del Desayuno de Consulta organizado por la Cámara Española de Comercio (ver página 2), el Intendente Daniel Martínez se refirió a las nuevas empresas de transporte de pasajeros y señaló que al reunirse con colegas de gobiernos zonales de otros países, como Ecuador, coincidieron en definir a Uber y “estas empresas” como “patoteras, que se meten de pesadas”.

“Me pareció muy gracioso un dibujo de mí que circula por las redes sociales, en la que estoy como un cazafantasmas, he quedado como el anti-uber”, bromeó Martínez y aseguró: “Nunca dijimos que no a lo nuevo, pero sí a la competencia desleal como hace esta gente”.

El intendente criticó el ingreso abrupto y sin acatar a la normativa de Uber y los condenó por no respetar “las reglas del juego”.

Además se refirió a las manifestaciones y paros ejercidos por la Gremial única del Taxi en contra de esta y otras plataformas similares. “Critico las asonadas de la gremial del taxi, eso es responder al patoterismo como patoteros”, expresó, a la vez que añadió que el taxi debe preocuparse por mejorar su imagen. “Las encuestas marcan que la gente no está a favor de Uber, está en contra del taxi”, remarcó.


Ajenos al conflicto

El Director de Operaciones de Cabify Uruguay, Manuel Gros, repudió los hechos de violencia que se han dado en torno a las empresas de transporte de pasajeros en Montevideo. En cuanto a la regulación de las aplicaciones, Gros estimó que el canon de $1.70 por kilómetro recorrido sugerido por la Intendencia de Montevideo en su proyecto de ley es “un monto algo elevado” y señaló que propondrán a las autoridades ajustarlo a la baja para que todas las partes resulten beneficiadas. A continuación, un fragmento  del diálogo de Gros con CRÓNICAS: 

¿Cuáles son las principales diferencias que presenta Cabify frente a sus competidores en cuanto a transporte colaborativo, Easy Go y Uber?

Tenemos varias diferencias. Una es de perfil: Cabify trata de dar el mejor servicio posible, con vehículos y conductores excelentes. Es un desafío grande, pero es nuestro objetivo. La forma de cobro también nos diferencia. Cabify tiene siempre la misma tarifa, con independencia del día y la hora. Se calcula la mejor ruta posible entre el inicio y el destino y así se cobra, aunque el chofer elija otro camino. Eso da, a nuestro juicio, mayor transparencia, previsibilidad y garantías para los pasajeros. A su vez, tenemos un centro de atención al cliente y al conductor las 24 horas del día; es un punto muy fuerte de nuestro servicio.

¿Cuál es el público objetivo de la compañía?

Todo aquel pasajero que priorice la calidad de su transporte. Que quiera viajar cómodo, sentirse cuidado y considerado. Esto incluye a pasajeros individuales pero también a empresas, un sector con el cual Cabify trabaja muchísimo en todas las ciudades donde opera. Para las empresas, Cabify es una solución.

Previo a la llegada de Cabify en Montevideo ya se había desatado una guerra entre los taxistas y Uber, con la Intendencia como intermediaria, por la captación de pasajeros y la regulación del servicio. ¿Qué posición tiene Cabify al respecto?

Nos sentimos ajenos a ese conflicto dado que trabajamos como un nuevo actor en el mercado que se instala, crea su empresa y paga sus impuestos. Cabify se adapta a la legalidad de cada país en el cual trabaja. Sin perjuicio de ello, repudiamos todo tipo de manifestación violenta. No es así como se resuelven las diferencias. Seguramente con el tiempo las cosas se acomodarán y cada uno deberá adaptarse: unos a una nueva realidad de mercado con más competencia y oportunidades para el pasajero, y otros a unas reglas de juego actualizadas a esa realidad.

Esta es la segunda empresa exclusiva de transporte colaborativo que se suma a Easy Go, que trabaja además con taxis. ¿Hay suficiente demanda en Montevideo para satisfacer la oferta de estos servicios?

Estamos seguros de que sí. Cuando Cabify global resolvió instalarse en Montevideo esa fue una de las razones: hay una demanda de la gente, no solo por mayor cantidad sino también por mayor calidad.

Desde el Centro de remises se decidió no hacer uso de la aplicación. Esto obligó a Cabify a salir a contactar a los remises para recabar conductores. ¿Cómo ha sido esta tarea? ¿Están satisfechos con la cantidad de móviles que pueden ofrecer a los clientes al día de hoy?

Nunca estamos satisfechos, pero fue un buen comienzo. Por política de la empresa no podemos divulgar datos precisos, pero comenzamos con una buena flota y la estamos ampliando. El desafío es que, por suerte, la demanda está siendo también más alta que la prevista. En cuanto al centro de remises, respetamos sus opiniones, pero a esta altura ya está más que claro que no tiene la capacidad de imponer posiciones a los remiseros. Los remiseros actúan de acuerdo con las alternativas razonables de las que disponen, y Cabify es una alternativa positiva.

Muchos conductores utilizan varias de estas aplicaciones a la vez para disminuir los tiempos muertos. ¿Cabify apuesta a que los conductores trabajen únicamente para la compañía o aceptan “compartirlos” con las demás?

No existe exclusividad con Cabify, pero sí aspiramos a que los conductores que trabajan con nuestra aplicación se dediquen full time y reciban la mejor remuneración posible. Es nuestro objetivo y estamos trabajando para alcanzarlo.

En contraposición a la abrupta llegada de Uber, Cabify priorizó estar en el marco de la ley vigente. ¿Piensan incorporar vehículos particulares?

Por supuesto que sí y ya nos estamos preparando para ello. Lo que pasa es que, como bien dice usted, para nosotros es prioritario actuar en la legalidad y solo lo podíamos hacer con remises. Ahora, en caso de aprobarse el proyecto municipal, vamos a poder captar a conductores particulares y eso nos permitirá ser mucho mejores aún.

Días atrás la Intendencia presentó a la Junta Departamental el proyecto que regularía este tipo de aplicaciones. En el mismo se especifica que se deberá abonar a la Intendencia de Montevideo un canon de $1,70 por kilómetro recorrido. ¿Qué opina de este punto?

En el contexto de un proyecto que nos parece positivo, ese canon nos pareció un poco elevado y, lógicamente, incidirá en el precio final al pasajero. Es caro pero no deja de ser razonable. Veremos si se puede ajustar un poco a la baja de manera que tanto el Estado, el trabajador, el pasajero y la empresa encuentren su mejor punto posible de encuentro.