La Unión Europea tiene otras prioridades antes que cerrar un acuerdo con el Mercosur

México, Japón y el Brexit » HACIA ALLÍ ESTÁN LOS MAYORES ESFUERZOS DE NEGOCIACIÓN

Por el Río de la Plata, a la altura de la rambla de Punta Carretas se alcanza a divisar un barco de contenedores que seguramente lleve productos uruguayos a colocar en algún mercado del mundo. En el restaurante del hotel Cala di Volpe, charla sobre comercio y política exterior, Ignacio Bartesaghi, director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay, y desde hace casi dos meses, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de aquella casa de estudios. Se trata de uno de los analistas internacionales más destacados del medio, incluso consultado por medios internacionales como la CNN. Trabajó durante años en la Cámara de Industrias hasta que pasó a la vida académica. Es doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional de la Plata. Vivió y estudió en España y hoy se encuentra haciendo sus estudios de posdoctorado en la Universidad de Valencia, que le presta el balcón para observar de cerca la realidad europea y el proceso de independencia de Cataluña, que, según parece no está destinado a triunfar. Frente a él un plato de pasta, unos ravioles que acompaña con refresco, más tarde cerrará la charla de CRÓNICAS con un pastel de chocolate, mientras tanto presenta un análisis de lo que sucede en Uruguay, la región y el mundo.

Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez

-Estás haciendo tus estudios de posdoctorado en Valencia, ahí al lado de la convulsionada Cataluña y en este momento Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat, está compareciendo frente al Parlamento Catalán para declarar la independencia de aquella comunidad autónoma española ¿Cómo sigue este conflicto ahora?

-Una primera observación que hay que hacer es que esto es muy complejo y tiene que ver con la historia reciente. Si se piensa desde la salida del franquismo, las concesiones que se le fueron dando a las comunidades autónomas en España fueron parte de acuerdos políticos para poder gobernar y eso empezó a tener que ver con la identidad y   a sentirse diferente, y a tener más que ver con que los idiomas que se empezaba a hablar en las escuelas era el catalán, era el valenciano, el gallego. Y cada vez más presión por tener una identidad propia, pero ajena a la española porque no se sentían parte de la España posfranquista. Fue una concesión que los diferentes gobiernos españoles fueron desplegando para poder gobernar y con algunas comunidades autónomas se les fue un poco la mano.

Cataluña significa un 20% de la población de España, más o menos un número similar del PIB, el 25% de las exportaciones de España, 20 millones de turistas por año y una ciudad muy internacional como Barcelona, era muy difícil de concebir que eso iba a parar. Cuantas más concesiones se les daba y la Constitución Española es amplia en ese punto de vista, bueno, llega un momento en que te hacen el quiebre. Sinceramente siempre creí que lo del presidente catalán era un esfuerzo mayor por renegociar más autonomía en algunos temas determinados como la recaudación de impuestos, y también en la lucha por fondos europeos o infraestructura. Después empieza lo personal y el convencimiento de que pueden ser un Estado independiente. Allí es donde uno se pregunta si evaluaron bien la capacidad de Cataluña en transformarse de un martes a un miércoles en un Estado independiente ¿tienen capacidad institucional? ¿tienen reconocimiento internacional? Por la esencia de ser Estado es que otros te reconozcan como Estado ¿Cuál es el poder de controlar la frontera?

Hay que pensar que tampoco había análisis serio en términos de impacto. El impacto en la salida de inversiones, en las bolsas, no se pensó inicialmente cómo hacer desde el punto de vista operativo para empezar a funcionar como Estado.  ¿Cómo hago con el euro?

-¿Cómo hacen con Europa?

-Automáticamente quedan afuera. ¿Qué hacen con los 45 mil millones de dólares que le exportaron a Europa? Dicen que en promedio el arancel que pasaría a pagar es de entre un 10% y un 20%, hay que imaginarse el impacto que tiene esto en la competitividad que además son empresas que están instaladas allí para exportarle a España y al resto de Europa. Pero al resto del mundo están exportando, según el Instituto de Estadísticas de Cataluña, 25 mil millones de dólares. Estamos hablando de las exportaciones que tiene Chile en un año, Cataluña le exporta a Europa cuatro veces lo que Uruguay exporta en un año. Además hay que pensar lo que significa para Naciones Unidas, porque también salís de allí.

Si se repasan los discursos plantean que la idea es pedir, inmediatamente, el ingreso a Europa. Pero el ingreso a Europa no es automático, hay que cumplir condiciones que hoy Cataluña no cumple.

Por ejemplo

El endeudamiento. Estamos hablando de un endeudamiento del 125% del PIB, ¿cómo lo controlás? Cómo pensas en todos los planes de infraestructura nacional que están en marcha, cómo se pagan las pensiones. Eso lo está soportando España, porque es España la que puede recibir créditos de Europa, no Cataluña.

Además, la Unión Europea necesita unanimidad de todos los miembros para ingresar ¿España va a votar por el ingreso? Naciones Unidas necesita que el Consejo Permanente de Seguridad no vete el ingreso de un nuevo miembro, pero en esa mesa están Francia y el Reino Unido, y uno puede pensar que Reino Unido por el Brexit puede contemplar, pero Francia no lo va a hacer. Francia y Alemania son el corazón de Europa y los que más luchan por algo que preocupa mucho que es la nueva etapa de tensión hacia las instituciones. Todas las instituciones están en tela de juicio. Detrás de esto viene Merkel y sus declaraciones en pos de estar detrás de las instituciones, porque si no Europa está llena de casos independentistas.

¿Qué tendría que haber hecho el Gobierno Español?

Yo creo que era evidente que querer prohibir el acto eleccionario iba a terminar en violencia. Porque la violencia, cuando la otra parte está dispuesta a generarla, es muy difícil que no se dé. Si realmente la premisa era “no me voy de las urnas salvo que sea por la fuerza”, y viene la fuerza pública y te saca a las fuerzas, termina en violencia.

Hay quienes podrán decir que lo mejor es permitir que se dé el acto, considerarlo ilegal y considerar ilegal la definición por ser un acto violatorio de la Constitución. Ahí me parece que no hubieran votado más de los que votaron.

No hay ninguna causal para explicar por Derecho local, Derecho internacional y Derecho comunitario la independencia de Cataluña, es violatorio de todo punto de vista, y no podía terminar de otra forma que en una España que tiene que defender la unidad territorial.

-Hace unos días tuvimos la oferta de carne que ofreció la Unión Europea para el acuerdo con el Mercosur. A partir de esto da la sensación de que a los europeos no les interesa mucho negociar con esta parte del mundo ¿Cómo lo ves?

-Hay algo que hay que reconocer antes que nada es que no hay ninguna negociación que pueda durar tantos años. No puede haber iniciado en el 2001 y no haber cerrado el acuerdo aún. No es lógico pensar que un acuerdo pueda extenderse tanto en el tiempo, porque el mundo cambió 50 veces, las instituciones cambiaron, los gobiernos cambiaron, las problemáticas que existían ya no existen y hay problemáticas nuevas. Los precios de los commodities varían y el incentivo para negociar es distinto.

Creo que la oferta de 70 mil toneladas es insuficiente, primero porque no respeta la oferta de 2004 que fue cuando más cerca estuvo de cerrarse, que fueron 80 mil toneladas. Esto se calcula en relación al porcentaje de consumo total, entonces el Mercosur sueña con 300.000 toneladas y que lo óptimo superaría las 500 mil toneladas, pero en el medio aparecieron. Si bien lo de los 100.000 no satisfacía es verdad que la Unión Europea tenía otra situación, hay nuevos socios en ese período que son agrícolas y aportan más producción regional, lo que está claro es que la señal es negativa, porque no contempla el patrimonio histórico que era lo que ya habías obtenido, entonces estás yendo para atrás incluso del límite que puso el Mercosur y a su vez estás hablando de menos del 3% del consumo de carne de Europa. Es una estrategia muy poco ambiciosa de la UE que está inmersa en una negociación que, en su momento, muchos técnicos nos dijeron y yo lo advertí, que el Brexit no iba a tener implicancias y sí las tuvo. A su vez Europa busca cerrar la renegociación del acuerdo con Canadá y renegocia con México en el momento que se renegocia el TLCAN, y a la vez ya tiene sus acuerdos con el sudeste asiático y tuvo un fracaso estrepitoso con India. La oferta que hace en carne o en etanol demuestra que no está logrando convencer a Francia, a Hungría, Polonia y otros países que son contrarios al acuerdo y son discusiones que se están teniendo con el Parlamento Europeo hace mucho tiempo.

Hoy lo relevante para la UE es negociar con México y negociar un Brexit exitoso, y yo creo que lo van a lograr. Ya la UE tuvo un avance en los acuerdos con Japón, que no es un tema nada menor porque se trata de una potencia que tenía un acuerdo con EEUU por el TPP y Trump comete el error estratégico de irse del TPP deshace el acuerdo con Japón, que era lo central dentro del TPP.

Para acceder más fácil a la Unión Europea tendríamos que ser un mercado clave para la Unión Europea, somos un mercado importante, pero no clave. Las prioridades están por otro lado en este momento: en Canadá, Japón, en el ingreso de China por la ruta de la seda y en un futuro el transatlántico con Estados Unidos.

-Yo creo que el Mercosur puede entrar en una etapa de quiebre si no logra cerrar un proceso exitoso en materia de política internacional, no necesariamente con la Unión Europea.

-Pero tiene que ser con alguien que lo apuntale.

-Sí, pero si vos me decís que el plan B a la Unión Europea es la Asociación Europea de Libre Comercio, creo que no, debería ser Corea, Japón, China o Estados Unidos. Uruguay vio que había dinamismo en las negociaciones con la Unión Europea, entonces no quiso pagar el costo político de empezar a negociar de todas maneras, con China.

Hay una sensación de éxito que relegó el plan B de Uruguay, porque si no cerramos en diciembre con la UE no es lo mismo el impacto para Uruguay si ya tuviéramos avanzado con China. Si no sale el tratado con la UE, el plan B ¿cuál es?

-Uruguay aceleró su crecimiento, pero esta vez en base al turismo, a un atraso cambiario que es mayor en nuestros países vecinos ¿Tan atado estamos a nuestros vecinos?

-Creo que esta especie de desesperación que ha demostrado el presidente Vázquez para lograr instalar una nueva planta de celulosa demuestra la dependencia de Uruguay de la inversión extranjera para mantener el crecimiento. Esto no es buena noticia.

Es cierto que se ha logrado una mayor diversificación económica con la región, pero lo único que venimos aprendiendo es que es una región inestable. Ahora estamos un poco mejor porque Argentina y Brasil muestran mayor crecimiento, pero cuáles son los sustentos del crecimiento uruguayo, ¿dónde están las grandes decisiones? ¿dónde están los aspectos de infraestructura? ¿dónde estamos con los aspectos de la competitividad de las empresas? Estas son las cosas que se siguen discutiendo hace treinta años.

Es verdad que ha habido políticas de Estado, por ejemplo con el tema de la forestación, con aspectos relacionados al puerto y la logística, pero no puede quedar aislado a una estrategia de infraestructura, porque después tenés que construir un tren para que se instalen.

Yo creo que la dependencia del turismo y de estas grandes inversiones lo que terminan demostrando es que no están, en Uruguay, definidos los pilares de desarrollo. No tenemos la capacidad de decidir cuál va a ser el Uruguay del 2050, discutimos los beneficios de una nueva planta, o del turismo. Para hablar del Uruguay del 2050 hay que discutir la inserción internacional, la educación, el costo para las empresas. Trabajé muchos años en la Cámara de Industrias, y es muy jorobado producir en Uruguay donde el costo de la electricidad es muy alto y no se accede a gas. Temas de la flexibilidad laboral: en el mundo entero se ha pasado a marcos laborales más flexibles.

A su vez, no veo liderazgos para discutirlos, y mientras no tengamos mejores políticos, mejores académicos, mejores sindicatos, mejores empresarios. No estamos preparados para discutir los grandes temas que son centrales para el desarrollo y esto es muy complicado porque no estoy seguro de quién podría liderar estas discusiones.

Por eso yo destaco el liderazgo del presidente cuando en China dijo que avanzaría con un Tratado de Libre Comercio por fuera del Mercosur. Yo observé eso y dije “eso es liderazgo” y creí que después podía venir el mismo liderazgo para reformar la educación o mover planes de infraestructura, para los temas de competitividad y movilizar a las empresas para una reforma laboral. Pero no llegó. Entonces las señales no son muy buenas.

-Estamos cerca del primer año después de las elecciones que llevaron a Trump a la Casa Blanca, sin embargo no hemos visto demasiados cambios como prometía.

-Es cierto que, si uno analiza las propuestas de campaña con lo que ha avanzado, la retórica sigue siendo enorme. Sigue intentando modificar el Obamacare, no ha cambiado casi nada de su relación con China y Cuba. Salió del TPP y está renegociando el Nafta. La relación con Rusia se rompió y toda su política de Medio Oriente está enfriada. Si ha demostrado algún avance son menores, y ha avanzado en lo que era más fácil de avanzar.

Denunciar el TPP era muy fácil, era un acuerdo que no estaba vigente y si denuncias el TPP pero inmediatamente querés negociar un acuerdo con Japón. Sin embargo, sobre renegociar el Nafta, lo que te dicen por todos lados es que había que renegociarlo de todas maneras.

La decisión más compleja que toma Trump tiene que ver con su visión sobre el sistema internacional, tiene que ver con el papel que tiene la agenda global. Entonces en temas como el medio ambiente él lo denigra, y por esto se retira del acuerdo de París.

Después está el conflicto con Corea del Norte, que no deja de ser un conflicto lleno de retórica.

-Hasta dónde puede llegar ese conflicto

-Creo que no llega a nada, es demasiado retórica. Uno está haciendo retórica para no perder posición en Asia del Pacífico, como es Estados Unidos, y otro que tiene el apoyo de Rusia y China que no quieren una Corea debilitada que termine en una Corea unida, porque una Corea unida es una absorción de Corea del Norte por la del Sur, que es un aliado estratégico de Estados Unidos, y eso es algo que nunca pueden permitir Rusia y China.

De hecho, el régimen norcoreano no ha caído por el apoyo de China y Rusia. Entonces ahí tenés a Estados Unidos que está en Japón, en Australia y está muy presente en lo militar.

Creo que lo que está buscando Kim Jong-un es ganar peso para generar espacios en las negociaciones de la Corea del futuro. A su vez, Corea del Norte y Corea del Sur ya tienen su integración económica.