Murara: “Me comprometo a seguir adelante hasta lograr que todas las recomendaciones sean incorporadas a nuestra legislación”

Sobre la OIT > Murara en el Día de la Industria

En la noche de ayer, el presidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, ofreció un duro discurso en el marco del Día de la Industria. El presidente de la gremial empresarial aseguró que la modificación propuesta por el gobierno para la ley de Negociación Colectiva según lo mandatado por la OIT fue “insuficiente”. Además señaló que a pesar de haber habido avances en materia internacional, “el Mercosur sigue con sus dificultades, sin perfeccionarse, sin resolver definitivamente las asimetrías entre sus socios, sin definir un modelo práctico y sincero de integración”.

“Nos encontramos hoy con una celebración muy especial, organizada con austeridad, por el momento crítico que estamos transitando”, deslizó Murara en el comienzo de su ponencia en la noche de ayer, miércoles, en el Club de los Industriales. En este sentido, el presidente de la gremial señaló que el sector industrial manufacturero, sin considerar la refinería de Ancap, y la producción en zonas francas, “viene atravesando un escenario recesivo desde 2014”.

“Hablando claro, la economía crece, pero las empresas están peor, y ponen en riesgo su supervivencia productiva”, alertó.

En los hechos, según los datos de la propia Cámara de Industrias, este año también se proyecta un nuevo deterioro de los niveles de producción del sector. ¡Nuestras estimaciones arrojan una perspectiva de reducción del Índice de Volumen Físico del entorno al 2,5% para el cierre de 2019”, dijo Murara.

La visión a largo plazo no es mucho más optimista. Según estimó el empresario, la industria produce al mismo nivel que en 2018 y presenta una elevada capacidad ociosa. “La utilización de la capacidad instalada ronda el 62%, guarismo históricamente bajo, menor  a los de Argentina y Brasil”, comparó.

Con relación al empleo, el personal ocupado por la industria es aproximadamente 24% menor a los niveles máximos del período 2007-2011, y en lo que va del 2019, la tendencia se sigue profundizando, con una baja del entorno al 5%.

Junto a la construcción, la industria es el sector que más puestos de trabajo destruyó en los últimos años, con unos 22.500 cotizantes menos en el BPS. Murara atribuye la destrucción de estos puestos de trabajo a los altos costos salariales, la baja rentabilidad de las empresas y la baja de inversión que de esto se desprende. Además, el atraso cambiario encareció el costo en dólares de la mano de obra, afectando la capacidad de competencia de la fabricación local, lo que llevó a incrementar la desaparición de empresas.

A pesar de lo expuesto, la industria continúa generando el 10% del empleo privado, con salarios por encima del promedio, así como altos niveles de formalización.

“En los hechos, la industria actualmente está desplegando estrategias mayormente enfocadas a bajar costos, sustituir mano de obra por maquinaria, eliminar  fases productivas intensivas en mano de obra, dejar de producir para pasar a importar, u otras acciones similares de características contractivas”, enfatizó.

Sin embargo, Murara ató este momento crítico a la coyuntura y señaló: “Mirando el futuro, si cambian las condiciones del contexto, no tengan duda de que nuestro sector reaccionará, porque estamos en condiciones de aumentar la producción y crear más empleo rápidamente”.

Con razón

El presidente de la gremial destinó un fragmento de su discurso a pronunciarse acerca de la disputa entre el Poder Ejecutivo y las Cámaras Empresariales por la Ley de Negociación Colectiva. En este sentido, Murara destacó el hecho de que el Poder Ejecutivo haya redactado un proyecto de ley para modificar la normativa en base a lo dictaminado por la OIT.

A este respecto, realizó las siguientes puntualizaciones: “Los empresarios reclamábamos algo justo, los empresarios decíamos la verdad, nuestro país no se merece haber tenido por 10 años una ley de negociación colectiva que estaba violando convenios fundamentales del trabajo como el Convenio 98, que libremente había ratificado”, apuntó el empresario.

En la misma línea, subrayó que el texto del proyecto “sigue sin contemplar todas las observaciones de la OIT”, y añadió: “Si bien es un avance, resulta insuficiente, por lo que me comprometo a seguir adelante hasta lograr que todas las recomendaciones sean incorporadas a nuestra legislación”. De hecho, para Murara, el gobierno presentó el nuevo proyecto para  cumplir ante la OIT y salir airoso de las observaciones que ha recibido año tras año.

“Alentamos a éste o al nuevo Parlamento a estudiar rápidamente la normativa, e introducir las modificaciones necesarias para contemplar todas las observaciones de la OIT, y solucionar este tema de una buena vez”, aseveró.

Hacia el mundo

Con respecto a la inserción internacional, Murara destacó los avances, como bloque, con la Unión Europea y con el EFTA,  y las negociaciones con Canadá, Corea del Sur y Singapur, aunque fue crítico con el Mercosur.

“El Mercosur sigue con sus dificultades, sin perfeccionarse, sin resolver definitivamente las asimetrías entre sus socios, sin definir un modelo práctico y sincero de integración”.

Además, apuntó que el bloque regional “sigue pretendiendo ser lo que no es”, lo que dificulta concebir un modelo de inserción internacional acorde a las necesidades del país. En este sentido, ejemplificó: “Tanto es así, que, actualmente a instancias de su socio más grande, se propone revisar a la baja el Arancel Externo Común. Y naturalmente, en el cumplimiento de nuestra defensa de los intereses de la industria nacional, su promoción y desarrollo, no podemos acompañar tal iniciativa”.

Para Murara, la solución de la inserción internacional basada en estos fundamentos sería entonces: “mejorar las condiciones de competitividad de nuestra industria, sincerar el Mercosur procurando un nivel de relacionamiento con nuestros socios ajustados a la realidad y a los intereses nacionales, y conseguir condiciones ventajosas y estables en nuevos mercados”.

Finalmente, Murara resaltó el rol de la industria como agente transformador, alentó el trabajo en conjunto entre los distintos actores públicos y privados y fue optimista en cuanto a alcanzar mejores condiciones de competitividad.

“La industria está preparada para reaccionar rápidamente. Por ello, exhortamos a quien le toque gobernar que apueste a la industria que no los vamos a defraudar”, concluyó.