Quienes no cumplan obligatoriedad de asistencia a clase tendrán consecuencias, según Robert Silva

Cayota > experto en educación consideró que “estamos lejos de garantizar que todos los niños vayan todos los días”

Tras haber resuelto la obligatoriedad de la asistencia a los centros educativos, el presidente del Codicen, Robert Silva, dialogó con CRÓNICAS y señaló que “el no cumplimiento de esta obligación” a partir del próximo martes 13 traerá consecuencias. Estas estarían “vinculadas a la evaluación, a las prestaciones sociales y al cumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad”, detalló Silva.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

En la tarde del jueves, el gobierno anunció que se volverá a la obligatoriedad en todos los centros educativos del país, tanto públicos como privados.

El titular del Ministerio de Salud Pública (MSP), Daniel Salinas, y el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, confirmaron la resolución en conferencia de prensa. A partir del próximo martes 13 de octubre, se retornará a la obligatoriedad luego de la pausa que implicó la emergencia sanitaria como consecuencia del Covid-19 que azotó al país.

En diálogo con CRÓNICAS, Silva sostuvo que “la educación siempre siguió siendo obligatoria”, pero que lo que se estableció -a raíz de la pandemia- “era que era optativo concurrir a las instancias presenciales”. En este sentido, afirmó que esto fue lo que se modificó: los alumnos deberán asistir a los centros educativos (con excepción de aquellos que integren la población de riesgo por el Covid-19) “y en definitiva el no cumplimiento de esa obligación trae consecuencias”, aseveró.

Al ser consultado sobre cuáles serían estos apercibimientos, Silva indicó que estarían “vinculados a la evaluación, a las prestaciones sociales, al cumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad, etc”.

No obstante, el jerarca del Codicen remarcó que este proceso de retorno a la obligatoriedad debe ser realizado “en un marco de mucho diálogo y acuerdo con las familias”.

Por la misma línea, Silva subrayó que los horarios y la secuencia de veces durante la semana en que los estudiantes deberán ir a los centros educativos es establecido por cada una de las escuelas, colegios y liceos en función de sus posibilidades. “Hay que recordar que hay que respetar estrictamente el protocolo sanitario”, insistió el jerarca.

Paso adelante

De acuerdo con la resolución de la ANEP difundida por Presidencia y según sostuvieron ambas autoridades durante la conferencia de prensa, el retorno hacia la obligatoriedad deberá estar enmarcado en los protocolos sanitarios dictados por el MSP. En este sentido, Silva volvió a enfatizar en que el objetivo principal, además de establecer el retorno obligatorio, es aumentar también la presencialidad. “Para ello tenemos que arbitrar mecanismos que, sin descuidar lo sanitario, nos permitan que estén presentes la mayor cantidad de estudiantes por aula”, expresó Silva, y aseguró también que desde su organismo se continuará avanzando en esta dirección.

A su vez, remarcó que el trabajo y esfuerzo por retornar a la obligatoriedad bajo la nueva normalidad se realiza en conjunto tanto con el MSP como con el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que aconsejó a la administración de Luis Lacalle Pou durante los siete meses que han trascurrido desde el comienzo de la pandemia en el país. De esta manera, Silva hizo hincapié en que “hay que seguir respetando los protocolos sanitarios, porque no podemos descuidar ni perder todo lo que hemos avanzado”.


Lejos todavía

El integrante del programa Educación de la Universidad Claeh y director general del colegio Santa Elena, Pablo Cayota, opinó, en diálogo con CRÓNICAS, que la resolución se trata de un avance, pero no es lo mismo que generar mayores niveles de presencialidad.

“Lo que se está estableciendo con esta resolución -que valoro, reconozco y creo que es un avance- es dar el mensaje claro a la sociedad de que es importante y fundamental que los niños vayan a la escuela en los días y horarios que tienen estipulados. Lo que sucede es que al no tomarse otras medidas, la declaración de obligatoriedad no significa que los alumnos vayan a ir más tiempo a las aulas y que tengan más días de clase”, aseveró.

Así, señaló que hay dos posibles caminos para garantizar que los alumnos vayan todos los días a clase. El primero de ellos, el “camino corto”, es revisar el distanciamiento físico sostenido, “que es lo que aparentemente el MSP no quiere hacer en este momento, o no considera pertinente hacerlo”, apuntó el experto.

Por otro lado, si esto no se consigue, habrá que tomar el camino largo: tener más espacios para los centros educativos y más horas docentes, lo cual “seguramente no se pueda hacer ahora”. Sin embargo, si no se va a cambiar el distanciamiento físico “hay que empezar a pensarlo para marzo de 2021”, proyectó Cayota.

Ello implica, y así lo propuso el experto, que el Parlamento apruebe partidas de emergencia por ocho o diez meses, para garantizar que el sistema educativo público pueda tener más locales y más horas docentes hasta que llegue la vacuna.

Dicho esto, Cayota fue certero: en función de la situación sanitaria actual, y de lo establecido por Salinas y Silva en la conferencia del jueves, “estamos lejos todavía de garantizar que todos los niños vayan todos los días a la escuela”.