Richard Read: “Muchas de las cosas que le criticábamos a la oposición cuando era gobierno, las hace el FA ahora”

EN PANINI’S

Richard Read, dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida


El histórico dirigente del gremio de la bebida, que se mostró decepcionado por “actitudes” del Frente Amplio (FA), dijo en el clásico almuerzo en Panini’s que la coalición de izquierda está haciendo las mismas cosas que le criticaban a la oposición cuando era gobierno. “La más simple, pedíamos investigadoras y no nos las daban. Pasaron años de gestión nuestra y el FA hace lo mismo”, criticó. Por otro lado, aseguró que los Consejos de Salarios caducaron, y la prueba está en que “en este tercer gobierno hubo grandes conflictos, algunos laudaron a desgano y en el tiempo”. A su vez, lamentó que con la bonanza económica se hizo mucho, pero no lo suficiente.


 El menú  El dirigente sindical eligió como entrada carpaccio de lomo con ensalada de rúcula, tomates confitados, alcaparras y lascas de queso parmesano. De segundo plato optó por salmón chileno acompañado de puré de guisantes, espinaca y espárragos frescos, encurtidos y crema de limón. Para beber prefirió agua mineral con gas.


Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

El politólogo Óscar Bottinelli dijo la semana pasada a CRÓNICAS que la falta de respuesta del FA a los frenteamplistas descontentos, puede hacer que en 2019 opten por cambiar de partido. Usted, que se ha mostrado desencantado con el partido de gobierno, ¿comparte esta visión?

-Es una opinión respetada, tengo algún matiz. La gran preocupación que hay hoy no creo que sea de los frentistas enojados con el gobierno, porque eso en definitiva es un problema de la fuerza política. Creo que el gran problema que tiene la sociedad uruguaya hoy es que está enojada con el sistema político, yo personalmente lo estoy.

-¿No con el FA?

-No particularmente con el FA, con el sistema político en su conjunto, porque con la fuerza de gobierno tengo discrepancias con comportamientos, con actitudes, con posturas, pero la otra pregunta es: ¿la oposición dónde está? ¿Cuál es la alternativa a este gobierno?

-¿Qué rol está jugando hoy?

-Solamente está en trincheras esperando los errores del oficialismo para tirotear. Eso me parece que genera un paquete donde no solamente pueden reinar el pesimismo y el descreimiento, sino que se puede generar una apatía hacia el sistema político que puede concluir en las urnas con resultados insospechados como el Brexit, Trump o la reciente elección de Francia.

En una Europa que siempre da pautas y cátedra sobre democracia, los dos que van a la segunda vuelta tuvieron poco más del 20% de los votos cada uno. Por lo tanto, yo creo que el mundo ve con recelo al sistema político y Uruguay también, así como América Latina en su conjunto.

read2-¿O sea que eso está pasando en Uruguay? Los politólogos suelen inclinarse más a que estamos alejados de esa realidad.

-Son percepciones muy respetadas, yo opino distinto. En los últimos 10-12 años se instaló en la región un modelo de gobierno que tuvo más afinidad en lo ideológico y lo político que en lo comercial, pero además con situaciones en sus respectivos países que tienen comunes denominadores.

Las industrias petroleras de Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, o se fundieron, o casi dan quiebra o fueron esquilmadas, como el caso de Brasil, o mal gestionadas con costos altísimos para la población, como el caso de Uruguay.

¿Qué queda de esa década? ¿Es la década ganada? ¿Ganada a partir de qué? Para mí se gana o se pierde de acuerdo al nivel educativo que quede en el país. Si se va a medir solamente por lo económico, es un planteo muy economicista que a mí no me acerca ni ahí a un razonamiento serio.

-¿En Uruguay pasa eso?

-En Uruguay se creció en economía, pero no en sociedad. Si vemos los valores de la sociedad de los últimos 15 años, estamos para atrás. El tema de los hábitos de trabajo, los hábitos de estudio, las expectativas que genera en el adolescente el estudio, cuando un 40% se baja en primer o segundo año de liceo.

Creo que a nivel mundial hay un voto castigo antiglobalización, lo del Brexit es bien marcado, lo de Estados Unidos también: cansados de las falsas promesas o de las promesas incumplidas, un gobierno tras otro y el pobrerío sigue siendo pobre, la crisis financiera del 2008, que dejó una huella muy grande en millones de habitantes que se sintieron totalmente aislados. Cuando vinieron las elecciones, cantaban una cosa y votaron otra, fue un voto castigo al establishment.

-Volviendo a Uruguay… ¿Qué pasó con la bonanza?

-En el primer quinquenio veníamos de 15 años de no tener ámbitos de negociación –que quedaron suspendidos por el gobierno de [Luis Alberto] Lacalle-, con un retraso en ajustes salariales, con salarios paupérrimos. Haber instalado los Consejos de Salarios fue una bocanada de aire fresco, la gente fue a discutir, se entusiasmó, se afilió a los sindicatos. Hubo mejoras importantes, producto de las pautas del gobierno que generaron crecimiento en todos los gremios.

Luego hubo un segundo quinquenio, donde el acompañamiento del mercado internacional de precios de los royalties, también trajo un parate en lo que significa Consejos de Salarios.

En este tercer gobierno eso fue un caos, hubo grandes conflictos, algunos laudaron a desgano y en el tiempo, porque la herramienta de los Consejos de Salarios caducó, sirvió para un período y hoy dejó de servir. Entonces ¿qué se hizo con la bonanza económica? Yo creo que se hizo mucho. Ahora, la gran pregunta es: ¿lo que se hizo es suficiente? No, no es suficiente. ¿Se podría haber hecho más? Sí.

“En Uruguay se creció en economía, pero no en sociedad. Si vemos los valores de la sociedad de los últimos 15 años, estamos para atrás”

-¿Cómo?

-Yo creo que es un tema de voluntad política, de hacia dónde destinar los dineros. Si se destinan más de 3.000 millones de dólares en subsidios a las grandes multinacionales y empresas, con un 20% de eso perfectamente se pueden resolver problemas endémicos que vienen de hace varias décadas. Sin ir más lejos, en Montevideo, zonas como Casavalle y la periferia, donde ya hay barrios instalados con graves limitaciones en lo económico.

-¿Cómo incidió el cambio del ciclo económico, que vino de la mano del ajuste fiscal, en el ánimo de la gente?

-Han cambiado muchísimo los paradigmas de la sociedad.

-¿No ha afectado a la gente esa medida?

-Dejame tomarlo con pinzas eso. Se nota que han cambiado los paradigmas en la sociedad, y los estímulos que había hace 10 o 15 años no son los mismos que hay hoy. Ver el estudio, el trabajo y el esfuerzo como la alternativa para poder transitar hacia una mejora social y económica no está planteado en un sector de la población, sino que está planteado que las cosas vengan de arriba, el menor esfuerzo, y que el Estado genere caridad. Yo creo que eso está instalado en una minoría que va creciendo día a día.

Hay gente a la que faltar un día al trabajo le significa perder 17 mil pesos, y falta igual. Se dio en la bebida en diciembre, en el sector cervezas, y faltaron 91 personas. Por lo tanto para esa gente, si está mejor o peor económicamente, no creo que le cambie el mundo. Por otro lado, llega turismo y hay 500 mil uruguayos que salen a vacacionar, pero sigue habiendo una sociedad que está quejosa.

-¿A qué lo adjudica?

-A que ha habido hechos políticos en los últimos 15 meses que le generaron al humor de los uruguayos un cambio muy importante. En ese nicho están los frentistas enojados con el FA, porque hay una parte de la película que trastocó la historia emotiva, la emoción, el orgullo, el sentirse parte de un colectivo que reivindicaba los valores, la ética, la verdad, la transparencia.

read3-¿A qué hechos se refiere concretamente?

-Desde la mentira de Sendic con respecto a la licenciatura, hasta algo peor: el abroquelamiento de todo el Plenario del FA avalando esa mentira, e insistiendo con eso en los meses siguientes. Esas cuestiones estaban lejísimos del pensamiento de cualquier frenteamplista, estaban en otra tienda, eran de los de la vereda de enfrente.

Si hubiera crisis económica todo sería mucho peor, pero sigue habiendo una sensación térmica colectiva de descreimiento, y creo que el presidente de la República es de los pocos que se rescatan, que por lo menos la pelea. La presencia en La Teja dando la cara ayuda a volver a creer, esos son los gestos de transparencia, de asumir responsabilidades, de aceptar errores, de ver que hay cosas que todavía son inconclusas; eso es tratar con respeto a la sociedad.

-Algunos de los cuestionamientos hacia la izquierda relativos a la transparencia han derivado en nuevas comisiones en el Parlamento para tratar algunos temas, para investigar.

-Yo no tengo elementos, ni autoridad, ni me corresponde abrir un juicio de valor finalista sobre determinado tema, pero no está ahí mi enojo, mi enojo está antes, está en por qué el FA no acepta que haya una investigadora, por qué antes de que lo manden a juicio no presenta pruebas. Si no tenemos nada que esconder, ¿por qué ese tironeo?

El FA tiene que asumir las responsabilidades, hay cosas que son de locos, como que se les daba un adelanto a los camiones que transportaban la cal del Uruguay a Candiota, como si fuera un banco. Hay mala gestión, yo no estoy hablando de corrupción ni de robo, hablo de gestión.

A su vez, inmediatamente pensar distinto te pone en la zona de que le estás haciendo el caldo a la derecha o sos un traidor, y de vuelta se desempolvaron los viejos eslóganes: la culpa es del imperialismo y de los medios de prensa, nosotros somos todos santos.

El diputado Eduardo Rubio (Unidad Popular), que prepara el documento para pedir la investigadora por ASSE, en conversación con CRÓNICAS se animó a hablar de que hay “corrupción”. ¿Lo cree probable?

-Nadie está libre de una situación de corrupción, se debe estar atento a la gestión con elementos de contralor que sean efectivos, con gente comprometida con los valores y la ética, sin el amiguismo, sin el clientelismo, pero igual la corrupción es como la humedad, en ciertos lugares siempre se te mete.

“Para el FA la culpa de sus errores es del imperialismo y de los medios de prensa, ellos son todos santos”

-¿Hay suficientes mecanismos de contralor para evitarla?

-Hay herramientas, lo que pasa es que no les dan bolilla. El Tribunal de lo Contencioso Administrativo o el Tribunal de Cuentas observan algunas decisiones, hay oficinas que tienen cientos de observaciones, y eso no tiene ningún costo político. A veces un organismo no puede hacer determinado gasto porque no tiene un justificativo o un respaldo oficial documentado, pero igual lo hace. Estas herramientas han perdido efectividad porque la propia sociedad no les da importancia.

Por otro lado, muchas de las cosas que le criticábamos a la oposición cuando era gobierno, las hace el FA ahora. La más simple, nosotros pedíamos un día sí y otro también investigadoras, y no nos las daban y decíamos que eran la alianza rosada, blanquicolorada, que se abroquelaba y ponía el yeso con las mayorías. Pasaron años de gestión nuestra y el FA hace lo mismo.

-¿Se considera parte de los frenteamplistas descontentos?

-Sí.


“A mí me educaban en mi casa, pero hoy al niño lo mandan a la escuela a que lo eduquen”

read4-Se lo ha visto desde hace tiempo preocupado por el tema educativo. ¿Cómo se dio su participación en EDUY21?

-Mi participación en EDUY21 es testimonial.

-Pero ¿coincide con sus postulados?

-Con algunos coincido, con otros no, y sobre otros no tengo ni siquiera capacidad para poder discernir su alcance. Yo apoyo un mecanismo que veo saludable, que es, en forma transversal, asumir un debate de un tema que es de Estado.

Mi presencia en EDUY21 tiene mucho más de admiración por la herramienta que por tener claro los contenidos que se están elaborando, que estoy seguro de que van a ser un insumo importante para el gobierno que se instale en el 2020.

-¿No cree posible que antes de terminar este período el gobierno tome alguna de sus propuestas?

-No.

El ministro Danilo Astori dijo recientemente a CRÓNICAS que EDUY21 “hace aportes muy importantes que deberían ser tenidos en cuenta”.

-Deberían ser tenidos en cuenta, pero cuando vos sos gestión y gobierno, no es “deberían”, o lo hacés o no lo hacés. Quedará como insumo para debatir en la previa a las próximas elecciones.

-¿Lo decepcionó el freno de la reforma de la educación?

-Creo que no sería justo si la respuesta se circunscribiera a: “me gusta o no la educación que se está impartiendo hoy”. Si supiéramos qué matriz productiva va a tener Uruguay en 30 años, sería mucho más fácil discutir el abanico educativo para brindarles herramientas a los chiquilines.

“Hay herramientas para evitar la corrupción pero el FA no les da bolilla”

Mi gran preocupación no es la currícula educativa, es el joven, es la generación, que tiene que tener a su alcance una propuesta educativa que lo contemple. ¿Qué te estoy diciendo con esto? El producto que emane de una decisión de cambio en la matriz educativa, primero tiene que ser aceptada, el gran privilegiado tiene que ser el alumno.

Creo que Uruguay está haciendo un esfuerzo, porque también se encontró con una ruptura de la contención social muy rápidamente. A mí me educaban en mi casa y me enseñaban en la escuela, hoy al niño lo mandan a la escuela a que lo eduquen, esa es tarea de la familia.


“Queremos ganarle a la calle, nuestra pelea es contra la delincuencia y la violencia”

-La Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) inauguró a principios de abril cuatro centros educativos para brindar apoyo a escolares, tras algunos años de estudiar la posibilidad de hacer un liceo para hijos de trabajadores de la bebida, idea que generaba mucha resistencia. ¿A qué se debió el cambio?

-Cuando apareció la idea de un liceo obrero, el objetivo no era el liceo.

-La idea era hacer un liceo público de gestión privada, ¿verdad?

-Un liceo público de gestión privada, que contemplaba a hijos de trabajadores y jóvenes del barrio.

-¿Y cuál era el objetivo entonces?

-El objetivo era buscarles alternativas a los chiquilines que andaban en la vuelta. Ni bien tuvo estado público, recibió más palo que tambor en las llamadas. Hubo críticas que fueron correctas, que nos hicieron repensar, y otras que fueron muy estúpidas.

-Se habló de la privatización de la educación.

-El cliché histórico, y muchos de los que criticaban eso mandan a sus hijos a la escuela privada. Pero hubo críticas de recibo también.

read5-¿Por ejemplo?

-Que había que tener mucho cuidado de que no se generara una situación de parcela, como de “guetización”. Yo tenía matices con eso, pero había críticas respetuosas, y otras no.

-¿Cómo siguió el proceso después?

-Para no quedarnos quietos, trabajamos mucho con escuelas rurales, apadrinamos escuelas con alimentos todo el año, agua, útiles escolares, championes para los chiquilines, y se fue formando una Comisión llamada Grupo de Trabajo Solidario, conformada por más de 40 personas del sindicato.

Después empezamos a estudiar la posibilidad de hacer un CAIF, pero cada vez que íbamos a reunirnos por el tema salía más caro, nos apabulló la burocracia. También pensamos en hacer un club de niños, pero tenía que tener afinidad hacia Primaria o hacia INAU.

Entonces decidimos hacer los centros de apoyo, que no son curriculares, no compiten con nadie, en todo caso son de apoyo a la escuela y a las familias, y allí les damos contención a los chiquilines.

-¿Cuáles son los objetivos que persigue el sindicato con estos nuevos centros?

-La gran pelea es sacar al chiquilín de la calle, en el contraturno de la escuela no tiene que estar en la calle. Hoy el niño no tiene la contención familiar histórica que había antes, y la inmensa mayoría no tiene posibilidades económicas de ir a un club o hacer otras actividades, y esa fue la idea.

Se sumó Salus con nuestro sindicato en Minas, se sumó Nix en Pan de Azúcar, y en Montevideo tenemos dos locales. El 1º de abril empezó a andar. Son centros muy prolijos, muy modernos, no tienen lujo pero son muy dignos, tienen los gabinetes higiénicos, las aulas, los guardapolvos verdes con la insignia e identificación de cada niño, los blocks de notas.

-¿Qué actividades ofrecen?

Se les da inglés, ajedrez, huerta, música a partir de la fabricación de los propios instrumentos, apoyo en matemática, idioma español y comprensión lectora –que es uno de los problemas graves de sexto año-, robótica. Va a haber charlas sobre motivaciones hacia el trabajo y sobre consumo responsable de alcohol. También se les da un almuerzo o un desayuno, según el turno.

“Los Consejos de Salarios caducaron, sirvieron para un período y dejaron de servir”

-¿Tuvieron el apoyo de Primaria en este proyecto?

-No, nos financiamos y nos administramos nosotros, y establecemos los parámetros y los objetivos. Sí hemos tenido el apoyo de personas de Primaria como Irupé Buzzetti [directora de Primaria], que dentro de pocas semanas va a ir a visitar el local y ya estuvo en la inauguración, de los consejeros, y del propio Tabaré Vázquez, que va a ir a fines de mayo a conocerlo.

-¿Planean hacer otros a futuro?

-Tenemos la expectativa de abrir el año que viene en Salto y Paysandú, y otro más en Montevideo en la zona de la Escuela Nº 141.

-¿Hoy a quiénes está dirigido?

-Hoy es para niños de cuarto, quinto y sexto de escuela. La idea que tenemos es instalar en Montevideo un centro social para el adolescente más o menos con las mismas propuestas, aportar algunas materias, deporte, charlas, motivaciones, que almuercen, que merienden. Queremos ganarle a la calle, a los malos hábitos, nuestra pelea es contra la delincuencia, contra la violencia.

-¿No cree que el gobierno debería ocuparse de estos temas?

-Sí, claro, no tengo dudas. Creo que lo está haciendo, porque mejorar las aulas, los locales, ir poniendo escuelas con turno completo, apuesta a eso. Veo que hay voluntad, y nosotros tratamos de ayudar en algo que nos parece que debe ser así porque concebimos el sindicalismo integrado en la sociedad.