Conflictividad laboral cayó seis puntos en comparación al mismo período de 2018

Próximo semestre > estará “cargado” de hechos que afectarán las relaciones laborales

El primer semestre del año electoral trascurrió según lo esperado por el Departamento de Psicología Social y Trabajo de la Universidad Católica del Uruguay. En diálogo con CRÓNICAS, Eloísa González, directora de la Licenciatura en Gestión Humana y Relaciones Laborales de la institución, expresó que en general en los años electorales la conflictividad es la menor del quinquenio. Asimismo, se refirió a lo ocurrido con la OIT y adelantó lo que se espera para el próximo semestre del año en materia laboral.

En un año electoral, donde las promesas son muchas y las acciones pocas, la conflictividad laboral alcanzó niveles bajos -seis puntos menos- en comparación con el mismo período de 2018.

Este era el escenario esperado por el  Departamento de Psicología Social y Trabajo de la Universidad Católica del Uruguay, que realizó el informe de Relaciones Laborales.

En diálogo con CRÓNICAS, la directora de la Licenciatura en Gestión Humana y Relaciones Laborales de la Universidad Católica, Eloísa González, expresó que “en general” ocurre que en los años electorales “la conflictividad laboral suele ser la menor del quinquenio”.

Acerca de la causa de los niveles alcanzados en el año electoral, González señaló que los actores destinan su energía a la campaña electoral.

“Si uno analiza las listas ve que están integradas por sindicalistas y empresarios, y muchas veces, sin integrarlas, participan en diferentes eventos de campaña. Esto le quita fuerza a las reivindicaciones en el plano laboral”, estableció.

A esto se suma que en un año con estas características, hay poco margen para modificar el presupuesto nacional y, en general, los convenios colectivos del sector privado están firmados.

Si bien se alcanzaron niveles más bajos, se registraron tres paros generales y seis ocupaciones en establecimientos de trabajo. La principal causa que motivó las paralizaciones fue el pedido de mejoras en las condiciones laborales.

Uno de ellos fue la ocupación que realizaron los empleados de Friopan durante cuatro días en el mes de mayo. La viralización de un video, donde se mostraba cómo habían quedado las instalaciones luego de la ocupación, hizo que la empresa hiciera una denuncia penal, que aún sigue en curso.

González comentó que el conflicto de Montevideo Gas, “involucró” a un conjunto de actores más de lo frecuente, ya que además de trabajadores y empresarios generó intervención de un partido político, el Poder Ejecutivo y paros de la central sindical, así como varias medidas –paro, ocupación, huelga de hambre-  provocando una alta conflictividad en junio.

La OIT puso los puntos

A principios del mes de junio, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se pronunció acerca de la Ley de Negociación Colectiva e “invitó” al gobierno a realizar modificaciones.

Observó que seguían sin plantearse transformaciones o un esclarecimiento acerca de la competencia de los Consejos de Salarios en materia de ajustes a las remuneraciones que estén por encima de los mínimos y de condiciones de trabajo, los cuales deberían discutirse en forma bipartita.

Eloísa González explicó que desde el punto de vista “técnico”, la observación no tiene ninguna consecuencia porque la OIT no impone sanciones ni castigos. Sin embargo, mencionó que afecta a las relaciones laborales porque se tensan las relaciones entre empresarios, sindicatos y gobierno. Por otro lado, “podría afectar la imagen del país”.

Perspectivas para el próximo semestre

El próximo semestre estará “cargado” de hechos que afectarán las relaciones laborales, según menciona el informe.

Aunque en el conflicto de Montevideo Gas por estas horas apareció el humo blanco, González señaló que los “deberes” que planteó la OIT para todos los actores, se deben resolver en cuatro meses, con acuerdos que se vienen buscando desde hace años, sin éxito.

“¿Esta vez será diferente y se modificará la Ley de Negociación Colectiva del sector privado o se mantendrán las diferencias? Y si no se llega a un acuerdo consensuado que se ajuste a las modificaciones propuestas, ¿qué consecuencias tendría en relación a la OIT?”, reflexionó González, dejando entrever las posibles soluciones a las observaciones realizadas por el organismo internacional.