En los primeros meses del año, la mayoría de los trabajadores gozan de su licencia anual. Es por eso que, en ese período, la conflictividad laboral suele ser baja. Sin embargo, el Índice de Conflictividad Laboral que publica el Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad Católica, arrojó resultados un poco fuera de lo común para febrero de 2017. La conflictividad en ese mes fue relativamente alta, en comparación con el mismo mes del año pasado.
La conflictividad de enero 2017 fue prácticamente inexistente (se registraron solamente dos paros) pero la de febrero fue alta en relación a los años anteriores. La global aumentó un 37% respecto al año anterior y la sectorial se multiplicó por cinco. Esto se explica por lo sucedido en la construcción, en la que fallecieron tres trabajadores en accidentes de trabajo, por lo que se realizaron dos paros generales parciales del sector. A esto se sumó otro paro parcial del sector por otros motivos.
En el bimestre enero-febrero se registraron 12 conflictos de rama y empresa por los cuales se perdieron 79.637 jornadas laborales y en los que se involucraron 103.848 trabajadores. Se registraron dos conflictos con ocupaciones: en enero hubo paros con ocupación de locales en el supermercado Multiahorro, donde también se registró un piquete, y se ocupó por 24 horas el colegio Varela.
La casi totalidad de la conflictividad se registró en el sector privado (94%) y dentro de éste se destacó la construcción. A los dos paros por fallecimientos en accidentes de trabajo en reclamo de mayores medidas de seguridad se agregó un paro general parcial del sector en rechazo a una resolución del Banco de Previsión Social que modifica la forma de calcular la licencia y el salario vacacional del sector.
Dentro del sector público se destacó la Administración Pública con paros en el Poder Judicial, con asambleas para estudiar una propuesta del Poder Ejecutivo de aumentos salariales para solucionar el conflicto que comenzó en 2010. Esta propuesta fue, finalmente, rechazada por considerarla insuficiente. A esto se sumó un paro en Ancap por falta de avance en la negociación tripartita.
El 61% del total de la conflictividad enero-febrero se explicó por los paros de la construcción en reclamo de mayores medidas de seguridad. En segundo, lugar se ubicaron las reivindicaciones salariales (37%) donde se sumó el paro de la construcción que, si bien no fue por salarios, fue por ingresos, ya que la fórmula que rechazan implica el cobro de un monto menor por la licencia y el salario vacacional. También hubo paros en los peajes, Ancap y el Hospital Evangélico por falta de avances en la negociación. También se realizó un paro en el Instituto Nacional de Meteorología, por el no pago de partidas salariales de inequidad. En este caso, realizaron varios paros parciales y cuando el sindicato anunció uno de 24 horas el gobierno decretó esencialidad y las medidas se suspendieron.
En el mes de febrero comenzaron las discusiones a nivel político por la Rendición de Cuentas y el Presupuesto de los años siguientes. Es previsible que en los próximos meses ocurran conflictos en el sector público por reivindicaciones sectoriales, donde la educación seguramente tendrá un lugar destacado por demandas salariales y de infraestructura.
En el sector privado comenzaron a negociar unos treinta ámbitos. El Poder Ejecutivo mantuvo las pautas definidas en 2015 (VI Ronda). Al día de hoy, solo hay dos acuerdos, lo que indica la lentitud de las negociaciones, reiterando lo ocurrido en toda la ronda anterior.
