“Está costando tener políticas más claras” en materia ambiental, según decana de Ciencias

En la Facultad > Hay carencias presupuestales que limitan la adquisición de nuevos equipos

Mónica Marín, decana de la Facultad de Ciencias


Los problemas ambientales han ido en aumento en el mundo y Uruguay no ha sido la excepción. Existen herramientas para controlar que se respete el medio ambiente en el país, pero todavía queda mucho por hacer en ese sentido, según dijo entrevistada por CRÓNICAS la decana de la Facultad de Ciencias, Mónica Marín. También se refirió a las limitaciones presupuestales que tiene la institución y alertó que hace falta mayor financiamiento en ciencia y tecnología.

La docente e investigadora de Ciencias fue enfática sobre la necesidad de tomar medidas para prevenir o solucionar las dificultades ambientales. “Me parece que está costando tener políticas más claras y reglas de juego mejor pautadas”, apuntó. De todas maneras, recalcó que con el tiempo se ha ido trabajando sobre el monte nativo a lo largo de los arroyos y se ha buscado la forma de plantar un poco más y utilizar mejor el área productiva.

Destacó, a su vez, la disponibilidad que ha habido de mayor cantidad de herramientas técnicas, por ejemplo, las fotos satelitales o locales, para ir monitoreando y accionando de modo tal que se respete el medio ambiente, a través de multas, entre otras cosas. Aunque el país está muchísimo mejor en ese aspecto, todavía resta mucho por hacer, advirtió.

Consultada por las cianobacterias, que el verano de 2019 aparecieron con una magnitud nunca antes vista en las playas de Montevideo y de la Costa, la científica explicó por qué aún no se ha podido solucionar este inconveniente, que incluso afecta al turismo y al desarrollo del país. “Hasta que no se conocen todas las variables, es muy difícil decir que se puede erradicar un problema. Incluso conociéndolas todas, es complejo”, puntualizó.

En este caso, señaló que en Uruguay no había conciencia de que esto podía pasar en la magnitud en la que sucedió. Agregó que en el proceso de estudio es necesario comparar muchos datos e información, para establecer qué se puede hacer para reducir los factores determinantes. Sin embargo, opinó que todavía no se sabe al 100% cuáles fueron todos los factores que hicieron que esto fuera tan grave y deslizó la probabilidad de que haya otra variable que todavía no se conozca. Si bien se pueden tomar medidas, eso no quiere decir que el problema vaya a desaparecer completamente, indicó.

Límites presupuestales

Este año, la Facultad de Ciencias cumple 30 años. En sus inicios, tuvo apoyo de organismos internacionales importantes para su creación y eso permitió contar con un equipamiento realmente relevante. En aquel momento el ingreso per cápita era mucho menor, entonces eso hizo que entrara en una categoría desde el punto de vista económico internacional que posibilitó que tuviera ese respaldo.

Con el tiempo, la institución se ha mantenido en cuanto a la actualización de equipamiento, pero con limitaciones presupuestales. Ese proceso “ha sido mucho más lento y es un esfuerzo grande que hay que hacer”, sostuvo Marín. El centro educativo ha crecido en número de investigadores, en conexiones internacionales, y eso ha favorecido la creación de proyectos de envergadura y genera cierto aporte de equipamiento.

El mantenimiento y la compra de equipos es algo permanente, ya que con los años quedan obsoletos. Por ejemplo, las centrífugas que se compraron hace 30 años, ahora están dejando de funcionar. Además, hay un microscopio electrónico que tiene unos 25 años, pero comprar uno nuevo es una inversión muy grande. El problema en este caso es que si bien funciona, hay repuestos que dejan de encontrarse, comentó la profesora. Hay otros equipos cuya renovación debe ser mucho más rápida, como sucede con la secuenciación, puesto que cambia el método.

En este aspecto hay carencias presupuestales que limitan la adquisición de nuevas herramientas, que a veces son muy necesarias. Anualmente la Universidad de la República (UdelaR) hace un llamado de equipamiento y la Facultad de Ciencias lo hace internamente para determinar qué equipos se requieren. Se presentan las solicitudes, se fundamenta por qué, para qué y qué beneficios dan esos instrumentos. Luego hay una serie de evaluaciones y etapas, y al final puede ser que se compre uno, si la universidad lo prioriza, pero en el camino quedan equipos que realmente son importantes, remarcó la decana.

Bajos en financiamiento

En la misma línea, advirtió que “para la región estamos bajos en el financiamiento de ciencia y tecnología y en número de científicos respecto a la población”. Sin embargo, afirmó que Uruguay está entre los países donde el aporte estatal en esta área es mayor al privado, a diferencia de lo que sucede en otros lugares.

Recientemente, Marín visitó Corea del Sur –donde la contribución es mayormente privada- por la posibilidad de que abran un centro de biotecnología en Uruguay. Sobre esto, expresó que le asombra la cantidad del aporte privado de ese país y que los empresarios se asocien con la academia para llevar adelante los proyectos. “Yo les admiro esa capacidad de hacer productos que se vuelven indispensables en el mundo. Tienen el arte de elaboración y venta de productos. Es una mentalidad comercial”, aseveró.


Diálogo con el nuevo gobierno

La investigadora es optimista con respecto al cambio de gobierno nacional y al tratamiento que el mismo le dará al tema de la ciencia e investigación. Hasta el momento ha habido conexión con las nuevas autoridades a través del rector y la UdelaR, y cuando esté más definido cómo va a ser la estructura, la Facultad de Ciencias espera tener un diálogo más directo para mostrar lo que puede hacer y ofrecer.

“Vocacionalmente nos interesa trabajar para el desarrollo del país en las áreas más diversas. Como está planteada toda una reestructura desde la Dirección Nacional de Medio Ambiente y la de Recursos Acuáticos, que tiene que ver con medio ambiente pero también con ciencia y tecnología, y todavía no está muy claro todo el paisaje, no nos hemos movido. Sí hablaremos con el Ministerio de Educación y Cultura si esta materia va a estar concentrada allí, cuando esté todo lo demás definido. La idea es ahondar el diálogo y trabajar juntos”, informó.

Finalmente, recalcó la vocación de la Facultad de ir incentivando y profundizando el vínculo con el sector productivo, público y privado, a través de servicios, de proyectos, de pasantías de estudiantes y de visitas a la institución.