Cómo el coronavirus está acelerando la digitalización

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La crisis del coronavirus ha puesto al descubierto todas las deficiencias en la transformación digital de las empresas, ya que se han visto, de un día para otro, ante el reto de habilitar entornos de trabajo remotos. Ahora ya saben qué queda pendiente.

La pandemia de coronavirus en 2020 ha planteado a los responsables de TIC y a los CEOs el reto de poner a disposición de sus empleados entornos de trabajo en movilidad, así como la infraestructura adecuada, casi de la noche a la mañana. Algunas empresas estaban mejor preparadas que otras, y muchas no tenían experiencia alguna con el trabajo en movilidad hasta ahora. No tenían portátiles ni móviles para su personal, y ciertamente no disponían de plataformas digitales de comunicación, colaboración y acceso remoto y seguro a los datos.

Además, los empleados que pasaban horas ante la fotocopiadora se han visto de repente en un entorno de trabajo completamente nuevo, con plataformas de comunicación y procesos de negocio digitales.

Sin embargo, que te tiren por sorpresa a la parte honda de la piscina también tiene sus ventajas, ya que se ha acelerado la digitalización.

LA CRISIS HA DEMOSTRADO QUE LA INVERSIÓN EN DIGITALIZACIÓN ES ESENCIAL

Si podemos sacar algo positivo de la crisis del coronavirus, esto es la aceleración de la transformación digital. Las empresas que ya habían invertido en entornos de trabajo digitales pudieron reaccionar con rapidez y confianza ante este cambio repentino. Todas las demás tuvieron que improvisar y adquirir dispositivos móviles con poca antelación, lo que no fue tarea fácil por los cuellos de botella de suministro y el aumento de los precios. Una de las lecciones que se pueden extraer de la crisis es que la digitalización es imparable: el entorno de trabajo digital es una inversión importante y necesaria si se quiere llevar a cabo la transformación digital. Ahora las empresas deben revisar estas medidas improvisadas y, donde corresponda, corregirlas y optimizarlas para que se ajusten a una estrategia de digitalización sostenible y a prueba de futuro.

DEFINIR LOS OBJETIVOS A LARGO PLAZO

Ante una crisis económica y unas bajas tasas de crecimiento, las medidas de reducción de costes pueden parecer una estrategia más obvia que invertir, pero la inversión en entornos de trabajo digitales puede dar sus frutos solo con el hardware y el aumento de la productividad, como ya se ha demostrado en numerosos estudios.

El primer paso es definir el objetivo a largo plazo. La pregunta que las empresas deberían plantearse ahora es la siguiente: ¿Dónde debemos invertir en TIC si queremos que nuestro personal sea productivo desde cualquier lugar y en cualquier momento, a la vez que se les proporciona acceso a todos los datos relevantes y se integran todos los procesos empresariales?

NO RECORTES: INVIERTE EN HARDWARE CUANTO ANTES

Por supuesto, el entorno de trabajo digital va más allá del hardware, pero este es imprescindible. Sería un error optar por un rendimiento menor solo por ahorrar dinero, sobre todo cuando se ponen las cifras en contexto. Una inversión de unos U$S 1.800 por empleado está perfectamente justificada en vista de las ganancias de productividad y los beneficios para la empresa. La crisis lo ha demostrado claramente: las empresas que ya habían invertido en hardware para su personal antes del brote de coronavirus están viendo ahora que esa decisión da sus frutos.

EL TRABAJO EN MOVILIDAD REQUIERE DE UNA PLATAFORMA ADECUADA PARA LA COLABORACIÓN DIGITAL

El mejor equipo informático servirá muy poco si no hay una infraestructura digital adecuada tras este, como procesos automatizados, una plataforma de aplicación apropiada y las herramientas de colaboración adecuadas. El personal debe poder acceder con seguridad a datos y servicios remotos.

Este tipo de plataforma presenta numerosas ventajas. No solo simplifica el trabajo y las comunicaciones en movilidad, sino que también garantiza que los dispositivos finales puedan reemplazarse o intercambiarse fácilmente. Cuando la plataforma es la adecuada, el trabajo ya no depende de cada dispositivo final, que puede intercambiarse con flexibilidad sin causar tiempo de inactividad. El personal puede acceder a la plataforma tanto desde su móvil como desde su portátil, mientras que los datos están disponibles desde todos los dispositivos. Evitar los tiempos de inactividad y los retrasos no solo es conveniente y práctico, sino que también se ahorran costos, por lo que hay que asegurarse de seleccionar la plataforma adecuada.

FOMENTAR EL COMPROMISO DEL PERSONAL

El cambio suele ser engorroso y tener que acostumbrarse a los métodos de trabajo digitales puede suponer un gran desafío para muchos empleados. Tienen que familiarizarse con un nuevo entorno digital: videollamadas en lugar de salas de reuniones, eventos en línea y organización por redes sociales. Se trata de un territorio nuevo para muchos y lleva tiempo acostumbrarse a él. Por ello, es tan importante que el personal se suba a bordo lo antes posible.

Porque un plan de entorno de trabajo digital a largo plazo y con costos optimizados se compone de tres elementos esenciales: el hardware correcto, una plataforma adecuada y que el personal piense en digital.

Fuente: Efficient technology management