Financiamiento de emergencia de las instituciones multilaterales de crédito para hacer frente a la pandemia

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha duplicado los límites de acceso a financiamiento de emergencia (del 50% al 100% de las cuotas) otorgado a través del Servicio de Crédito Rápido (SCR) y del Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR). El primero está diseñado para países de ingreso bajo, que tienen una necesidad urgente de movilizar recursos para equilibrar su balance de pagos, mientras que el IFR se encuentra accesible a todos los países miembros que atraviesan una situación similar. En ambos casos, la rapidez que caracteriza a estas asistencias financieras permite a los países atender gran variedad de necesidades urgentes cuando cuentan con una capacidad de respuesta limitada. Para las naciones con fundamentos más sólidos que experimentan una escasez de liquidez, el FMI ofrece una Línea de Crédito Flexible (LCF) que el país puede utilizar en parte o en su totalidad cuando lo requiera, durante un período de uno o dos años. En conjunto con el Banco Mundial (BM) y el Grupo de los 20 (G20), el FMI está trabajando, además, en una iniciativa de suspensión de los servicios de la deuda que podría poner unos US$ 12.000 millones a disposición de los países de ingreso bajo.

El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial aprobó en abril un mecanismo exclusivo de desembolso rápido para responder a la pandemia de Covid-19. El primer grupo de proyectos suma US$ 1.900 millones, que se repartieron entre 25 países, y se está diseñando un segundo paquete para beneficiar a otros 40 países mediante el mecanismo de desembolso acelerado. Asimismo, el BM permitió a los países que contaban con proyectos en ejecución redirigir una parte de los montos financiados actualmente para atender necesidades relacionadas con la pandemia. En conjunto, la institución proyecta desembolsar unos US$ 160.000 millones en los próximos 15 meses con el fin de respaldar medidas para luchar contra la pandemia de Covid-19.

En lo que respecta a América Latina y el Caribe, tanto el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) han puesto a disposición de los países miembros líneas de crédito de emergencia. A fines de marzo de 2020, el BID aprobó un aumento extraordinario de US$ 3.200 millones destinado a sus programas de préstamos, lo que permite elevar los montos totales a más de US$ 12.000 millones para 2020. Estos recursos se destinarán a la salud pública, al fortalecimiento de las redes de seguridad social para la población vulnerable, al fomento de la productividad económica y del empleo y al diseño de políticas fiscales para aliviar los efectos económicos. Asimismo, se acordó reprogramar la cartera existente de proyectos de salud para hacer frente a la crisis y se permitirá a los países solicitar el redireccionamiento de recursos de la cartera de proyectos en ejecución. También, a inicios de junio de 2020, el Directorio Ejecutivo del BID decidió ampliar la cobertura de riesgos de su Línea de Crédito Contingente para Emergencias Causadas por Desastres Naturales (CCF) para incluir los riesgos de salud pública y aquellos relacionados con el Covid-19. Con ello, los países de la región pueden solicitar hasta US$ 90 millones, o el equivalente al 0,6% de su PIB, dependiendo de qué monto sea menor. Para el sector privado, BID Invest anunció la movilización de US$ 5.500 millones para financiar proyectos de inversión, de los cuales US$ 500 millones se destinarán al sector de las pequeñas y medianas empresas.

Finalmente, cabe mencionar la creación del Programa de Emergencia de Apoyo y Preparación ante el Covid-19 y su reactivación económica por parte del Directorio del BCIE a fines de marzo, que canalizará US$ 2.360 millones para atender la emergencia sanitaria y fortalecer la economía regional. Por su parte, el CAF creó una Línea de Crédito Contingente Regional de Apoyo Anticíclico para la Emergencia generada por el Covid-19 de hasta US$ 2.500 millones y autorizó la reasignación de recursos no desembolsados de préstamos existentes.

 

Cepal – Estudio Económico de América Latina y el Caribe • 2020