Diego Labat: “El BCU es una institución ejemplo en Uruguay”, pero eso “no nos debe llevar al conformismo”

Libro > “Una mirada al medio siglo de historia del Banco Central del Uruguay”

“El BCU es una institución ejemplo, por muchas razones, pero no tenemos que tener la autocomplacencia de creer que ya llegamos al último estadio”, aseguró el presidente del BCU, Diego Labat, al presentar el polémico libro sobre los cincuenta años de historia de la entidad. En ese ámbito, argumentó que una cosa que enseña el libro es la necesidad de tomar medidas “en los momentos adecuados y no solo cuando estamos contra la pared”. El economista Gabriel Oddone, uno de los autores, destacó que el libro “no es la historia del BCU”, sino “una mirada atrás de la economía y la política del país”, en el cual se reconocen errores y se destacan aciertos.

Tras una larga polémica que comenzó en 2017, finalmente esta semana vio la luz al público en formato físico el libro “Una mirada al medio siglo de historia del Banco Central del Uruguay. Se trata de una reseña del origen, evolución y actualidad de los primeros 50 años del BCU”, escrito por Ariel Banda, Julio de Brun, Juan Andrés Moraes y Gabriel Oddone.

El libro fue el resultado de un llamado a licitación del BCU realizado en 2014 para encargar una investigación sobre la historia con motivo del 50 aniversario de la institución, que se iba a celebrar en el 2017. Una vez culminado el trabajo, el BCU lo subió a su página web junto a otros materiales vinculados al 50 aniversario de la entidad, pero no les brindó mayor difusión, lo que despertó varias críticas.

Al asumir las nuevas autoridades del BCU, se les volvió a solicitar el permiso para la publicación del trabajo como un libro, algo que fue finalmente autorizado por el directorio bajo la presidencia de Diego Labat.

“Un ejemplo a tomar”

Durante la presentación del libro, Labat recordó que tuvo “cierta polémica”, pero defendió que “un libro de esta calidad era necesario que tuviera más difusión de la que tuvo hasta ahora”. Destacó que además de ser “un muy buen trabajo”, el rol del BCU debe ser el de “tratar de dar la mayor difusión posible” a todos los trabajos que se elaboran, ya que eso aporta a la sociedad.

“Era importante que estas cosas sucedieran y evitar la polémica. Es un muy buen trabajo, que tenemos todos la obligación de hacer nuestro esfuerzo para que se divulgue”, comentó.

Labat indicó que el principal mensaje del libro es el de “la creación de una institución”. Destacó que a lo largo de 50 años se fue conformando esa institución, atravesando tiempos difíciles en los que muchas otras organizaciones del país fueron cuestionadas y criticadas. “El BCU es una institución ejemplo en el Uruguay. Ejemplo en su gobernanza, en su modo de trabajar, en su profesionalismo. El BCU como institución es un ejemplo a tomar, y a tomar por muchos”, subrayó el jerarca.

Sin embargo, advirtió que esa visión “no nos debe llevar al conformismo de que estamos en una situación ideal”, ya que la historia nos ha mostrado que “las crisis llegan de los lugares menos esperados”. En ese sentido, apuntó que la institución aún tiene “deberes por hacer”, y que es necesario ir corrigiendo reglamentaciones, porque “no todo siempre es bueno, o lo que pudo ser bueno en algún momento, ahora tal vez cambió”.

Asimismo, subrayó que esa toma de decisiones sobre los cambios a adoptar tiene que darse “en los momentos adecuados” y no solo cuando estamos contra la pared. “Uno ve en la historia del libro, varias ocasiones donde ocurrió eso”, remarcó.

“El BCU es una institución ejemplo, por muchas razones, pero no tenemos que tener la autocomplacencia de creer que ya llegamos al último estadio”, concluyó.

Historia “escalonada por crisis”

El economista Gabriel Oddone, uno de los autores y coordinador del libro, realizó una extensa lista de agradecimientos, entre ellos, a las actuales autoridades del BCU por permitir la publicación del libro.

El economista realizó algunos comentarios del texto, señalando que la historia del BCU “es la larga consolidación de una institución escalonada por crisis”. Explicó que la crisis económica de 1965 jugó un papel central para la fundación del BCU, ya que de no haber ocurrido, la discusión sobre su pertinencia y creación posiblemente se hubiese extendido algunos años más.

También recordó la crisis del 2002, que “nos puso al borde del abismo” y sobre la cual el libro está “lleno de jugosas anécdotas” por la participación de personajes directamente involucrados en los acontecimientos. Además, destacó “las lecciones posteriores” a la crisis, el abandono de anclas cambiarias y el reforzamiento del papel de la autonomía e independencia del BCU.

Oddone subrayó además la profesionalización de los funcionarios del BCU, incentivada por la entidad, que la convierten en “un punto de referencia” y “un ejemplo de cómo cuando hay mecanismos de acceso a carrera, se construye institucionalidad”. “El sector público podría tomar al BCU como un ejemplo”, agregó.

Por último, aclaró que el libro “no es la historia del BCU, no puede serlo”, sino que es “la historia” que cuentan dos protagonistas y dos asesores externos. “Es una mirada atrás de la economía y la política del país. A mí me hace sentir bastante orgulloso, con aciertos y errores. Es un libro que atraviesa el gobierno de tres partidos políticos, también de uno militar; eso puede parecer muy natural, pero es algo absolutamente admirable. (…) Se cometieron errores, algunos el libro los destaca, pero también hay puntos destacados. La salida de la crisis del 2002 es un ejemplo de eso”, sostuvo Oddone, y agregó que el BCU “ayudó a ser un país más estable”.


“Sin local, sin presupuesto, y sin carta orgánica”

Enrique Iglesias, quien fuera el primer presidente del BCU, se refirió al origen de la entidad y explicó que “el BCU nace un poco tarde en la historia”, lo que atribuyó al alto prestigio que tenía el Banco República, que oficiaba en muchos sentidos como un banco central. “Cumplió y cumplió muy bien, era una institución muy respetable”, recordó. En 1959 se comenzó a generar la preocupación de crear un banco central debido a la reforma cambiaria de ese año, pero quedó pendiente en el debate nacional hasta su constitución en el año 1967. “Nacimos sin local, sin presupuesto, y sin carta orgánica”, rememoró.

Iglesias mencionó “tres grandes pilares”. En primer lugar “se creó una institución respetable”, tanto a nivel interno donde fue “una gran autoridad para ayudar en el ejercicio de la política económica”, como a nivel internacional.

El segundo pilar fue “el impulso que le dieron casi todos los presidentes en la formación de los recursos humanos”. Destacó que el BCU inauguró ámbitos de formación en el exterior para sus funcionarios, y logró proyectarse al diálogo regional y mundial.

Por último, el tercer elemento es que tras muchas crisis, “la supervisión del BCU ha sido importante para evitar consecuencias mayores del escenario internacional”.

“El BCU es un gran activo del país, ha hecho una gran obra, creo que las tareas van a ser más desafiantes en el futuro. Lo que importa es sostener la prudencia, y el diálogo permanente con la realidad”, concluyó.