Multiadquirencia facilita la competencia, brindando una “mejor oferta de valor al comerciante”

Se verifica una mayor oferta de servicios asociados, aunque aún no de menores precios

Desde ayer jueves 1º de setiembre, todos los comercios pueden aceptar pagos con todas las tarjetas de débito, crédito y dinero electrónico, sin importar el sello que la emita. Ello se debe a que se completó el proceso denominado de “multiadquirencia”, que habilita a que los comercios tengan un único contrato con una firma adquiriente, accediendo a los medios de pago de Mastercard y Visa. “Un sistema de pagos sólido, seguro y con altos estándares de eficiencia, facilita la actividad económica y es un pilar fundamental para el crecimiento de largo plazo del país”, destacó el presidente del BCU, Diego Labat.

En una conferencia de prensa convocada para explicar los cambios que entraron en vigencia, el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, destacó que el nuevo “hito” se enmarca dentro de la Hoja de Ruta para el Sistema de Pagos en Uruguay, anunciada por la entidad en octubre de 2020. En dicho documento –recordó el jerarca- se enfatizaba que “un sistema de pagos sólido, seguro y con altos estándares de eficiencia, facilita la actividad económica y es un pilar fundamental para el crecimiento de largo plazo del país”.

En esa hoja de ruta, se establecía un cronograma de cambios que se fueron cumpliendo, como la presentación al Parlamento de un proyecto de ley para permitir la digitalización de los cheques, que está en fase de reglamentación y entrará en vigencia en breve, según adelantó Labat. También se pusieron en funcionamiento las transferencias bancarias instantáneas, se trabaja en el sistema de banca abierta y en temas de ciberseguridad.

“Hoy nos convoca uno de esos hitos que fijamos en la hoja de ruta, que era el proceso de multiadquirencia”, destacó Labat en la conferencia, destacando que ayer se llegó a la última etapa, que habilita a que los comercios tengan un único contrato con todas las tarjetas de débito, crédito y dinero electrónico de Mastercard y VISA. Ese contrato se acuerda con las empresas “adquirientes”, que son aquellas autorizadas a ofrecer a los comercios y servicios el mecanismo para procesar estos medios de pago.

Labat destacó que con este cambio se debería “facilitar el acceso y la competencia”, porque habrá cuatro, cinco o seis marcas que van a ofrecer ese servicio y buscarán “darle la mejor oferta de valor al comerciante”. Consultado por los medios presentes, el jerarca explicó que ya se está verificando una mayor competencia, no a través de menores precios, pero sí por más servicios asociados, como mejor acceso al crédito o herramientas para gestionar sus cuentas. No obstante, conjeturó que a futuro también se debería reflejar esta mayor competencia a nivel de precios.

“Debería facilitar; esperamos que haya más competencia (…) y que a través de esa mayor competencia, que el consumidor -que es el beneficiario final- realmente se vea beneficiado”, reflexionó.

Labat indicó que el BCU va a estar atento “a que la norma se cumpla” y que “no haya chicanas”, y adelantó que se va a trabajar para solucionar los “ruidos” que puedan generarse en los primeros días de funcionamiento.

Por último, afirmó que “esto no terminó acá”, sino que constituye “un paso más en un camino que tenemos que seguir recorriendo, para que los comercios puedan operar con POS con tarjetas, pero también con otros mecanismos”.

Aranceles

Respecto a los aranceles que se cobran por la utilización de tarjetas de crédito y débito, Labat recordó que estos no son establecidos por el Gobierno sino que los fijan las empresas adquirientes. No obstante, indicó que está vigente un acuerdo de aranceles firmado en octubre de 2018 por las principales gremiales empresariales, las principales firmas adquirientes y el Ministerio de Economía y Finanzas, para establecer un cronograma de descenso en el costo de los aranceles, el cual se viene cumpliendo. “A algunas gremiales empresariales no las deja conforme, pero es el acuerdo vigente y es el que se está cumpliendo”, remarcó Labat, aunque aclaró que “no deja de ser un acuerdo de partes, (que) no es obligatorio”.