Según Alejandro Weinstein los nuevos hábitos llevarán a un cambio cultural

Alejandro Weinstein, psicólogo, director de CIM & Asociados


Cambiar el abrazo por un saludo con los codos es más que una modificación de un hábito, es el camino a una mutación cultural; lo mismo sucede con el teletrabajo, la conexión por plataformas digitales en vez de física, con el conservar distancias en espacios públicos y demás cambios que trajo consigo el Covid-19.

¿Cómo se ha venido modificando el comportamiento del consumidor en este contexto particular?

La vida es un aprendizaje y los consumidores, en términos generales, rápidamente aprendemos y desaprendemos. Hace 15 años muchas personas no sabían lo que era el colesterol, hoy nos regimos una dieta en función de eso independientemente de si tenemos claro el tema o no. En lo que refiere a la pandemia de Covid-19, no hay un aprendizaje previo, por eso, desde mi punto de vista, habrá comportamientos que serán temporales y otros atemporales.

Lo humano tiende a una forma y por eso algunos comportamientos llegan para quedarse y hay otros que responden a esta dinámica que estamos integrando. En este contexto, se ha observado en investigaciones de comportamientos que ha habido tres momentos en el consumo. El primero es definido como “consumo de pánico”: todos salieron a comprar o abastecerse de cosas más allá del uso que tuviese, ejemplo el papel higiénico.

El segundo momento se llamó “compra por abastecimiento”, es decir, luego de pasar el momento de pánico, se comenzó a reconocer que no se trataba de una situación de dos días, sino que la situación llegó para permanecer en el tiempo. El tercer momento de consumo se llama “compra por compensación”: en muchos lugares, luego de haber pasado por una situación límite, las personas sintieron la necesidad de mimarse, de comprarse elementos ya no tanto por necesidad básica.

Esto es válido si se habla del consumo como expresión de socialización del hombre, ya que hay una falsa dicotomía entre consumo y consumismo. No niego el consumismo, pero es una patología. Hablo del consumo como aspecto de la socialización, porque muchas veces consumimos o nos mostramos de determinadas formas para mostrarnos en un grupo de iguales y tomar distancia de un grupo de no iguales.

¿Qué importancia tiene el cambio cultural de costumbres y hábitos?

La cultura en una sociedad es el conjunto de creencias, valores y costumbres. Una sociedad culturalmente tiene esos tres pilares y justifican que la cultura sea dinámica por definición, que no sea estática. Está claro que en una situación de estas características ha variado creencias y costumbres. No era acostumbrado saludarnos con el codo o el puño; se trata de la expresión de una emoción planteada de otra forma, entonces, está variando la cultura en ese momento, si por cultura entiendo forma de comportamiento.

Incluso, está variando un comportamiento que, puede o no, generar una cultura distinta del trabajo. Hoy se habla de teletrabajo ya no como una situación límite sino como una forma de trabajar. En países como España esta nueva manera está generando reglamentaciones para poder definir el teletrabajo ¿Qué significa? ¿Si me quemo mientras cocino es un accidente laboral si estoy dentro del horario de trabajo?

A nivel de comportamiento y a nivel cultural esta situación está cambiando. Con aspectos que vienen para quedarse y otros que serán temporales, porque la expresión humana, por definición, es de emoción.

¿De qué manera considera que ha afectado el aislamiento social benefició algunos mercados?

Hay que distinguir términos que también denuncian emotividad: confinamiento no es aislamiento, son cosas distintas. En Uruguay se nos pide que tengamos cuidado y las prevenciones para no volver al aislamiento del principio. Esta situación en otros mercados ha generado que, por ejemplo, Fortnite-que es un videojuego que revolucionó el universo online- tenga, en el mundo, 200 millones de jugadores o fanáticos y 2.000 millones dicen conocer el juego. Lo que ha generado por consecuencia es que la distancia confirma cercanías en muchos sentidos; cercanías a partir del juego.

El año pasado fueron record las compras de elementos para jugar Fortnite, si bien el juego es gratis, a medida que se tengan más aplicaciones se puede jugar mejor. Ahora, en pandemia, el récord se despegó aún más; eso es un cambio de comportamiento. Terminamos adquiriendo otros modos de comportarnos.

Con Zoom pasó algo similar. El Departamento de Estado de Estados Unidos exigía a su creador una seguridad que no estaba creada aún, ya que al desarrollarlo no se pensó en que la pandemia dispararía su uso de esta manera.

Hay una investigación reciente de Forrester Research que tomó como ejemplo a tres empresas, y estas aseguraron que prevén reducir el espacio de trabajo en un millón de metros cuadrados a fin de año. Por lo tanto, el trabajo va a existir pero será de otro tipo, y va a generar un comportamiento distinto y, en consecuencia, una cultura diferente.

¿El Covid-19 aceleró fuertemente los procesos de innovación?

El Covid-19 aceleró una serie de comportamientos que era para unos pocos distinguidos en la categoría. Otro hecho que la pandemia pone sobre la mesa es el concepto de la innovación, pero la innovación es una enunciación. La innovación genera mucha incertidumbre porque nadie tiene experiencia en el futuro. Incluso las grandes empresas globalizadas enuncian la innovación. Si bien tienen áreas donde el innovar es tangible, en otras áreas es una enunciación, y ahí habrá un cambio radical de comportamiento,pero todos debemos prepararnos para eso.Observo que cuando hacemos una investigación vemos cambios, pero hay situaciones que generan pánico y bloqueos.