Carolina Ache: “Nos alejaremos de la ideología y nos apegaremos a principios de política exterior de Estado”

Carolina Ache Batlle, subsecretaria de Relaciones Exteriores


A las señales de estancamiento que el comercio internacional ya presentaba, se sumó la crisis económica y sanitaria a nivel mundial por la pandemia del Covid-19. Ese escenario dificulta la búsqueda de nuevos mercados, que sigue siendo un objetivo fundamental para el país, según afirmó la vicecanciller. Dijo también que en un contexto como este “las tentaciones proteccionistas están latentes”, por lo que resulta de vital importancia trabajar para que no se concreten.

Por Magdalena Raffo | @MaleRaffo

-¿Cuáles son las metas del nuevo gobierno en materia de política exterior?

-Nos pusimos muchas metas, de las cuales destaco contar con una Cancillería activa en las negociaciones bilaterales y regionales que permitan potenciar el comercio del Mercosur y lanzarlo al mundo.

Trabajaremos por un Mercosur moderno, ágil y flexible, pero también seremos activos en todos los ámbitos de negociación multilateral, en particular, la Organización Mundial del Comercio (OMC), donde Uruguay ha jugado un papel clave desde su creación.

Nos enfocaremos en la diplomacia económica comercial como instrumento para impulsar una estrategia de diversificación de mercados y mejora de las condiciones de ingreso de bienes y servicios uruguayos.

Desarrollaremos una política de fronteras que atienda a desequilibrios de corto y mediano plazo.

Pondremos énfasis en el desarrollo de una diplomacia cultural; buscaremos dar visibilidad internacional a nuestros talentos uruguayos en diversas áreas.

Todo esto lo haremos con los recursos que tenemos, con un enfoque de ahorro, usando las nuevas modalidades de trabajo que nos trajo la pandemia. Y lo vamos a hacer de manera trasparente, rindiendo cuentas –de hecho, ya lo estamos haciendo-, informando al Parlamento de todas nuestras acciones.

-¿Qué aspectos de la política internacional llevada adelante por el Frente Amplio cree importante cambiar?

-Nuestros principales lineamientos de gestión se basan en acciones concretas. Nos alejaremos de la ideología y nos apegaremos a principios de política exterior de Estado, en particular, el respeto por el derecho internacional, la solución pacífica de las controversias, la democracia, la defensa de los derechos humanos y el respeto al Estado de Derecho. Mantendremos relaciones diplomáticas abiertas con todos los países.

-Hablaba de la importancia de la diversificación de mercados. ¿Cómo buscar nuevos destinos en un contexto tan difícil?

-Sin duda no es una tarea sencilla porque la pandemia del Covid-19 ha tenido un profundo impacto a nivel mundial y, como toda crisis, genera riesgos, pero también oportunidades.

Seguramente estos efectos persistan por un buen tiempo, con consecuencias económicas y comerciales impensadas. Esto hizo, incluso, que se dieran profundos cambios en los patrones de consumo de las personas, lo que nos está afectando. Por ejemplo, se ha comprobado en muchos países que durante el confinamiento las personas demandan más productos no perecederos por sobre los frescos, y de menor costo.

Lo fundamental es darle un seguimiento cercano a la situación, estar en contacto permanente con las contrapartes públicas y privadas, estar atentos a cualquier obstáculo o barrera que pueda surgir y generar oportunidades para nuestros exportadores. Afortunadamente tenemos un gran equipo de funcionarios profesionales desplegados en nuestras embajadas, misiones y consulados en todo el mundo; es una red de expertos que llevan esta tarea adelante.

-¿Qué rol tendrá el ministerio en la reapertura de los mercados?

-El hecho de estar presentes en los principales mercados del mundo, le da a la Cancillería una posición privilegiada para lograr estos objetivos. Es el principal interlocutor y voz de nuestros intereses en el exterior. La apertura se puede y se debe dar apelando a todos los mecanismos posibles, como negociar acuerdos comerciales, lograr habilitaciones sanitarias y fitosanitarias, contactar a importadores o alertar sobre riesgos u oportunidades comerciales, entre otros.

-¿Se puede correr el riesgo de que se incremente el proteccionismo a raíz de la epidemia?

-Es importante recordar que, de acuerdo a la OMC, ya en 2019 el comercio internacional presentaba ciertas señales de estancamiento. A esto se le suma hoy la pandemia. De hecho, la OMC anunció semanas atrás que para 2020 se producirá un descenso del comercio internacional de entre el 13% y el 32%, como consecuencia del Covid-19. Sabemos por experiencias previas que en las crisis las tentaciones proteccionistas están siempre latentes, algo que esperamos que no se concrete, para lo cual debemos trabajar.

Para esto es imperioso que la comunidad internacional entienda que el unilateralismo, en lugar de ayudar, empeora las cosas. Se debe apostar al multilateralismo, al comercio basado en reglas, porque, de otro modo, perdemos todos –grandes y chicos-. En esta línea se ha manifestado Uruguay, suscribiendo una serie de declaraciones conjuntas, apelando a mantener las cadenas de suministros abiertas, particularmente de alimentos e insumos médicos.

-¿De qué formas se pueden generar las condiciones para una mayor apertura al mundo una vez culminada la pandemia?

-Creo que, independientemente de la pandemia, siempre es necesario generar certezas, porque el comercio, las inversiones y el trabajo funcionan mejor en escenarios de estabilidad y previsibilidad. Por eso los países debemos restablecer la confianza mutua y apostar por la cooperación internacional. Espero que esta pandemia nos deje como enseñanza que en crisis como esta las fronteras se borran y solo se sale adelante cooperando entre todos.

-A menos de dos semanas de la asunción presidencial, se conocieron los primeros casos de Covid-19 en Uruguay. ¿Cómo afectó esta coyuntura a los planes que la Cancillería tenía pautados?

-Fue inesperado. Luego de dos semanas de asumir estábamos conociendo la dinámica interna del ministerio, trazando los lineamientos de trabajo, y de pronto tuvimos que hacer frente a la pandemia como el resto de la sociedad, pero con más responsabilidades.

Los planes no cambiaron, lo que cambió fue la manera de trabajo, dado que enseguida reunimos un gabinete de emergencia que se mantiene hasta el día de hoy. Allí trabajamos intensamente en equipo para poder buscar soluciones y atender a nuestros compatriotas que se encontraban varados en el exterior ante el cierre de fronteras de países de todo el mundo.

El gabinete de emergencia lo integramos junto al ministro Ernesto Talvi y varios directores generales de la cartera, quienes con dedicación y largas horas de trabajo lograron y siguen haciendo realidad la vuelta de tantos uruguayos a nuestro país.

Es justamente en este ámbito donde se construyó el operativo “Todos en casa”. Para nosotros es un privilegio haber sido los “arquitectos”, como hace referencia el canciller, de un operativo que ya cuenta con reconocimiento mundial.

Desarrollamos la operación con el espíritu de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los compatriotas que deseaban retornar al país y de aquellos extranjeros que necesitaban nuestra solidaridad para regresar al suyo. Pretendimos dar una solución, basándonos en consideraciones de carácter humanitario y sin desatender las medidas sanitarias impuestas, convencidos de que la solidaridad y la cooperación internacional son más necesarias que nunca.

-Justamente, por el nuevo coronavirus, la Cancillería ha tenido un rol particular en la repatriación de los compatriotas varados en distintas partes del mundo. ¿Considera suficiente lo realizado hasta ahora?

-Todos los funcionarios de la cartera se encuentran comprometidos en esta tarea ante la situación sanitaria actual. Al día de hoy, gracias a un trabajo en equipo y constante del ministerio, han retornado más de 3.000 uruguayos. Aún quedan varados por regresar. Estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para poder traerlos. Seguiremos buscando soluciones, coordinando a nivel interministerial, pero también con otros países, ya sea de la región o del mundo, para poder traer de vuelta a nuestros compatriotas.

-¿Por qué todavía no se ha podido regresar a los más de 200 uruguayos que siguen varados en diferentes países?

-No hay una sola razón, sino varias. Lamentablemente, no todas dependen del trabajo de la Cancillería. Más allá de todo, seguimos trabajando intensamente en diferentes posibilidades de vuelos, coordinando con países europeos y de la región para poder traer a casa a los compatriotas que aún no han podido volver. Somos conscientes de la angustia de esos uruguayos y de sus familias, y esa es la razón que tenemos para seguir trabajando en la coordinación y organización de vuelos solidarios.


Hacia una Cancillería más inclusiva

-¿Qué aportes considera que puede hacer, desde su experiencia, para las tareas de la Cancillería?

-Puedo aportar mucho en las diversas tareas, no solo por mis estudios cursados como abogada o magíster en Derecho Internacional, sino también por mi experiencia de vida, en tanto mujer, madre, parte de una familia vinculada a la política. Viví rodeada de política; siento que es algo muy noble. Es por ello que reivindico la parte ética de la misma para mejorar la realidad de los uruguayos. Como mujer política tengo vocación de servicio. Estoy al servicio de la patria. Mi aporte es de experiencia de vida, conocimientos, pero principalmente, voluntad de ir hacia adelante en un mundo que cambia día a día y en situaciones extremas como la pandemia del Covid-19.

-¿Esperaba esta designación?

-Sinceramente, no la esperaba. Ernesto Talvi me lo propuso y me tomó por sorpresa –una de las más lindas de mi vida-. Significó no solo un reconocimiento, sino un acto de confianza –tanto del ministro y líder del sector que integro dentro de mi partido, como del presidente Lacalle- que tengo el deber de honrar cada día.

-¿Qué implica para usted, como mujer y joven política, haber sido designada para un cargo de gobierno?

-Implica una gran responsabilidad y una oportunidad de trabajar por mi país; de eso se trata la política bien entendida. Para que esto pasara hubo muchas personas que trabajaron bastante, que me dieron un respaldo muy grande dentro del Partido Colorado y a quienes siempre les estaré agradecida, porque es también por ellos que hoy soy la segunda mujer en ocupar este cargo. Soy defensora de la participación política de la mujer y por lo tanto tengo también muchos compromisos por varias causas.

-¿Por ejemplo?

-Uno de ellos es hacer una Cancillería más inclusiva, que cuente con una verdadera política de género basada en acciones que nos enriquezcan como grupo humano y que empodere a todos por igual. En este sentido, estamos trabajando en la creación de una Comisión de Género integrada por todos los funcionarios del ministerio que deseen hacerlo. El objetivo es generar, por primera vez en la historia de nuestro país, una política exterior de género.