En medio de un escenario internacional de alta incertidumbre y una región con riesgos, la economía uruguaya tuvo un buen desempeño en el primer trimestre, pero se espera una desaceleración importante en lo que resta del año, según evaluaron Ana Laura Fernández y Mariano Artegoytia, integrantes del Departamento de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay (Ccsuy). En ese sentido, la proyección de crecimiento fue recortada a la baja, y se espera una expansión de 2% este año y de 1,8% en 2026.
Regularmente, la Ccsuy realiza un encuentro de coyuntura de forma virtual, donde los expertos de la gremial analizan el escenario internacional, regional y local, y luego se enfocan específicamente en la situación del sector comercio y servicios.
En ese marco fue que la jefa del Departamento de Estudios Económicos y Comercio Internacional de la Ccsuy, Ana Laura Fernández, calificó el contexto internacional como de “muy alta incertidumbre”. A las diferentes medidas arancelarias que ya había anunciado EEUU y las respuestas en la misma dirección de China y la Unión Europea, ahora se suma el agravamiento de la crisis bélica en Medio Oriente, lo cual está generando un recorte en las previsiones de crecimiento para este año. En ese sentido, luego de un 2024 que fue de “crecimiento débil” para la economía mundial, 2025 transcurre con la misma impronta de bajo dinamismo, lo que incide en los resultados económicos de la región y de Uruguay. “Menos crecimiento, más incertidumbre, afectan las proyecciones a la baja y seguimos en un contexto mundial de bajo crecimiento”, comentó.
Más allá de la perspectiva de que la Fed mantendría las tasas de interés (ver página 15), hay expectativas de que haya una “relajación monetaria”, lo cual sería “una buena señal para Uruguay para la segunda mitad del año”, por un mejor acceso a financiamiento externo y de inversiones.
Respecto a los precios internacionales de los commodities, si bien se evaluó que el contexto externo no es favorable, se destacó que por el momento no se registran caídas en los precios relevantes para nuestra matriz productiva. “Hay diferencias según productos, pero están en niveles altos y no han caído de forma importante. El factor más incierto ahora es qué va a pasar con el petróleo, que eso sí podría ser una mala noticia”, sostuvo.
En relación a la región, en Argentina se han registrado “buenas noticias” ya que los agentes económicos han respondido positivamente a políticas como el ajuste fiscal, el acuerdo con el FMI y el levantamiento del cepo cambiario. A su vez, la inflación se ha moderado y se espera un crecimiento de la economía de 5,5% para este año, a impulso principalmente del consumo y la inversión. Sin embargo, el mayor desafío es que “este reordenamiento se mantenga, para lograr atraer mayor inversión”.
Respecto a Brasil, Fernández comentó que verifica políticas económicas más restrictivas y un entorno global menos favorable, que probablemente pesen sobre el crecimiento, especialmente en 2026. Para este año se espera un crecimiento de 2,1% y para 2026 de 1,6%. A su vez, los “riesgos fiscales persisten”, aunque son de menor magnitud.
Actividad local
Respecto a la economía uruguaya, se destacó el crecimiento de 3,4% registrado en términos interanuales durante el primer trimestre del año, pero se advierte que en términos desestacionalizados tuvo un crecimiento bajo, que lleva a rebajar la previsión de crecimiento a 2% para este año y a 1,8% para 2026, lo que implica una moderación de los niveles de actividad tras el rebote de 2024. En particular, se menciona el fin de la incidencia positiva de factores puntuales como la puesta en funcionamiento de la refinería de Ancap y la temporada turística de este año en comparación con la de 2024, que inciden en los datos interanuales del primer trimestre, pero que “no van a estar en los próximos”.
Otros indicadores relacionados al desempeño en materia de consumo también muestran una dinámica de crecimiento. La recaudación del IVA de la DGI aumentó en términos reales interanuales un 6,9% en el primer trimestre, las importaciones de bienes de consumo 18,1% y la comercialización de vehículos 14,8%.
En cuanto al sector comercio y servicios, Fernández hizo mención a la Encuesta de Actividad que difunde la Ccsuy, y que en forma agregada muestra un crecimiento de 2,8% en el primer trimestre, lo que implicó el quinto trimestre consecutivo de expansión. Sin embargo, el sector evidencia un menor ritmo respecto a los períodos previos. Explicó que la temporada turística fue un factor importante para el crecimiento del sector, así como la corrección de precios con Argentina.
Mariano Artegoytia, analista económico de la Ccsuy, evaluó los principales resultados de la encuesta, señalando que, a diferencia del cuarto trimestre de 2024, cuando las ventas crecieron de forma generalizada entre todos los tamaños de empresas, en este trimestre las microempresas volvieron a caer (-1,4%). “Hay que esperar y ver qué pasa en los períodos siguientes, para ver si continúan en ese escenario negativo”, comentó. El resto de los tamaños de empresa mostraron tasas de variación positiva, destacándose las empresas medianas con una expansión de 3,3%, luego las grandes con un aumento de 2,9% y las pequeñas con una leve suba de 0,9%.
Por localización geográfica se destacó la caída de las ventas en la zona centro del país (-4,6%) y del litoral (-0,8%). Los departamentos costeros (excluyendo Montevideo) son los de mayor crecimiento (8,3%), vinculado a la temporada turística. La zona noreste creció 2,9% y Montevideo un 1,4%, manteniendo una tasa positiva, pero “un ritmo más moderado”.