Comisión de expertos en combustibles evalúa opciones que perjudican a más de 400 pymes

Según > Unvenu

De acuerdo con un comunicado de la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu), la comisión de expertos que estudia las modificaciones necesarias para el sistema de combustibles tiene sobre la mesa alternativas que “afectarían gravemente” a las estaciones de servicio. Esto implica que unas 464 pymes están en riesgo, mientras que se beneficiaría a tres grandes compañías distribuidoras. Para Daniel Porrini, asesor de la gremial, “es conveniente” que la Ursea “siga fijando el precio al cual las distribuidoras le deben vender a las estaciones de servicios”.

Hace algunas semanas, la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay (Unvenu) fue convocada por un comité de expertos que trabaja en la materia de los cambios al sistema de combustibles. Allí, la gremial planteó una serie de recomendaciones para bajar el precio del gasoil y, junto con ello, mejorar la competitividad de los sectores productivos del país.

Esta semana, en conversación con esta publicación, Daniel Porrini, asesor de Unvenu, aclaró en primera instancia, que las apreciaciones realizadas fueron expresadas “con total libertad”.

Asimismo, a su entender, “no le cabe duda” que “cualquier ajuste” -ya implementado o a implementarse en el futuro- “va a ser reflejado directamente en el precio del producto”. En este sentido, esto puede ser o bajando el costo, o evitando que aumente. Sin embargo, no todas las posibilidades son vistas como positivas.

Romper el sistema

Según un comunicado oficial publicado por la propia Unvenu, la distribución y estaciones de servicio ya ajustaron sus márgenes -en 2011, 2013, 2016 y 2017-. Por ello, lo que ahora corresponde es que sea Ancap quien lleve a cabo el ajuste necesario. Agrega, sin embargo, que en vez de ir por ese camino, dentro de la comisión de expertos se están mencionando algunos posibles cambios que afectarían gravemente a las estaciones de servicio -es decir, a las pequeñas y medianas empresas (pymes)- en beneficio de las compañías distribuidoras mayoristas.

Dichas modificaciones, continúa el texto, no implicarían una rebaja de precio para el consumidor, solo una transferencia de recursos de 464 comerciantes de las pequeñas empresas a las tres principales compañías distribuidoras (Ducsa, Axion Energy y Petrobras).

De esta manera, en caso que el Ministerio de Industria (MIEM) decida avanzar en esta línea, “estaría rompiendo los equilibrios del actual sistema y afectando un modelo de desarrollo que fue característico del Uruguay, de protección de la pequeña y mediana empresa”, asevera el comunicado.

En este sentido, Porrini afirmó a CRÓNICAS que “es conveniente” que la Unidad Reguladora de Servicios de Energia y Agua (Ursea) “siga fijando el precio al cual las distribuidoras le deben vender a las estaciones de servicios”. De lo contrario, se generaría una diferencia de poder de negociación entre las tres grandes distribuidoras y las más de 400 pymes que conforman el sector; las cuales, algunas de ellas tienen como propietario a una persona que recibe “un ingreso neto un poco más que el sueldo que podría tener un encargado”.

Ante esta amenaza, algunas pymes corren el riesgo de cerrar, según consideró el asesor de Unvenu.

Al respecto, el experto expresó que el sistema de distribución es integral, y todas las partes están armadas de forma que funcionen. “Si se altera algo, perfecto, se puede alterar, pero antes de hacerlo hay que analizar muy bien las consecuencias e implicancias que tiene para cada una de las partes y para el todo”, reflexionó.

En ese contexto, Porrini advirtió que “todo es perceptible, pero hay que hacerlo con mucho cuidado”.


Tres a favor, uno en contra

El asesor de la Unión de Vendedores de Nafta realizó, además, una evaluación del sistema de distribución de combustibles actual, y encontró más puntos a favor que en contra.

Las principales fortalezas que a su entender presenta son que se trata de un sistema muy conocido -todos los actores involucrados saben cuáles son las reglas y, por tanto, tienen muy claro dónde empiezan y dónde terminan sus responsabilidades-; a su vez, cubre a todo el país y durante todo el año; y es confiable en cuanto a las buenas prácticas en el manejo de un producto que es peligroso. Ante estas características, “el piso del cual se parte es muy alto”, opinó Porrini, por lo cual, para mejorar el sistema “no hay que perder nada de lo que tenemos”, apuntó.

Por el contrario, el experto señaló que para buscar debilidades “hay que hacerlo con el bisturí finito, o tirar con el rifle de mucha precisión”.

A modo de ejemplo, la desventaja que le pudo encontrar a la actual forma de regulación fue cuestionarse si es correcto que Ancap tenga tantas plantas de distribución y si no existe la posibilidad de que haya un sobrecosto en ese sentido. Según consideró, este debería ser un punto a estudiar, es decir, si se debe seguir manteniendo todas las plantas o, por el contrario, eliminar alguna.