El destino final del excedente del Fondo de Estabilización Energética ocasiona opiniones encontradas desde hace un año entre la oposición y el oficialismo. En esta última Rendición de Cuentas, el Poder Ejecutivo presentó un artículo que destina los fondos a obras de infraestructura vinculadas a UPM, mientras que la oposición asegura que esos fondos deben volver a quienes lo generaron.
En el año 2010 se creó el Fondo de Estabilización Energética (FEE) de la Administración de Usinas y Transmisiones Eléctricas (UTE), utilizado para estabilizar las tarifas de energía en épocas de baja generación hidráulica a causa de sequías. El año pasado, en la Rendición de Cuentas, se autorizó al Poder Ejecutivo (PE) a transferir el excedente del fondo a Rentas Generales. La oposición se manifestó en contra; sin embargo, con votos del oficialismo, se logró aprobar.
En 2017 se proyectó la posibilidad de utilizar este excedente para financiar las obras del ferrocarril central y, de esta forma, impulsar la segunda planta de UPM, pero esto “nunca se hizo de manera formal”, sostuvo a CRÓNICAS el diputado del Partido Colorado (PC), Conrado Rodríguez. Comentó al respecto que, en esa instancia, el PE presentó un decreto para financiar las obras con ese dinero, pero desde el sector opositor se indicó que no podía ser por decreto, sino por una ley.
En esta Rendición de Cuentas, pese a que aún la oposición manifestaba que el excedente del fondo debería ser aplicado a las tarifas de los usuarios de UTE para minimizar los costos del servicio, el PE se presentó con un artículo que indica el destino concreto de ese dinero: las obras de infraestructura del ferrocarril central y trabajos adicionales vinculados al mismo.
El diputado colorado manifestó que el fin de la utilización del FEE no es el problema máximo, sino que la discusión va más allá, debido a que en 2017 se intentó abordar el tema con el oficialismo, pero desde el sector indicaron que se esperaría a la Rendición de Cuentas de este año para que el Parlamento votara cuál sería la mejor acción a tomar.
“Esto no es en contra de que se tenga una inversión importante para el país”, aseguró Rodríguez.
Anteriormente a que el dinero pasara a Rentas Generales, el legislador presentó un artículo sustitutivo en mayo, donde se indicaba que el excedente volviera a UTE para bajar costos de las tarifas en hogares, establecimientos comerciales y la industria. “Lamentablemente el FA no acompañó y por lo tanto lo aprobado fue que se quitaran US$ 177 millones a Rentas Generales y ahora vienen con este artículo del destino final”, explicó el entrevistado.
“Nosotros nos vemos ahora sorprendidos porque viene un artículo que ya tiene el destino marcado. Esto quiere decir que venía planificado desde hace bastante tiempo, solamente no lo quisieron reconocer”, aseguró Rodríguez. Añadió que si la discusión se hubiera dado en el marco de que el dinero sería para obras vinculadas a UPM, se habría acompañado de manera diferente y con otros elementos.
Con o sin UPM
El diputado del Frente Amplio, Alfredo Asti, explicó a CRÓNICAS que cuando se votó pasar el fondo a Rentas Generales, en el mismo proyecto, se establecía que el destino final no era que quedara allí, sino que se plantearía en esta instancia presupuestal qué se haría con dicho fondo. “El PE propone que ese monto se utilice para la obras de infraestructura de ferrocarril central porque, se instale UPM o no, la obra generará desarrollo económico y social no solo en la zona sino en el país entero”, indicó.
Asti explicó que pensando en la infraestructura, se ha decidido seguir el pensamiento del presidente Tabaré Vázquez, y continuar con el proyecto del ferrocarril central, de manera independiente de si se concreta o no la obra de UPM. “Es necesario que esté el ferrocarril para que UPM decida hacer la planta, pero de cualquier manera hay motivos suficientes como para hacerlo, dado que conectará Paso de los Toros con Montevideo y posibilitará un desarrollo adicional a lo que pueda ser la planta”.
Lo que sostiene el oficialismo es que ya se ha realizado la recuperación del tramo Rivera – Paso de los Toros y, por ende, la zona Centro está apta para conectarse con la capital o puertos del Litoral. Ven esto como oportunidades de producción que, asumen, son económicamente viables, porque además, “daría facilidades de inversión y empleo en zonas que son las más deprimidas económicamente”, remarcó el diputado.
El proyecto del ferrocarril central será encaminado mediante participación pública-privada. La licitación está en curso, pero existe una series de obras conexas y gastos que no están incluidos en la mencionada licitación, como las expropiaciones y obras accesorias para mejorar la circulación vial en Montevideo y otras ciudades. “Para eso es necesaria una inversión importante del Estado, y el excedente del fondo es utilizable”, aclaró Asti.
Choque de prioridades
La composición del FEE se realiza por dos vías: un aporte que se hacía desde Rentas Generales, y otro que hacían los usuarios clientes de UTE en un sobrecosto de facturas. Por esta razón es que la oposición manifestó que esa parte que excede al fondo debía volver al ente y ser utilizada para bajar los costos de electricidad a favor de quienes aportaron. “Lo que sucederá ahora es que los clientes de UTE financiarán las obras de infraestructura para el ingreso de la segunda planta de UPM”, expresó Conrado Rodríguez.
“Técnicamente no es viable utilizar el excedente para bajar tarifas por ser un monto que se agotará pronto”, sostuvo Asti.
A su vez, no puso en discusión ni objetó que la nueva planta pueda llegar a generar beneficios para el país. De hecho, recordó, fue el PC el gran impulsor del desarrollo de la forestación y del establecimiento de la industria de la celulosa. “Pero sí creo que este dinero tenía que ser utilizado para bajar las tarifas, porque fue a través de un sobrecosto para los usuarios que se generó el mismo”, puntualizó.
En contraparte, Asti detalló que el asunto no está relacionado en sí con UPM, sino que es indirecto. “El ferrocarril central se hace con o sin la empresa papelera”. Dijo, además, que en caso de ser utilizado para bajar tarifas, solo sería durante un año, porque es un recurso finito. “Técnicamente no es viable ya que se trata de un monto que se agotará pronto”.