UTE y el Ministerio de Defensa realizaron un acuerdo para mejorar los servicios eléctricos

Emaldi explicó la importancia de las compras que se harán en materia tecnológica

El Ministerio de Defensa Nacional y la UTE firmaron acuerdos con el objetivo de optimizar los recursos tanto humanos como materiales. A través de estos se pretende lograr una mejora en la calidad de los servicios eléctricos. La actividad se desarrolló en el Palacio de la Luz el pasado lunes y participaron el ministro de Defensa Nacional, Javier García; el subsecretario de la cartera, Rivera Elgue; y los integrantes del directorio de UTE encabezados por la presidenta Silvia Emaldi.

El acuerdo establece, entre otras cosas, que las líneas de alta tensión serán inspeccionadas por la Fuerza Aérea, y las tareas de poda y zanjado serán realizadas por el Ejército Nacional.

Emaldi habló con CRÓNICAS y afirmó que este convenio tiene el objetivo de habilitar una serie de proyectos específicos que se venían desarrollando desde hace tiempo con UTE y el Ministerio. También hizo hincapié en la importancia de mantener limpias las zonas cercanas a las redes, y el apoyo mutuo en situaciones de temporales “muy crueles” que cada tanto tienen que sobrellevar.

Asimismo, adelantó que en los planes de UTE está la compra de dos drones, así como de cámaras para los técnicos. El monto estimado para uno de estos drones es de US$ 750.000, que cuenta con cámara infrarroja y térmica, y con un software específico basado en inteligencia artificial. A través de esta tecnología, los técnicos de UTE pueden observar las distintas zonas desde un escritorio, sin necesidad de ir a todos los sitios. “Cuando se detecte que hay que intervenir en algunas de esas redes, se irá al lugar para hacer las reparaciones correspondientes”, declaró la jerarca.

Debido a esta inversión se tuvieron que evitar ciertos costos que tenían planificados, como la contratación de helicópteros e inspecciones más profundas.

Para el primer año se prevé la inspección de 1.000 kilómetros de líneas aéreas y para el segundo 3.500 kilómetros, lo que representa un 30% de las líneas de alta tensión y subtransmisión del Uruguay.