BCU vuelve a la tasa de interés como instrumento de política monetaria para dar “una señal más clara”

Diego Labat > “Política monetaria va a ser todo lo restrictiva que tenga que ser para construir credibilidad”

Foto: BCU

El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió volver al uso de la tasa de interés de referencia como instrumento de política monetaria, apuntando a dar “una señal más clara” a los agentes económicos del rumbo al que se apunta, según explicó el presidente de la entidad, Diego Labat. La política monetaria mantendrá de momento un sesgo expansivo por el contexto de emergencia sanitaria, pero en la medida que se normalicen las condiciones económicas se aplicará un talante más restrictivo.

Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl

Tal como había adelantado en varias oportunidades el presidente del BCU, Diego Labat, finalmente el Comité de Política Monetaria (Copom) resolvió ayer jueves, en una sesión extraordinaria, implementar el cambio de instrumento de política monetaria dejando de lado el control los agregados monetarios (regulando el dinero circulante) para pasar al manejo de la tasa de interés de referencia o Tasa de Política Monetaria (TPM).

Según explicó Labat en conferencia de prensa, la intención del cambio de instrumento es la de dar “una señal más clara” y que los agentes económicos logren tener una mejor impresión de a donde apunta la política monetaria.

En ese sentido, se fijó la actual TPM en 4,5% anual, un nivel que se entiende “consistente” con el contexto económico de emergencia sanitaria y la necesidad de mantener una trayectoria expansiva. “Este cambio de instrumento no cambia el talante” de la política monetaria, explicó Labat.

Sin embargo, adelantó que a medida se vuelvan a normalizar las condiciones económicas la TPM se moverá a un sesgo más contractivo, como forma de lograr que la inflación se encause dentro del rango objetivo. “La política monetaria va a ser todo lo restrictiva que tenga que ser para construir credibilidad”, agregó el jerarca.

Labat recordó que en la última reunión del Comité de Coordinación Macroeconómica (reunión del BCU y el Ministerio de Economía y Finanzas) se estableció bajar el rango objetivo a partir de setiembre de 2022 a entre 3% y 6%. 

Historia repetida

El manejo de la tasa de interés en la política monetaria no es nuevo en Uruguay. En 2007, durante el primer Gobierno de Tabaré Vázquez, el BCU pasó del control de los agregados monetarios al manejo de la tasa de interés. Sin embargo, luego de haber recibido críticas respecto a su efectividad, en 2013 el Gobierno de José Mujica resolvió volver al control de los agregados monetarios, en el que se mantuvo a la política monetaria hasta el día de ayer.

Una de las principales críticas al uso de la tasa de interés apuntaba entonces a que debido a la elevada dolarización de la economía uruguaya, el instrumento en la plaza local era poco efectivo para estimular o desestimular el ahorro o la inversión (ver recuadro). A propósito, Labat explicó que esta decisión, junto a otras que adoptará el BCU, implican “un compromiso con la desdolarización” de la economía local. “Es un camino que tenemos que recorrer para una mayor efectividad de la política monetaria (…). Es importante (la desdolarización) como complemento de este mensaje”, fundamentó.

El comunicado publicado por el BCU también destaca que la decisión de ayer forma parte de “los cambios que la comunicación de la política monetaria viene desarrollando en los últimos meses y apunta a dotar de mayor transparencia a las señales que la misma transmite al sistema financiero, de forma de anclar las expectativas de inflación en el mediano plazo”.

Pese al carácter extraordinario de la reunión del Copom de ayer, el organismo mantiene el calendario de reuniones que estaba programado, por lo que volverá a reunirse el próximo 24 de setiembre.


El juego de la tasa

El manejo de la tasa de interés es una política extendida entre varias economías a nivel internacional, y es utilizada por grandes bancos centrales como la Fed y el BCE. Con la utilización de este instrumento se busca incidir sobre el nivel de actividad y la inversión, así como en el sistema de precios de una economía.

Subir la tasa de interés encarece el crédito, por lo que se vuelve más atractivo el ahorro, desincentivando la inversión y, en consecuencia, contrayendo la actividad económica y generando menos presiones al alza sobre el sistema de precios. Así, elevar la tasa de interés se utiliza habitualmente para contener las presiones inflacionarias.

Por el contario, bajar la tasa de interés abarata el crédito, estimula la inversión volcando más capital a la economía y, en consecuencia, genera estímulos a la actividad económica.


Inflación volvió a desacelerarse y se ubicó por debajo del 10%

El Índice de Precios al Consumo (IPC) registró un crecimiento de 0,57% en el mes de agosto, cifra inferior al 0,88% que había registrado en igual mes de 2019, lo que implicó la tercera reducción consecutiva del indicador en términos anualizados, tras haber alcanzado el 11,05% en el mes de mayo. De acuerdo a la información difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el nivel de precios en la economía volvió a ubicarse por debajo de los dos dígitos en los doce meses cerrados a agosto, ubicándose en 9,79%.

Por su parte, al considerar el acumulado del 2020 se observa que el IPC registra un crecimiento de 7,99% en el período enero-agosto.

El aumento de agosto estuvo incidido mayormente por la división salud, que con un aumento de 2,45% en sus precios, incidió en 0,19 puntos porcentuales (pp.) sobre el indicador general. Esta suba se explica por aumentos en cuota mutual particular (+6,23%) y tickets de medicamentos (+1,46%).

Por detrás se ubicó Muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar, que aumentó 1,65% con una incidencia de 0,10 pp. en el IPC, que se debió a los aumentos en el servicio doméstico (+4,27%).

Recreación y cultura fue la tercera división con mayor aumento al registrar un encarecimiento de 1,34% que incidió en 0,08 pp. sobre el índice general, lo que se explicó por aumentos en Club deportivo y gimnasio (+8,58%).

Por su parte, la división Alimentos y bebidas no alcohólicas (la de mayor peso en el IPC) se mantuvo prácticamente estable en agosto, con una suba de 0,12%, lo que explica en un efecto compensatorio entre los aumentos de Frutas (+1,18%) y Bebidas no alcohólicas (+1,54%), y los descensos en los precios de las Carnes (-0,13%) y Legumbres y hortalizas (-1,41%).