Mundo tripolar y de integración ralentizada, pero que puede mostrar avances

Uruguay > Debe sincerarse con el Mercosur y firmar acuerdos comerciales

El Foro de Davos reflejó la presencia de un mundo “tripolar” y con tendencia a la desglobalización, donde según los expertos José Luis Curbelo y Luciano Magnífico existen tres grandes grupos: EEUU, China y el resto de los países. Sin embargo, estiman que las consecuencias negativas de la política del último año harán tomar conciencia a las autoridades internacionales y se revertirá –al menos en parte- el espíritu proteccionista.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

Esta semana tuvo lugar en Davos, Suiza, el tradicional Foro Económico Mundial, donde diversos líderes mundiales se reúnen anualmente para dialogar y debatir los principales temas en política y economía del planeta. Esta edición, que no contó con el glamour de eventos anteriores, sirvió para advertir que nos encontramos frente a un mundo que se muestra como “tripolar” y con una tendencia a la “desglobalización”.

En diálogo con CRÓNICAS, Curbelo y Magnífico dieron su postura respecto a este nuevo mundo, cuestionaron algunos aspectos y mostraron una cuota de optimismo respecto al futuro.

Para el primero “es un tanto arriesgado” hablar de desglobalización, aunque señaló que “no se puede desconocer” que el proceso de integración exponencial entre economías que se ha vivido desde hace décadas “se ha, al menos, ralentizado”. Magnífico, coincidió en esa idea, al justificar que el contexto actual “constituye uno de los momentos más bajos para la interacción comercial de los últimos años”.

De esta manera, ambos se refirieron al mundo “tripolar” identificando a tres grandes grupos: EEUU, China, y un grupo “bastante heterogéneo”, de acuerdo con Magnífico, conformado por el resto de los países. El economista incluso dividió a este último en dos: por un lado, países que han salido a buscar nuevos mercados para sus productos para compensar la ausencia de los dos líderes comerciales por excelencia, y por otro, los que han optado por mantenerse en una posición más expectante. “Lamentablemente, si bien en algunas declaraciones parece que se pretende demostrar lo contrario, Uruguay parece más bien parte de este segundo grupo”, opinó Magnífico.

Volver al futuro

Respecto a qué  puede esperarse para el corto y mediano plazo, Curbelo sostuvo que, en lo inmediato las potencias referenciales se ven preocupadas por cuestiones internas o regionales, las cuales “ocupan una agenda que antes se reservaba para llevar adelante políticas con una mirada más amplia”. Ejemplos de esto son el Brexit para la Unión Europea, el cierre parcial que hace un mes mantiene el gobierno estadounidense, o la desaceleración del crecimiento económico de China.

De esta manera, el experto afirmó que “todo parece indicar” que 2019 “se atendrá a las pautas más recientes de relacionamiento entre los más poderosos” y no se generarían “grandes acercamientos” que retrocedan en un aparente distanciamiento.

Magnífico, por su parte, mostró una visión más a mediano-largo plazo. Según opinó, frente a reacciones negativas a nivel de mercado global ante indicadores por debajo de lo esperado de China, el escenario “debería comenzar a mostrar ciertas señales de cambio a lo largo de 2019”. Continuó agregando que este eventual cambio “probablemente” no conduzca a la situación previa a la aplicación de los aranceles por Estados Unidos, “pero sí a un desarrollo algo menos distorsionado en materia comercial”.

Problemas propios

De acuerdo con el análisis de Magnifico, el posicionamiento de Uruguay frente a este panorama deja mucho que desear. Fundamentó que el país “continúa con una posición bastante tímida” donde “no se evidencia ninguna señal concreta de avance ni de intentos por mejorar la posición” en materia de acuerdos comerciales.

Sin embargo, reconoció que algunos integrantes del gobierno, así como también precandidatos a la Presidencia, se mostraron a favor de materializar dichos acuerdos.

Valoró que el salir a negociar con otros países es “una gran oportunidad”, pero la realidad del país es que está condicionado mayormente por su “indecisión” y por “las enormes trabas internas”. “Es imperativo lograr consensos internos, generar una agenda de objetivos en materia comercial y por sobre todas las cosas, hacer los esfuerzos necesarios para cumplir con dicha agenda, pagando los costos políticos que se deban pagar”, reflexionó.

En cuanto al proceso de “flexibilización” que estaría mostrando el Mercosur, Curbelo opinó que Uruguay debe tratarlo como un aspecto prioritario. “En un escenario de aparente sinceramiento a nivel regional, con Brasil y Argentina a la vanguardia del reconocimiento de las falencias del Mercosur (…), Uruguay debe sumarse a esa tendencia y comenzar a procurar los mecanismos que le permitan negociar bilateralmente con naciones y regiones extra-bloque”, concluyó.


Acuerdo entre EEUU y China es poco probable

El mundo está expectante a que las dos grandes potencias, EEUU y China, resuelvan el conflicto arancelario en el que se encuentran, para que la economía mundial mejore.

En este sentido, Magnífico y Curbelo no dieron muchas esperanzas de que se llegue a una solución.

Magnífico argumentó que la rapidez con la que se llegue a una solución dependerá de “la marcha que vaya teniendo la economía” y de qué tan velozmente llegue la desaceleración generalizada a nivel mundial, producto de la propia desaceleración en la economía china.

Curbelo, en tanto, comentó que “no sería razonable” esperar un acercamiento ostensible en el corto plazo entre ambos países. Más aún si se tiene en cuenta que ambos tienen una “compleja agenda interna” que atender, la cual “les ocupará gran parte del tiempo y las energías en el horizonte más cercano”.