Finanzas para todos: la importancia del conocimiento para el futuro

Se acercan las elecciones nacionales y como es natural, dados los resultados de los últimos años de pruebas internacionales que evalúan la calidad de nuestra educación, este es uno de los temas centrales de la campaña. Tal como reza la frase de Benjamin Franklin, no hay mejor inversión  que aquella en educación. 

Por Carlos Saccone | @Carlossaccone

Los frutos se ven con el tiempo, desde el desarrollo económico hasta la seguridad ciudadana; todos estos temas están relacionados a la fortaleza y calidad de la educación, de acuerdo a muchas investigaciones académicas. En Uruguay se formó incluso una organización no política (EDUY21) con referentes de la sociedad, quienes han propuesto caminos para reformar la educación, los que -en mayor o menor medida- han sido recogidas por los diferentes partidos políticos.  En definitiva, es un tema que, sin duda, preocupa a una amplia mayoría de la sociedad.

Una parte central de “la educación” debe referirse a la educación financiera. La educación financiera abarca desde temas relativamente simples, como el manejo del dinero en un niño o adolescente, hasta algunos más sofisticados, como el desarrollo del mercado de capitales o planes de retiro. En todos ellos existe en el Uruguay mucho para avanzar todavía. ¿Tenemos claro cuál es la tasa de interés cuando tomamos un préstamo? Más aún, ¿tenemos los ingresos suficientes como para afrontar la cadencia de cuotas de ese préstamo? ¿Y la tarjeta? Si no pago en fecha, ¿cuál es la tasa de interés? O sea, ¿cuánto me cuesta no pagar en fecha?

O por el contrario, un tema que nos ha ocupado en más de una oportunidad en esta columna: ¿por qué no existe un mercado de acciones en Uruguay? Una de las razones es, sin duda, la inexistencia de una cultura de mercado, algo que empieza a promoverse desde la educación.

En este sentido, también es de orden remarcar iniciativas muy valiosas que hay en Uruguay, como la del Banco Central (BCU) ‘BCU Educa’, el programa de educación económica y financiera de dicha entidad. De acuerdo a su sitio web, “su objetivo es promover y desarrollar la educación y cultura económica y financiera de la población uruguaya. Desde 2012, ‘BCU Educa’ lleva adelante acciones para instalar en agenda las temáticas que trata, e incluirlas en los planes de enseñanza escolar, liceal y formación docente.[1]

Sin duda, una gran iniciativa que hay que potenciar y aumentar su alcance, tal como lo ha hecho la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) con la iniciativa “Federal Reserve Education”[2] para “equipar educadores, educar estudiantes y empoderar consumidores”.

Por su parte, el Banco de Inglaterra también cuenta con un excelente programa de educación incluso más amplio que el de la Fed. Gracias a la iniciativa del Bank of England en educación[3] es posible incluso solicitar a un experto que asista a un centro educativo público a explicar conceptos básicos. ¿Quién mejor que alguien que pertenece a la propia autoridad monetaria del país? Lo que hace el Banco de Inglaterra es poner a disposición de educadores y estudiantes un abanico de recursos que van desde los oradores mencionados hasta tips para alcanzar el “bienestar financiero”. Este, lejos de estar asociado a la “riqueza”, está mucho más relacionado a la salud de mis finanzas en el sentido de la previsibilidad de mis flujos, endeudamiento en niveles afrontables y planificación a largo plazo

En los últimos días trascendió también una iniciativa en México, que reúne a la Bolsa de Valores de aquel país (BIVA) junto a los principales bancos e instituciones educativas terciarias que han coordinado un programa educativo para promover la educación financiera y el mercado de valores: el Instituto BIVA.

Como vemos, el mundo se mueve, avanza, y los estados promueven y diseñan políticas en conjunto con organizaciones privadas para crecer y mejorar en educación financiera, y así el bienestar de sus habitantes. Como en otros temas, si nos quedamos quietos no vamos a estar en el mismo lugar, sino que todavía más atrás. Por tanto, hay que ir por más y profundizar lo existente.

Finalmente, y a modo de reflexión, no caben dudas que al avanzar en programas de educación financiera colaboraremos en la construcción de una sociedad más responsable, sana  y dinámica desde el punto de vista económico.

 

[1]www.bcueduca.gub.uy

[2]www.federalreserveeducation.org

[3]www.bankofengland.co.uk/education