“La izquierda puede perder el gobierno pero no la lucha social”

Óscar Andrade, secretario general del Sindicato Único de la Construcción


El secretario general del Sunca, Óscar Andrade, aseguró que la izquierda “paga 10 veces más caro” las acciones que cuestionan su ética. En lo que refiere al caso de nepotismo en ASSE, el dirigente opinó que “era mucho más sensato haber aceptado la renuncia -de Muñiz- el año pasado que hacerla renunciar ahora”. A su vez, dijo compartir  la frase de Sendic “si es corrupto no es de izquierda”, y estimó que la lucha social es igual de importante que la política. Por otra parte, remarcó que la situación de la construcción actual no es crítica y, acerca de la prevención de conflictos laborales que la firma UPM solicitó al gobierno para la construcción de su nueva planta, Andrade señaló: “Si hay incumplimientos adentro, el sindicato va a luchar y ellos lo saben”.


El Menú En la agradable cava de Panini`s la animada charla se extendió por casi dos horas y media. En este marco, el secretario general del Sunca, Oscar Andrade, optó por almorzar bife ancho, un corte de 300 gramos madurado, acompañado de gratén de papas y parmesano, con salsa roti, hongos y echalotte; acompañado por agua mineral.


Por María Noel Durán | @MNoelDuran

-Como integrante del Partido Comunista, ¿qué reflexión hace de lo acontecido en ASSE?

-Tiene un montón de puntas complejas. Lo positivo es que existe una mayor presión social acerca de poner sobre tela de juicio cualquier privilegio de la vida política. Reafirmar la idea de que la acción política tiene como cometido el bienestar de la mayoría. Es bueno que todo se ponga en el debate, las estaciones de servicio y las intendencias, la contratación de empresas de amigos y familiares, la no rendición de viáticos; hay que dar respuestas.

Así como es necesario que otros aspectos que no se cumplen, se cumplan, como el no ingreso de personas con discapacidad, que es algo que éticamente nos tendría que doler. Así como es absurdo poner trabas por edad, que sin importar cuál sea tu experiencia, no puedas trabajar si tenés más de 40 años.

Una segunda reflexión, como usuario de ASSE, y sé que más del 90% del personal está al sur del Río Negro, pero solamente desde la ignorancia se puede comparar la realidad de la Salud Pública hoy frente a la de hace 12 años, cuando los hospitales se caían, literalmente, a pedazos. Estar en salud pública era casi una condena.

Hoy el Pereira Rossell es referencia, y la calidad asistencial promedio es la más pareja en la historia; esa relación era de 100 a 30 entre mutualistas y salud pública y hoy es de 100 a 85. Es verdad que la salud está mercantilizada, los médicos no quieren ir al Cerro si pueden trabajar en otro lado; es una circunstancia compleja.

Susana (Muñiz, ex presidenta de ASSE), puso el cargo a disposición desde que comenzaron las acusaciones el año pasado. Era mucho más sensato aceptarle la renuncia el año pasado que hacerla renunciar ahora. Es claro que el vicepresidente entra en una falta ética si contrata a la nuera para secretaria, porque sabe que no se debe hacer, aunque lo que sucedía antes fuera peor.

Yo conozco formas de clientelismo pornográfico, donde la persona seguía trabajando en función de los favores que les hiciera a los demás; eso no justifica lo que se hizo ahora. Yo hubiera preferido toda la vida que se tomara la decisión de cambio de Directorio en una circunstancia diferente.

Se le cuestiona a Susana (Muñiz) la contratación de las ambulancias, pero eso ocurrió en el Directorio anterior cuando ella no estaba, y además son las únicas que se pueden contratar porque no hay otras en la zona.

-¿Se le achacaron todas las culpas a Muñiz?

-Sí, parece que ASSE no hubiera tenido mejoras. Hoy hay medio millón de uruguayos que elegimos estar en ASSE; es algo que nunca antes había pasado y de eso no se habla. ASSE tiene una prensa maldita, pasó también con el Mides, parece que todo lo que hicieran está mal.

-El FA prometió “terminar con el acomodo”, sin embargo, hubo nepotismo en ASSE, desprolijidades en Ancap, y da la sensación de que sucediera lo mismo que gobiernos de otros partidos…

-La pagamos 10 veces más caro. Da la sensación, pero yo creo que no es igual. Antes, para sacar una jubilación o conseguir una casa del Banco Hipotecario tenías que abrir un club político, era algo natural. No hay duda que ahora se institucionalizó que al Estado se ingresa por concurso, y la noticia puede ser que haya un concurso mal hecho. Es evidente que ha habido un cambio en la gestión pública que democratizó el Estado, claro que no es suficiente.

Repito, no es igual, pero la izquierda lo paga 10 veces más caro porque sostuvo ese discurso.

La política no puede ser un privilegio, no se puede pensar como una carrera. La condición salarial no puede ser extravagante, hay señales que la izquierda tiene que reforzar.

“Los autoconvocados no hicieron una sola mención a los 100.000 trabajadores rurales”

-¿Se derrocó la frase de Sendic: “Si es de izquierda no es corrupto”?

-Yo creo en esa frase de Sendic, si sos de izquierda no podes ser corrupto y si sos corrupto, en ese momento, dejaste de ser de izquierda. Podes ser de derecha y ser un loco muy honesto, pero las políticas de derecha entienden que el privilegio es lo natural. Es el punto de partida para definir la izquierda y la derecha en el mundo.

¿Estamos vacunados en contra de tener militantes que pierdan la perspectiva global y pasen a pensar en la individual? No, claro que no, pero sí creo que la llegada de la izquierda al gobierno implica más transparencia de la que había, aunque es necesario que haya más.

No tengo familiares en la esfera pública, mi vieja vende repasadores puerta a puerta, creo que una parte del partido se juega en el ejemplo cotidiano.

Del otro lado del mostrador, Herrera murió pobre, tuvo una lógica de austeridad durante toda su vida y creo que esas son tradiciones que hay que recomponer.

-«Luego de perder casi 26 mil puestos de trabajo en cuatro años, la construcción no se reactiva. Completó en 2017 el peor primer semestre de la década», dijo el operador Julio Villamide y lo reafirmó el Ceeic (Centro de Estudios Económicos de la Construcción). ¿Cómo analiza la actualidad del sector?

-La industria de la construcción es cíclica en el mundo. Del 2011 al 2014 tuvimos el mayor nivel de inversión pública en la historia del país. A su vez, tuvimos la construcción de la segunda planta de celulosa, también el mayor nivel de inversión en Punta del Este que llegó a ocupar a 14.000 personas, también un boom en la costa y hubo también más obras de infraestructura, por ejemplo, en parques eólicos. Cinco de los motores principales de la industria estuvieron al 150%, lo que se tradujo en que los 30.000 puestos de trabajo estables que había tradicionalmente llegaran a ser 70.000 en el pico más alto. Ninguno de los que conoce la construcción pensaba que se podía estabilizar este nivel.

En la crisis, en 2002, hubo 15.000 trabajadores ocupados. Pero si comparamos con los años que mencionaba, el 2017 es el peor; depende del cristal con que se mire. Yo no creo que podamos volver a los 70.000 trabajadores, quizás podamos llegar a los 50.000; hubo una caída muy pronunciada a fines de 2016 pero ahora se viene una meseta. Yo polemizo en que 45.000 es una crisis; entonces ¿qué dejo para cuando son 15.000? Espero que no vuelva a pasar.

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-Se espera que la nueva planta de UPM sea un trampolín que impulse esos números de los que hablábamos anteriormente. ¿Qué se aprendió de lo sucedido con la primera planta? ¿Cómo se encuentra el sindicato bajo el ultimátum que pidió la empresa en relación con la paz laboral?

-Los picos de empleo los quiero todos. Antes de pensar en qué va a pasar después de la obra, hay que pensar en qué pasaría si la obra no estuviera.

La normativa uruguaya no está pensada para plantas de estas características. En Uruguay, el alojamiento es problema del que va a trabajar ahí, pero en una obra que tiene 6.000 trabajadores es obvio que se va a necesitar personal que no viva en la zona. Esto redunda en que se disparen los precios de los alquileres y que los obreros vivan hacinados. En Fray Bentos esto fue dramático, había 25 viviendo en una pieza; eso se revirtió en Montes del Plata. Allí tuvimos que aprender para hacer campañas de sensibilización en torno a los prostíbulos y las enfermedades de transmisión sexual, algo que no se nos había ocurrido y que también fue muy complicado.

Por otra parte, nosotros tenemos un protocolo de prevención de conflictos en la industria de la construcción. La inmensa mayoría de los conflictos con Montes del Plata fueron ocasionados por incumplimiento patronal… Una empresa chilena que les prohibía afiliarse al sindicato, violaciones de seguridad e higiene de todos los colores, eso está documentado. Entonces, lo que hay que hacer es trabajar sobre esos incumplimientos. No aceptamos una mirada hemipléjica del problema. Si vamos a discutir relaciones laborales, discutamos condiciones recíprocas de garantías de negociación, donde voy a estar seguro de que no hay despidos arbitrarios porque existirá una negociación previa. Si hay incumplimientos adentro, el sindicato va a luchar y ellos lo saben.

-Este año, nuevamente, es tiempo de negociaciones salariales. ¿Qué espera el PIT-CNT?

-Esperamos que se haga un esfuerzo en los salarios más sumergidos; ahí tiene que haber una atención diferencial. Es cierto que el salario mínimo ha mejorado mucho en Uruguay, pero con $13.000 por mes está difícil llevarla.

Mejoró el salario de US$ 40 que había en 2004 pero es bueno que haya una señal en este sentido. Yo me concentraría en que se garantizaran libertades sindicales mínimas, no puede ser que un dirigente sindical no pueda hacer una asamblea, eso no puede ocurrir más.

Los autoconvocados no hicieron una sola mención a los 100.000 trabajadores rurales, y la Federación Rural y la Asociación Rural se retiraron de las negociaciones cuando hubo que negociar el salario el año pasado. ¿Esos 100.000 trabajadores no son el campo? Parece que solo son la mochila del salario. Entiendo que los pequeños productores se ven muy perjudicados, pero hay que discutir también qué pasa con los trabajadores.

“¿A quién representa (Esteban) Valenti? Solo a él, y a eso hay que darle el valor que tiene”

-Dejó la banca parlamentaria en 2017 para dedicarse de lleno al Sunca. Igualmente señaló que hay que dar la lucha parlamentaria. ¿Le gustaría ser el encargado de darla?

-La estamos dando ahora. Llevamos más de 300.000 firmas para que se apruebe la ley de empleo para personas con discapacidad. La lucha parlamentaria ayuda a que algunas demandas sociales se pongan sobre la mesa.

Por poner un ejemplo, nosotros no tenemos una muerte en la industria desde el primer semestre del año pasado. Yo trabajé en una industria que tenía 20 muertes por año. Una vez que se estableció la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial, que penó como un delito a estos siniestros, no hubo más accidentes. Hay 20.000 accidentes menos, algunos no lo quieren reconocer y otros lo hacen por lo bajo, pero el problema era la seguridad.

Yo me muero enfermo, anímicamente, si en un conflicto estoy en el Parlamento y no puedo dar la lucha. Yo creo que el sindicato puede tener problemas con cualquier partido político, pero creo que para el movimiento sindical es mejor un gobierno con determinada sensibilidad hacia los trabajadores; que crea eso no significa que supedite la lucha sindical a lo que el gobierno me diga. Ha habido un avance, claramente, pero no significa que de acá en más puedan hacer lo que se les cante.

Lo que más me pesó de renunciar a la banca es que la inmensa mayoría del partido votó para que me quedara, por lo que era una renuncia indisciplinada.

No es heroico renunciar a la banca, porque las bancas no son de las personas. Nosotros tenemos la campaña más barata de todas, es a pulmón, no salimos en la televisión, nuestra banca es del militante que se rompió el lomo y el dinero debe ir para el partido. Yo se lo dije a Gonzalo Mujica, no seas malo, estabas en el lugar ocho, claramente no es tuya la banca, nadie votó para que te fueras por ahí, pero bueno. Me costó más asumir y dejar el gremio que renunciar; no dejas nunca, pero era dejar y yo estoy en la dirección del gremio desde los 21 años. Ese es mi lugar en el mundo, no me parece que haya un lugar mejor.

-Esteban Valenti aseguró que el Sunca tiene la práctica habitual de parar las obras por cualquier motivo para extenderlas, y culpó a la gremial por el juicio que la empresa Hyundai le inició a UTE. ¿Qué piensa sobre la parte que le toca al sindicato?

-Esa idea es más vieja que el agujero del mate y es de las cabezas más conservadoras. El problema que generó el retraso más grande en Hyundai es Calpusa, una empresa mediana que agarró una obra muy grande y no podía pagar los sueldos. Hyundai y UTE estuvieron meses en un litigio judicial. Meses después entra Saceem para hacerse cargo de la obra. El sindicato no tuvo nada que ver, solo garantizar que no haya pérdida de puestos de trabajo cuando tomara Saceem la obra. Suponer que acordamos los conflictos para extender las obras es una miseria. Una acusación de ese tipo se tiene que hacer con pruebas.

Está bravo el delirio de Valenti, pero está claro que de tantos disparates que tirás por las redes sociales, algo queda. Da tristeza que venga de alguien que estuvo cerca del progresismo, pero ¿a quién representa Valenti? En un momento estuvo muy vinculado al FLS (Frente Líber Seregni), luego lo desvincularon de ese partido y hoy solo se representa a él, y a eso hay que darle el valor que tiene.


Pagarla más caro

Para Andrade, el tercer gobierno de izquierda fue “el más complicado, por lejos”, y le atribuye esto a las medidas económicas que desde la región se aplican y presionan al gobierno. “Hasta ahora ha resistido, no se han recortado las políticas sociales ni los derechos laborales, y con tironeos se han sostenido las políticas salariales”, indicó el secretario del Sunca.

Además, reconoce que el gobierno del Frente Amplio no puede ser gobierno para la gran mayoría sino con la gran mayoría. “No alcanza con atender la política, hay que organizarse para que las cosas se hagan”, sostuvo. “El individualismo es igual o peor que hace 12 años”, apuntó y afirmó que los pequeños comerciantes, por ejemplo, piensan que están mejor gracias a su propio esfuerzo y que en esto no inciden las políticas gubernamentales.

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“A un gobierno de izquierda que tiene más de la mitad de la población pobre con discapacidad, te tiene que interpelar, que uno de cada 10 termine el ciclo básico te tiene que remover las tripas” señaló y agregó que “no alcanza con enumerar las cosas que se hacen bien”.

A su vez, el dirigente sindical fue crítico con el manejo que el partido de gobierno hizo sobre el caso Sendic. “No lo pudimos manejar peor”, reflexionó. “Dos tercios de los cargos de confianza son de las intendencias de Cerro Largo y Maldonado, por ejemplo -incluso ediles procesados por narcotráfico-, pero el caso de la izquierda siempre se paga más caro”, sostuvo.

Por otra parte, Andrade, se refirió a la carrera por el cuarto mandato de izquierda del FA. A pesar de la intención de sus seguidores, Andrade prefiere permanecer en el Sunca pero sí aboga porque una empleada doméstica o un trabajador de la construcción pueda ser presidente de la República. “La lógica de `M´hijo el dotor´ lo rompió Mujica y de los Santos en Maldonado, pero son personas excepcionales”, comentó.

A su vez, resaltó que de querer construirse un candidato que seduzca a los sectores más conservadores, él no puede ni pensarse como candidato. “Mujica fue candidato porque se querían acelerar los cambios”, agregó sobre las estrategias a las que debe enfrentarse el partido de gobierno.

Para Andrade, es fundamental que los militantes de izquierda comprendan que la lucha se lleva adelante “espalda con espalda”. “Hay compañeros que te dicen ´con todo lo que les dimos´ ¡No! No hablamos del otro, yo soy el otro, todos luchamos juntos y eso es fundamental”, reconoció.

“Yo si es por mí, muero militando en el gremio de la construcción. La lucha social es igual de importante que la lucha política”, y concluyó: “La izquierda puede perder el gobierno pero no la lucha social”.