Yamandú Orsi: “Que el presidente promueva una candidata es gravísimo desde el punto de vista constitucional, pero ya se volvió una práctica”

Yamandú Orsi, candidato a la Intendencia de Canelones por el Frente Amplio


En medio de una álgida campaña electoral que lo tiene como favorito, el candidato a la intendencia de Canelones, Yamandú Orsi, apuesta a la reelección y analiza la campaña en un contexto de emergencia sanitaria y en la antesala de una crisis económica que, él presume, será peor que la que atravesó el país en el año 2002. En este marco, opinó sobre los lineamentos del presupuesto presentado en las últimas horas por el gobierno y fue crítico con la “austeridad selectiva” que, para él, propone la ley. “La ortodoxia no cae bien en momentos de excepción”, opinó al respecto de los recortes que el gobierno liderado por Lacalle Pou propone desde la campaña electoral y que planea aplicar en el actual contexto de emergencia sanitaria. A su vez, Orsi conversó con CRÓNICAS acerca de la contienda electoral en su departamento y en la capital y aseguró: “Que el presidente esté promoviendo una candidata es gravísimo desde el punto de vista constitucional, pero ya se está volviendo práctica”.

La última entrevista que concedió a CRÓNICAS fue publicada el 20 de marzo, cuando recién se instalaba la emergencia sanitaria en el país. ¿Cómo vivió la etapa de confinamiento voluntario y esta nueva normalidad?

Muy expectante, porque no sabíamos qué estaba pasando. Hubo de todo: miedo, dudas y expectativas acerca de cuándo nos iba a golpear esa ola que estaba pasando por Europa, pero después fue decantando en la convicción de que veníamos bien, de que el manejo fue el correcto. Nos fuimos tranquilizando.

¿Cómo evalúa el manejo que hizo el gobierno de la emergencia sanitaria y de la crisis económica?

Creo que el manejo de la emergencia sanitaria ha sido acertado. Para el tema de la crisis económica habrá que esperar, pero creo que vamos por un despeñadero. Esto va a ser fatal porque la crisis es así, pero también porque las recetas a rajatabla que se intentan aplicar en la economía van a contrapelo de lo que el mundo está haciendo hoy; incluso el mundo más liberal, el europeo.

Están convencidos de que es por ahí, aplican lo que tenían pensado desde la campaña electoral como si no estuviera pasando nada, cuando es al revés. Espero que les dé el tiempo de corregir y que tengan la flexibilidad para darse cuenta que la ortodoxia no cae bien en momentos de excepción.

¿La postergación de las elecciones puede incidir en los resultados de las municipales?

No, va a ser parecido. Puede cambiar un poco en virtud de que algunos posibles candidatos consiguieron un cargo en el gobierno nacional, como hubo muchos casos, pero creo que el comportamiento electoral no va a tener demasiados cambios. Vamos a llegar todos cansados por este periodo electoral eterno, sobre todo la ciudadanía.

¿Preocupan los buenos números de Raffo que traslucen las encuestas en Montevideo?

No son buenos números. Que con el apoyo del gobierno nacional tenga un techo de 35% no me parece nada bueno.

Es lógico de acuerdo al comportamiento del votante montevideano, pero que con todos los partidos juntos no logre un 40%…

Luis Lacalle tuvo un 28% en octubre y, para poder ganar, juntó a toda la coalición multicolor y logró superar ese porcentaje. Aplicando lo mismo, a rajatabla, con la coalición, en Montevideo Raffo no pasa el 35%. Además, con la exposición mediática que tiene ella desde hace años y el manejo que tiene de los medios, yo creo que no es bueno, por eso me preocupa bastante menos.

¿Cómo ha visto el desarrollo de la campaña?

Depende el departamento. Montevideo viene movidito hace un tiempo, desde la decisión del propio presidente de promover a Raffo. Falta el periodo del remate, el más intenso.

Fue crítico con la departamental de Montevideo del Frente Amplio que decidió no debatir…

Me equivoqué. Le atribuí a la departamental una decisión que nunca tomó. Sí fui crítico y no me gustó la decisión de no debatir, o peor, la de no hablar con el presidente. Que el presidente esté promoviendo una candidata es gravísimo desde el punto de vista constitucional, pero ya se está volviendo práctica.

Si alguien quiere conversar se puede reunir a solas y que no pase nada, el tema es que se pretendió hacer de las reuniones con el presidente un plus electoral como hizo Raffo o el presidente. De un error cometido por el gobierno, caímos en otro error al negarnos a conversar cuando esa no debe ser nunca la línea de trabajo.

¿Habría debate en Canelones?

Si debaten todos sí, yo para levantar a otros no estoy. Hay por lo menos siete candidatos a intendente en Canelones. Si debaten todos yo estoy de acuerdo, y si se debate en todos los departamentos del Interior del país; hablando del debate en serio y en todos los escenarios posibles.

Debatir con uno solo para promover a uno no, tampoco podemos ser tan ingenuos. El debate como práctica me parece bueno pero como sé que también es una práctica electoral, sería muy ingenuo de nuestra parte caer en la estrategia de otros. Tiene que ser una decisión republicana y eso depende de que los partidos decidan hacerlo en todo el país, yo no voy a ser funcional a la campaña de otro.

¿Está presente el debate de ideas en la campaña?

Es difícil que en una campaña esté presente el debate de ideas. Yo estoy de acuerdo con eso, pero en la campaña se presentan propuestas electorales o imagen, las ideas se debaten en otro momento de la vida política. En la campaña todo se maneja desde empresas de marketing político, así está instalado desde hace años y ahí el tema de las ideas pasa a segundo plano; es lamentable pero es la lógica electoral.

¿Que el gobierno departamental sea oposición al nacional puede dificultar las gestiones municipales?

Ese es un error de concepción gravísimo y muy peligroso que tienen algunos actores políticos. Si yo estoy en un gobierno departamental, como estuvieron 12 gobiernos blancos durante el último periodo de gobierno del FA, lo que hago es gestionar, el que es oposición es el partido político.

Yo tengo que hacerme cargo de articular con el gobierno nacional porque nuestro objetivo es la gente, esa es una visión republicana. Visualizar desde un gobierno departamental que soy oposición u oficialismo al gobierno nacional es un error ideológico tremendo y muy peligroso. Ese discurso que he escuchado de: “voten por nosotros porque vamos a andar bien con el gobierno”, le hace mucho daño a las instituciones pero fundamentalmente al partido de gobierno porque lo deja como un partido irresponsable.

Una gran parte de los ingresos de la Intendencia, particularmente del segundo semestre, dependen de las partidas del gobierno, ¿se están cumpliendo? ¿Cómo está la situación financiera?

Sí, se están cumpliendo. Incluso en el presupuesto se prevén recortes que a todos nos van a golpear pero el compromiso del gobierno es que las partidas van a llegar en tiempo y forma.

¿Qué le parecieron los lineamientos del presupuesto enmarcado en la austeridad que propone el gobierno?

Austeridad en algunos lados porque en el Ministerio de Defensa no. Me parece muy bien que los soldados cobren más, pero no oí hablar nada de la reforma de la Caja Militar que nos lleva US$ 500 millones al año. Son recortes selectivos y tienen que ver con una concepción. Siguen con la misma idea de que el gran drama del país es el déficit fiscal y que todo lo demás tiene que estar supeditado a eso. Esto es bien herrerista, muy honesto desde el punto de vista intelectual, no hay sorpresas; la idea es achicar fundamentalmente el papel del Estado. Dicen que la intención es evitar el despilfarro, y si bien es cierto que el déficit fiscal es importante, los mueve el concepto de un Estado con menos poder acción del que ahora tiene. Yo no comparto, pero es la vieja historia del Estado benefactor versus el mercado que todo lo arregla.

Dentro de la continuidad de su gestión, ¿qué aspectos le gustaría fortalecer en una nueva administración? 

Hoy el tema del empleo toma un peso fundamental. Ahora, el apoyo a la acción social cobra otro énfasis, así como también la promoción de la inversión.

¿Qué cosas haría de otra forma?

Lo que viene saliendo bien hay que mantenerlo, pero en las acciones concretas de infraestructura habría que ir con más puntería a lo que es la vulnerabilidad barrial. No es solo cuestión de un techo, sino de llegarle con todo el aparato del Estado para resolver, por lo menos transitoriamente, los problemas de nuestra gente. Recordemos el plan siete zonas del Ministerio del Interior, donde se llegaba con todo: con gestión ambiental, obras, desarrollo social, todo junto a un barrio. Es una forma diferente de consolidación barrial; llegar a los lugares que están peor con todo el aparato departamental para dar una solución mucho más integral.

¿Esto sería en coordinación con los ministerios, a nivel de gobierno nacional?

Sí, sin dudas, eso ya se está haciendo y es una fortaleza que hay que saber utilizar, y para eso hay que ser muy humilde y muy respetuoso de lo que votó la mayoría del país. Yo me voy a tener que alinear y cooperar para que esas cosas salgan bien.

¿Cómo evalúa el rol del FA como oposición en estos meses?

El FA sabe hacer oposición. Hay una experiencia larga y hay que volver a esa forma de trabajar, que es propendiendo cosas, no solo quejándonos y resoplando. Hoy no es problema. Cuando el propio presidente comete el exabrupto de decir que el FA anda como bola sin manija se equivoca por su investidura, básicamente, y porque no conoce lo que ha sido el FA a lo largo de su historia.

Siempre perdíamos y seguíamos militando, nos tocó ser gobierno y llevamos nuestra propuesta. Ahora nos toca estar en la vereda de enfrente y seguimos trabajando. El ámbito natural es el Parlamento y creo que ahí se ha hecho un buen trabajo. Solo hace falta ver ejemplos vecinos para constatar cómo se puede hacer oposición y cómo la hacemos nosotros. Lo primero es no descalificar, no atribuir intenciones que rozan con los temas personales, ser críticos y, con la misma firmeza, ser capaces de llegar a acuerdos. No tiene mucha ciencia y el FA tiene experiencia en eso. No teníamos experiencia en el gobierno y ahora sí. Creo que no va a ser un problema, pero sí hay que tener mucho respeto y ahí es donde tenemos mucho para dar.

¿Ve figuras renovadoras en el FA? 

Sí, están en el Parlamento y se los ve. No son los veteranos de siempre y vienen con fuerza: Mario Bergara, Oscar Andrade, Cristina Lustemberg, Alejandro Sánchez, Charles Carrera. Nos estamos acostumbrando a ver otros actores que vienen a sustituir a la otra barra, a los veteranos.

En su caso particular, ¿se proyecta corriendo, por ejemplo, la carrera hacia la presidencia en un futuro?

No me proyecto mucho más allá de estos cuatro años. Si no hacemos las cosas que tenemos que hacer en momentos complejos en la vida del país, el futuro es muy incierto. Si el año 2024 estaba lejos, ahora está mucho más.

El próximo año, y quizás también el siguiente, vamos a andar como atravesando el desierto. Hay que sostenerse como nación y que nuestra gente banque lo que va a ser una crisis complicada. Cualquier distracción te mata, y más si te toca asumir la responsabilidad de intendente. Después se verá que pasa. No me imagino abandonado la política, así que en algún lado vamos a estar.

¿La crisis puede ser peor que la del 2002?

Es peor porque esto es mundial, porque la economía del mundo se contrajo. Aprendimos mucho y quizás eso nos ayuda. Hoy tenemos un Estado que, por la acumulación que hubo, permite sortear mejor los problemas. Hay un sistema integrado de salud, una seguridad social con más cobertura, un sistema de conectividad que nos permitió trabajar durante la pandemia… Todo lo acumulado durante estos años hoy se está usando para bien, así como también la solidez financiera del país. Eso nos permite estar mejor parados como país pero a nivel mundial la cosa es mucho más dura y de la región ni hablemos.