Arizti: “Aspiramos a que los actores sociales se pongan de acuerdo en reformular la Ley de Negociación Colectiva”

Cumplir > Con las observaciones de la OIT

El exviceministro de Trabajo y Seguridad Social, y actual asesor de Luis Lacalle Pou, Mario Arizti, dialogó con CRÓNICAS sobre la próxima ronda de negociaciones salariales. De esta manera, calificó a la negociación colectiva como un instrumento “formidable”, y analizó los lineamientos presentados por el gobierno, como así también las propuestas de la fuerza política que representa.

Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo

– ¿Cómo observa el Partido Nacional la próxima ronda de los Consejos de Salarios?

– Los Consejos de Salarios son una forma de negociación colectiva muy importante para el Uruguay. En la campaña electoral anterior, en nuestro programa de gobierno, hicimos un desarrollo de cómo deberíamos encarar este tema. Los Consejos de Salarios corresponden a una ley bastante vieja, por tanto, quizás deberíamos aggiornar algunos aspectos que son muy importantes para el salario de los trabajadores y para que las empresas sepan cuál es su costo laboral de aquí al futuro.

– ¿Cuáles son esos aspectos para actualizar?

– Uruguay tiene un sistema de medición colectiva muy centralizada en la rama de actividad. Esto significa que dentro de una misma rama de actividad conviven diferentes empresas muy diferentes, ya sea en tecnología o en competencia; entonces hay demasiada heterogeneidad. Debemos buscar algo que se ajuste para disminuir esa heterogeneidad, y no tratar a todos por igual porque no todas las empresas tienen la misma capacidad, rentabilidad o  competitividad. Hoy los bienes transables son menos competitivos que otros sectores, por lo tanto, es lógico que haya un tratamiento diferencial. Diría que la mayor observación es la diferencia en la heterogeneidad de las empresas.

– ¿Qué análisis hace de los lineamientos presentados por el Poder Ejecutivo?

– En primer lugar, que utiliza un formato similar a las instancias anteriores. Es decir, ajustes nominales, diferenciado por el dinamismo de diferentes sectores: sector dinámico, sector medio y sector con problemas. O sea, que es el mismo formato de la última ronda salarial.

Segundo, se reconoce que realmente hay un problema de empleo. Los guarismos dados en los lineamientos demuestran claramente que tenemos un problema de empleo y que las diferentes mesas de negociación deberán tener como prioridad que en las respectivas negociaciones no se produzca pérdida de empleo, o que esto sea un impedimento para la contratación de mano de obra. Hoy realmente hay una tensión muy grande entre, por un lado, los trabajadores en forma legítima pidiendo un crecimiento del salario real, y por otro lado, el gobierno cuidando el tema del empleo. Porque hay una reducción de puestos de trabajo y de pérdida de empleo bastante grande.

Y tercero, siguen estando ausentes elementos importantes, como el tema productividad, que es un asunto que en algún momento hay que ponerlo arriba de la mesa y estudiarlo, analizarlo e incorporarlo a la lógica de negociación.

– ¿Cómo se debería enfrentar la pérdida del empleo?

– Los actores sociales y el gobierno, como promotor de las relaciones laborales, deben tratar de que el salario del trabajador no pierda poder adquisitivo. Hubo un crecimiento de salarios real verdaderamente importante, cosa que aplaudimos y celebramos. Hay que cuidar ese poder adquisitivo del salario y, a su vez, no perder de vista que un aumento desmedido de salarios puede traer como consecuencia una afectación del empleo. Y vuelvo un poco a lo primero: no todos los sectores están en igualdad de condiciones. El sector exportador tiene su propia realidad, el de industria tiene la suya, y dentro de esos sectores también hay muchas diferencias.

– Muchos especulan que, debido a la magnitud de esta ronda, no habrá otra hasta el 2020, lo cual implica que la siguiente se dará en el marco de un nuevo gobierno. ¿Cómo ve este factor?

– Cuando llegue el nuevo gobierno, sea el que sea, y venzan los convenios colectivos, se deberá hacer un llamado al Consejo Superior Tripartito. Y si el Partido Nacional es gobierno, nos gustaría darle un mayor protagonismo a ese Consejo.

Dentro de las relaciones laborales, la negociación colectiva es un instrumento formidable para que trabajadores y empresarios acuerden las condiciones de trabajo de acuerdo con el precio y sector. Y los Consejos de Salarios son un instrumento muy apto para la fijación de salarios.

¿Qué sería lo ideal? Que el ajuste nominal de los salarios contemple el factor de la inflación para que no se pierda poder adquisitivo, pero que el crecimiento real del salario se dé por la influencia de otros factores. Ahí aparece el tema de la productividad, que está en la agenda de nuestro partido. En las medidas presentadas el año pasado ya veníamos advirtiendo que era muy importante formar un equipo de trabajo tripartito para elaborar indicadores de productividad y, si tenemos la inflación controlada, es el mejor momento para incluir este factor de productividad.

“Cuando llegue el nuevo gobierno, sea el que sea, y venzan los convenios colectivos, se deberá hacer un llamado al Consejo Superior Tripartito. Y si el PN es gobierno, nos gustaría darle un mayor protagonismo a ese Consejo”, expresó Mario Arizti.

– En una nota de la semana pasada en CRÓNICAS, se analizó que, mientras los trabajadores quieren seguir con el actual sistema tripartito, los empresarios buscan cambiar a una negociación bipartita. ¿Cree que esta medida será llevada a cabo? ¿Cómo afectaría a futuros Consejos de Salarios este cambio de negociación?

– Ahí hay una diferencia entre los actores sociales, pero lo primero que tenemos que hacer es cumplir con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Este organismo dice que tienen que haber condiciones de trabajo en forma bipartita. Esa es una de las observaciones que tiene la Ley de Negociación Colectiva y que todavía Uruguay no ha podido vencer. Nuestra aspiración es que los actores sociales se pongan de acuerdo en reformular la Ley de Negociación Colectiva y cumplir con todas las observaciones de la OIT, que sería el mejor escenario. Un segundo escenario sería que el gobierno presentara un proyecto de ley al Parlamento, cumpliendo con las observaciones de la OIT. El tema va por ahí: que los Consejos de Salarios tengan su foco en los salarios mínimos por categoría y que el Estado promueva las condiciones de trabajo, pero las negocien en forma bipartita. Ahí está el punto.