Histórica mortandad en el sector avícola genera tendencia al alza del precio del huevo

Otros perjuicios se podrán ver en el largo plazo

El sector avícola se vio afectado debido a la ola de calor que azotó al territorio nacional días atrás, provocando una relevante mortandad de aves, sobre todo ponedoras. Ante este escenario, Nicolás Chiesa, director general de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), y Federico Stanham, director ejecutivo de la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (Cupra) conversaron con CRÓNICAS sobre las consecuencias negativas de este fenómeno, los factores económicos y de mercado y las medidas planteadas por el Ministerio.

Por Luana María Rizzo | @LuanaMariaR 

“El sistema de producción es sensible a los extremos del clima y en particular al exceso de calor”, planteó Federico Stanham, ejecutivo de Cupra, y agregó que las altas temperaturas son uno de los agentes que pueden generar mortandad, además de las pérdidas normales en cualquier población de animales.  

Nicolás Chiesa, por su parte, destacó que las aves de corral productoras de huevos fueron las más afectadas, con una cantidad estimada entre las 300 mil y las 400 mil muertes. Sin embargo, las aves de parrilleros, como le llaman en el sector, cuyo fin es la venta de carne, se vieron afectadas pero en menor medida. 

El representante del MGAP planteó la situación de un productor pequeño o mediano. Así, explicó que si un productor tenía 20.000 gallinas y perdió el 50%, le quedaron 10.000 aves, algunas sentidas que probablemente vayan muriendo en los próximos días.  “Si cada ave vale entre 5 y 7 dólares, perdería entre 50 mil y 70 mil dólares en unos días”, afirmó.

Por otra parte, remarcó que los productores ya venían de tiempos complicados, donde el valor del huevo era bajo en relación a los costos de producción.

A su turno, Stanham explicó que la mortandad en los pollos parrilleros no fue demasiado alta en comparación con otras olas de calor, donde el daño fue mayor. Adicionalmente, destacó que gracias al anuncio meteorológico el sector pudo anticiparse y tomar medidas que permitieron mitigar los daños.

Una de las formas de anticiparse a la ola de calor fue adelantar las faenas, explicó.

“En la medida en que se retiraban las aves de los galpones, se aliviaba la carga, lo que permitió que los animales remanentes estuvieran en mejores condiciones para controlar la temperatura”, agregó.

Por otro lado, remarcó que otro factor que ayudó a que hoy no exista una faltante de carne de pollo es que la producción de carne de ave en Uruguay va en aumento. El consumo aumentó más de cuatro kilos per cápita en los últimos dos años, lo que hace muy poco probable un desabastecimiento en el mercado. Igualmente, el director de Cupra, planteó que en el caso de una menor oferta, la importación se encargaría de regular la situación. 

Daños en el sector

Para el director ejecutivo de Cupra, el daño económico de este fenómeno es la pérdida de aves antes de llegar al momento de faena y la cantidad de costos que se generan en el proceso productivo antes de esa etapa. “Se pierde el ingreso esperado de esa producción”, sintetizó.

Chiesa estimó que en lo que respecta a la carne no va a existir ningún problema, porque hay un buen stock; sin embargo, sí pueden existir problemas en la oferta de huevos.

“Una plaza que estaba muy saturada, hoy no lo va a estar, por tanto, puede existir una tendencia al alza del precio del huevo”, explicó, aunque aclaró que si eso ocurre, el aumento no va a ser importante.

Stanham planteó que las afectaciones van a pasar desapercibidas tanto en el área de aves parrilleras, debido a la faena, y en el caso de las reproductoras, al ser un proceso más lento, se empezará a notar en el mercado en dos meses.

Con esto “no queremos decir que no va a haber efecto, pero no se va a percibir en lo inmediato, y el mayor debería notarse dentro de dos meses”, sostuvo, a la vez que adelantó que “hay herramientas como para tender a mitigarlo”.

Levantamiento del sector

Respecto a la recuperación del sector, Chiesa destacó que la idea del MGAP es ayudar a recomponer la actividad productiva, especialmente de huevos. Sin embargo, la recuperación de las granjas que fueron afectadas va a llevar un tiempo debido a que las gallinas demorarán de cinco a seis meses para empezar a producir.

Por otra parte, Stanham remarcó que si bien el MGAP les solicitó el fin de semana un informe lo más preciso posible, en el cual se detallara la cantidad de aves afectadas para ser tratado en el Comité de Emergencia, a partir de la declaración de la emergencia avícola no han tenido una comunicación formal del tratamiento del tema.

El director de Cupra agregó que por informaciones de prensa se pudo interiorizar acerca de las medidas del MGAP, como por ejemplo, facilitar el acceso a financiación para quienes han sufrido pérdidas importantes.


Nunca había existido esta mortandad

Chiesa explicó que nunca en la historia de Uruguay se dio esta mortandad en el sector avícola. Por otra parte, destacó que el “ave de huevo” tiene una alta resistencia al calor, a diferencia de las demás, lo cual provocó que los productores estuvieran menos preparados ante la ola de calor. Recordó que existió una mortandad hace unos años, de aproximadamente 80.000 aves de carne, pero es conocido en el sector que estas son más susceptibles al calor. 

Debido a esa mortandad, los diferentes productores invirtieron en su estructura de ventilación, en los cielos rasos, en el acceso a agua fría, además de todas las mejoras necesarias para evitar estos sucesos.

En contrapartida, sostuvo que los productores de huevos no se aggiornaron en ese momento “confiados en que esto nunca iba a pasar”, manteniéndose en muchas oportunidades en condiciones realmente precarias.

“Las gallinas en jaula sufren más, no pueden ventilarse, entonces todo fue un combo perfecto para que pasara lo que pasó”, finalizó.