La crisis hídrica golpea muy fuertemente al sector ganadero

Plan Agropecuario ayuda a paliar las pérdidas

El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) declaró la emergencia agropecuaria por la crisis hídrica en cinco departamentos del país (Durazno, Florida, Paysandú, Río Negro y Tacuarembó) y anunció varias medidas para ayudar a los sectores afectados. En este sentido, Carlos Molina, director del Instituto Plan Agropecuario, aseveró que desde allí acompañan de cerca a los productores y les facilitan información sobre nuevas tecnologías o estrategias que pueden contribuir a sobrepasar esta problemática.

Por Ariana Vezoli | @ArianaVezoli

Desde cualquier punto del país se puede sentir la falta de lluvias, aunque afecta más en algunos rincones que en otros. Pero, sin dudas, donde su impacto se está padeciendo fuertemente es en el sector agropecuario.

La crisis hídrica que atraviesa la región golpea a los productores ganaderos, quienes buscan diversas alternativas para contrarrestar los efectos de las condiciones climáticas. Este déficit fluvial se debe al fenómeno de “La Niña”, que causa un enfriamiento de la superficie oceánica y, dado que se presenta en una estación poco lluviosa, eso agrava más sus consecuencias. Sin embargo, los países que se ubican más al norte de América del Sur, han recibido lluvias por encima de lo normal.

Algunos meteorólogos creen que La Niña podría comenzar a retirarse cerca del final de febrero, dando un poco de tregua al sector, que viene sufriendo desde 2019.

En este contexto, CRÓNICAS mantuvo diálogo con Carlos Molina, quien comentó que, desde el instituto que dirige, acompañan de cerca a productores agropecuarios y les facilitan información sobre nuevas tecnologías o estrategias que pueden ayudar a sobrepasar esta problemática.

“Hay una batería de acciones y medidas que, coordinadamente entre el Ministerio y los institutos públicos, se llevan adelante para acompañar a productores desde lo tecnológico, pero también desde lo humano”, afirmó.

Control de daños

El director señaló que el instituto aún no ha podido cuantificar las pérdidas porque sigue transitando la desventura, pero entiende que algunas pueden notarse a simple vista. Lo que más resalta son los “campos pelados”, sin nada de verde. Además, las pasturas implantadas que se suelen usar en esta industria tampoco han logrado sobrevivir. En tanto, los verdeos de verano –como el sorgo o la moha- tampoco pudieron resistir el clima o directamente no nacieron. Al mismo tiempo, los pozos se secan, las cañadas se cortan y la poca agua que tienen los animales es de baja calidad.

Bajo estas circunstancias, los productores tienen dos opciones: vender el ganado antes de que se deteriore más o invertir en otras medidas que podrían aplacar –un poco- los efectos de la sequía.

“También se pierden celos. Con falta de comida y pérdida de estado corporal, la vaca prioriza criar el ternero que tiene al pie y no su reproducción. Al no entrar en celo, las recrías se atrasan, es decir, las hembras de las empresas criadoras que me reponen a las vacas para refugar, se atrasan en su crecimiento, entonces voy a tener vaquillonas más chicas”, explicó Molina.

Por otra parte, recordó que sobre finales de diciembre se llevó a cabo el último “remate de pantalla” (online), donde se pudo visualizar un gran volumen de ofertas en el mercado, pero también buenos precios. “Si bien a nadie le gusta vender lo que no tiene previsto vender, los precios son interesantes. Pero si tengo poca comida y muchos comensales, se me dificulta todo lo demás”, sostuvo.

Asistencia a los productores

Una técnica que está tomando popularidad es la del “destete precoz”, que significa separar al ternero de la vaca más temprano, para que esta priorice su reproducción. La hazaña demanda mucho tiempo, personal y recursos. El Plan Agropecuario asiste en estos casos con información y capacitación en nuevas tecnologías a productores y su personal. “Se está pensando en hacer destete precoz masivo, hacer hoteles de terneros, y también en sembrar algún verdeo invernal ni bien bajen las temperaturas”, detalló.

Además de la capacidad humana, hay que contar con el recurso físico para lograr implementarlo, o sea, un establecimiento adecuado para llevar a los terneros. “Por eso insistimos bastante en prepararse para estos eventos. La capacidad de adaptación es fundamental y para eso se necesitan productores y colaboradores formados”, remarcó el director.

La preparación para estos casos incluye trabajar el pasto y el estado de los animales. A su vez, se puede trabajar en las instalaciones, creando subdivisiones para que la tarea sea más organizada y los animales más manejables.


El desafío de mantener la producción

El MGAP declaró la emergencia agropecuaria en distintas seccionales que se ubican en Durazno, Florida, Paysandú, Río Negro y Tacuarembó. En paralelo, para dichas zonas damnificadas se otorgaron flexibilizaciones en algunos plazos de vencimiento de pagos al Banco de Previsión Social (BPS). Asimismo, los productores disponen de créditos con tasas de interés relativamente buenas, como incentivo para paliar la realidad que atraviesan.

“El desafío actual es salir lo menos dañado posible de la situación adversa, que afecta en mayor o menor medida a todo el país. Otro reto que tenemos es mantener los niveles de producción de 2021, los récords de faena y las exportaciones a buenos precios y a muchos mercados. Todo eso deriva de la sumatoria de decisiones que toman los productores”, concluyó Molina.