Tras las lluvias de abril y junio, las pasturas se recuperan y muestran mejor calidad a la esperada

La seca de febrero > no afectó significativamente porcentaje de preñez

Durante el período comprendido entre el 15 de abril al 15 de junio de 2018, el nivel de precipitaciones fue alto en todo el territorio. Las temperaturas fueron superiores a los valores habituales para la época y las heladas agrometeorológicas llegaron recién en junio.

La disponibilidad de agua de abrevadero para animales, que había sido preocupante durante el verano, se normalizó, de acuerdo al informe del Plan Agropecuario para el período mencionado. La mayoría de las fuentes, tanto cauces naturales como aguadas artificiales, ofrecen agua de buena calidad y en cantidad suficiente, exceptuando la zona Este donde todavía no se ha llegado a los niveles óptimos.

Durante este período, las tasas de crecimiento de las pasturas naturales fueron mayores al promedio histórico. El estado de las pasturas no es tan comprometido como se preveía luego de la sequía. Si bien no es excelente, su calidad es mejor de la esperada, aunque en la generalidad de los casos no se ha acumulado forraje suficiente para pasar el invierno.

Los mejoramientos de campo han rebrotado bien, aunque más tarde que en años anteriores. Se destaca en la zona Este el comportamiento de especies perennes, como Lotus Maku y Rincón.

Las praderas mayores a dos años han respondido de manera similar que los mejoramientos y pasturas naturales, debido a la disponibilidad de nitrógeno en el suelo y a las precipitaciones. También, debido al aumento de humedad en el suelo, se atrasaron algunas siembras. Como consecuencia del déficit forrajero, la superficie sembrada de verdeos de invierno, principalmente raigrás, fue mayor al habitual. Aquellos sembrados temprano ofrecieron varios pastoreos otoñales y los sembrados más tarde, han tenido dificultad para su instalación. Este tipo de cultivo, fundamentalmente al Sur, ha sustituido parte de las siembras de praderas.

El rodeo de cría, en lo que hace a la evolución del estado de los animales, fue, en general, consecuente con la evolución del estado de las pasturas y las decisiones de manejo adoptadas por los productores. El estado corporal varía entre bueno y medio, en la generalidad de los casos. También se observan rodeos con vientres en bajo estado corporal, por lo cual habrá que ayudarles a pasar el invierno.

Los pesos de los terneros al destete fueron menores a lo de años anteriores. Aquellos destetados anticipadamente, tienen un buen estado, favorecido por las condiciones otoñales.

Los animales que se invernan a pasturas, han tenido ganancias de peso altas.

Porcentaje de preñez

La seca en febrero no influyó de la manera que se podía prever en lo que refiere al porcentaje de preñez de las vacas. Esto se desprende de los resultados dados a conocer en el XXVI Taller de Diagnóstico de Gestación, que organiza habitualmente INIA Treinta y Tres.

De una muestra de 410.428 vacas diagnosticadas -la muestra más alta desde que se realiza el Taller- 310.296 estaban preñadas, es decir el 75,6%.

Con respecto a la muestra anterior, la cantidad de vacas que se diagnosticaron aumentó en 2.000, mientras que el porcentaje de preñez descendió un 2,2%. Al mismo tiempo, pese a la caída en el porcentaje de preñez registrado en 2018, el dato es el tercero más alto de la década, por detrás del 78% el año pasado y 80% de 2013.

La caída es prácticamente mínima en relación al año anterior y en proporción a lo que se esperaba que afectara la seca, según los datos que brindaron los médicos veterinarios encargados de llevar adelante el relevamiento. Como es habitual el estudio involucra a profesionales de todo el país. Por la zona la zona Este, participaron los doctores Pablo Marinho, Juan M. da Fonseca, Renato Aráujo, Gabriel García Pintos y Emilio Machado; mientras que por las zonas Norte, Centro y Suroeste, los doctores Eduardo y Diego Texeira, Lauro Artía, Pablo Nieto, Gustavo Sacco y Santiago Bordaberry.

Los profesionales también coincidieron en que los rodeos de cría venían muy buenas condiciones, desde la primavera anterior, lo que hizo que no afectara tanto el impacto de la seca «y les permitió estar blindados a los efectos» de la misma, apuntaron.

Lo que observaron los profesionales es que la seca afectó una preñez tardía, por lo que se espera que la parición de cola se incremente. «Se constató un alto porcentaje de preñez tardía, en algunos casos entre 10 a 15 puntos más de preñez entre el primer diagnóstico y el segundo», comentó el doctor Emilio Machado, encargado del relevamiento en el departamento de Rocha.

Sobre las perspectivas, tanto los profesionales como la coordinadora del Taller, la ingeniera agrónoma Gabriela Quintans, expresaron que «si la primavera no es buena se puede llegar a complicar, por el estado corporal de las vacas y las condiciones forrajeras que deberán enfrentar», que no serán las mejores.

Entre las conclusiones que dejaron los números, una vez más, es que «quienes aplican determinado paquete de manejo tecnológico, mantienen altos porcentajes de preñez más allá de coyunturas», finalizó diciendo.

La zona donde hubo mayor índice de preñez fue la comprendida entre Soriano, Colonia y Florida (81,4%), mientras donde se constató el menor porcentaje fue la enmarcada por Artigas y Salto (69,2%).