Agro: buen desempeño productivo con dificultades financieras

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La nueva edición de la Expo Prado volvió a mostrar genética, equipos y servicios relacionados al agro, así como planteos de los productores por la coyuntura no favorable de rentabilidad del sector.

Por Darío Andrioli (*)

La Exposición Rural 2017, recientemente finalizada, con el slogan “El campo hace ciudad”, presentó avances productivos en ganadería, equipos y servicios relacionados. También se escucharon nuevamente los reclamos de los productores por los problemas de competitividad que presentan.

Sin dudas el agro uruguayo es clave para nuestra economía, generando divisas por exportaciones y valor agregado directo en salarios, arrendamientos e impuestos, además de valor agregado indirecto e inducido.

El agro concentra las tres cuartas partes de nuestras exportaciones. En lo que va de 2017 ha sido determinante para el crecimiento de las exportaciones ya que los principales productos exportados son carne bovina, soja y celulosa, que en conjunto representan la mitad de las exportaciones.

Además, casi 60% de la industria de nuestro país está relacionada al agro e integra la cadena de los agronegocios que genera 240.000 empleos.

Desempeño de la producción

Un aspecto positivo de la zafra fue el rendimiento productivo de los cultivos de verano, sobre todo de la soja que tuvo un rendimiento por hectárea más de 20% superior a productividades medias.

Por el lado de la actividad pecuaria se destaca la mayor faena vacuna (12% en la zafra) y el aumento en la remisión de leche a plantas en el primer semestre de 2017. La faena de ovinos aumentó 11% en la campaña y tiene la expectativa de la reciente autorización del ingreso a Estados Unidos de carne ovina con hueso.

Además se incrementó la exportación de ganado en pie, un tema de discusión entre la industria frigorífica y los productores ganaderos por informes conocidos durante Expo Prado sobre el impacto económico por pérdida de valor agregado para el país.

Este buen desempeño productivo determinó una expansión del producto agropecuario, que en la última campaña creció 5%, un incremento mayor al de nuestra economía.

De acuerdo a los datos de cuentas nacionales recientemente publicados por el Banco Central, en el segundo trimestre 2017 la agricultura, ganadería y silvicultura presentaron un aumento de 4,9% respecto a igual período de 2016. Esta expansión del PIB agropecuario se suma al incremento de actividad de 6,6% del primer trimestre del año y marca una recuperación productiva del sector.

Resultados económicos

Si bien en la zafra 2017 se dieron buenos rendimientos productivos y una  leve recuperación de algunos precios agrícolas internacionales, en general los resultados económicos del agro no fueron los esperados. Los márgenes de ganancia son muy reducidos, nulos o incluso negativos en algunos subsectores, salvo en la soja que por su extraordinaria productividad en la zafra tuvo ganancia.

Se confirman de esta forma problemas de rentabilidad en el sector, que hasta la zafra 2013 con precios récord, presentaba altos beneficios para los productores.

En la última campaña hubo factores positivos para los costos de producción agropecuarios y otros que incidieron en forma negativa. Dentro de los primeros se ubican el descenso de los precios de los arrendamientos e insumos.

En contrapartida afectaron los incrementos salariales y de la energía y principalmente la trayectoria del tipo de cambio que descendió 7% en la zafra.

Sin entrar en discusiones técnicas, de acuerdo a información del Banco Central en la zafra 2016-17 la pérdida efectiva del tipo de cambio real fue de 9%, que determina una pérdida global de competitividad macroeconómica de 23% en los últimos cinco años.

Además de los problemas con el tipo de cambio, el agro plantea medidas de apoyo para mejorar su capacidad de competir en temas de costos de combustibles y energía eléctrica, de regulación laboral y condiciones de acceso a mercados.

Los productores agrícolas  con mayores problemas económicos son los cultivadores de arroz y de trigo que en el último quinquenio bajaron las áreas sembradas. También el subsector lechero, por la baja de precio al productor, en las últimas tres zafras ha visto disminuir el número de tambos.

Decisiones financieras

A pesar de los problemas indicados, en la zafra se da un moderado incremento de las inversiones en máquinas y  equipos, sostenido por la necesidad de invertir para incrementar rendimientos, por las buenas expectativas productivas y una leve recuperación de algunos precios internacionales.

En la zafra 2016-17 el índice de inversión en maquinaria agrícola que nuestro Estudio elabora, interrumpió su tendencia a la baja, luego de dos zafras anteriores con fuertes caídas. En la campaña aumentaron las importaciones de maquinaria agrícolas, principalmente cosechadoras y tractores, que determinó un aumento en el indicador de inversión de 9% y una mejora en la inversión agrícola anual por hectárea sembrada.

También en las compraventas de campos se observa un cambio de tendencia. De acuerdo a la Dirección de Información y Estadísticas Agropecuarias  en el primer semestre de 2017 se vendió 15% más de superficie de tierras con un incremento de 4% en el valor de la hectárea promedio vendida.

Por su parte, el endeudamiento bancario del agro presenta actualmente dos características: es alto y tiene mayor morosidad. El endeudamiento global del sector representa casi 80% del PIB agropecuario, siendo los subsectores con mayor presión los lecheros y arroceros, que durante la zafra tuvieron que recibir nuevamente asistencia de Fondos de Financiamiento.

Los problemas de rentabilidad afectan la capacidad de generar fondos de los productores para atender su servicio de deuda y determinan incremento de los créditos vencidos (tasa de morosidad de 4%), solicitudes de concursos y baja de categorización crediticia de varias empresas del sector.

En este marco el productor enfrenta mayores dificultades para acceder al crédito y se confirma el estancamiento de los préstamos al sector, en el orden de los US$ 2.400 millones, de acuerdo a información del Banco Central.

Desafíos y oportunidades

La coyuntura actual del agro, caracterizada por altos costos de producción y perspectivas de precios internacionales sin incrementos significativos, plantea oportunidades y desafíos para las próximas zafras.

Puede contribuir a una mayor capacidad de competir el proyecto de Ley de Riego y la utilización de  seguros (de clima y precios) e incorporación de nuevas tecnologías.  El productor agropecuario está mostrando disposición a incorporar  genética, tecnología de la información, robótica y automatización para incrementar su productividad y rentabilidad. También tiene preocupación por los desafíos ambientales, como lo muestra el slogan “Equilibrio sustentable” de la Expoactiva a realizarse en marzo del próximo año.

Para recuperar rentabilidad el agro tiene el desafío de tener que reducir sus costos  productivos en dólares. Planteos efectuados por la Asociación de Cultivadores de Arroz generaron una posible rebaja del 15% en la electricidad para el riego y la expectativa de medidas para la disminución del precio del gasoil.

Pero sin dudas para salir de esta coyuntura adversa será clave la evolución del tipo de cambio en la zafra agropecuaria 2017-18. La última encuesta de expectativas del BCU prevé para la nueva zafra un incremento del tipo de cambio de 9%, algo por encima de la inflación.

(*) Director de  CARLE & ANDRIOLI, firma miembro independiente de Geneva Group International.