Servicios logísticos y facilitación de comercio: Uruguay en una perspectiva comparada

Columna | Logística

Por Marcel Vaillant (*) | @vaillant_marcel

En un reciente trabajo se presentó una comparación de Uruguay en relación a la logística internacional y la facilitación del comercio (1). Se presentan en este artículo las conclusiones referidas a la comparación del desempeño del país en este campo. Para ello se usaron una serie de indicadores elaborados por organismos multilaterales con especialización en este campo. En la primera sección se realiza una revisión metodológica de cada uno de los indicadores. El correcto uso e interpretación de los datos disponible requiere conocer los métodos con los cuales cada uno de ellos está construido.

El primer conjunto de indicadores —Trading Across Borders (TAB), Logistic Performance Index (LPI) y Trade Facilitation Indicators (TFI) — están basados en datos de encuesta. La calidad de los mismos está condicionada tanto por los supuestos de diseño realizados para estandarizar las preguntas, la representatividad de la muestra y la calidad de las respuestas obtenidas.

En estos indicadores el evaluador utilizado es la distancia a la mejor práctica. Tanto en el TAB como en el LPI (Banco Mundial) la situación de Uruguay es una gran distancia con una dinámica de mejora, pero a un ritmo muy lento tanto en la comparación regional como internacional. En el TAB se destacan con un muy bajo desempeño los costos y tiempos para exportar. En el LPI el desempeño global también es deficiente, la dimensión de infraestructura se destaca con el mayor desvío a la mejor práctica. En el TFI el comportamiento es relativamente mejor pero igual alejado de la mejor práctica. Las dimensiones en donde el país está peor son la cooperación entre agencias domésticas y procedimientos de apelación. En general, todos estos resultados están alineados, su comportamiento en nivel es poco satisfactorio y si bien hay una tendencia de mejora, la misma no es tan importante como para reducir la brecha de desempeño.

De los tres que están en este conjunto, el que registra el comportamiento más robusto es el LPI. No solo por las tres características (muestra, diseño y calidad de respuestas) sino también debido al comportamiento en relación al resto de los indicadores objetivos que se resumen a continuación.

El segundo conjunto de indicadores está basado en datos objetivos. En primer término, están los indicadores de conectividad marítima por país Liner Shipping Connectivity Index (LSCI) y bilateral (LSCBI) de la Unctad. Los datos que se presentan son muy reveladores. Uruguay está distante y desconectado, pero ha mejorado a un ritmo acelerado en los últimos 15 años, reduciendo la brecha de conectividad en particular con el resto de los países del Cono Sur (Argentina y Brasil). Respecto de la conectividad bilateral, aumentó notablemente con el Este (China) y Sudeste Asiático, y se estancó e incluso se redujo con los países de la región. En segundo término, están los indicadores construidos a partir de los datos de comercio. De los mismos se infieren las proximidades comerciales y estas están inversamente relacionadas a los costos de comercio.

Los costos de comercio están incluidos por un conjunto diverso de factores que se vinculan con la logística doméstica (origen y destino), la facilitación de comercio (origen y destino), la política comercial arancelaria y no arancelaria (origen y destino) y el transporte internacional. Todos estos factores afectan el costo de comerciar, y dado un tamaño de la oferta (origen) y de la demanda (destino) estos determinan el comercio. Los indicadores de proximidad identifican esta dimensión a partir de los datos de comercio. Esta evaluación también ubica de forma consistente al país en un lugar relativo de bajo dinamismo en el proceso de incrementar la proximidad comercial y por lo tanto de haber logrado reducir los costos de comercio.

En síntesis, la situación global del Uruguay es deficitaria de acuerdo al indicador que se desee mirar, si bien como economía pequeña naturalmente su proximidad comercial tiende a ser reducida, tanto en función de la oferta como de la participación en la demanda mundial. Sin embargo, economías de similar tamaño han tenido un comportamiento mucho más dinámico. El único indicador en donde el país mostró un comportamiento distinto fue el crecimiento de la conectividad marítima (LSCI) que, como se vio, está muy correlacionado con todos los otros. En este sentido, preservar el rumbo de la conectividad marítima global es un objetivo deseable. Este debe ser acompañado de una mejora sistémica en los indicadores de logística y facilitación que, como ya se mostró, no tienen un buen desempeño comparado.

(*) Doctor en Economía y profesor de Comercio Internacional en la Universidad de la República.

Referencia:

(1) Ver Síntesis y conclusiones del capítulo 2 del trabajo “Servicios Logísticos y facilitación del Comercio”, Alvaro Lalanne y Marcel Vaillant (2021) elaborado a pedido de Inalog (http://www.inalog.org.uy/wp-content/uploads/2021/10/INALOG-Servicios-Logisticos-y-Facilitaci%C3%B3n-de-Comercio-en-Uruguay-Setiembre-2021-v.F.pdf)