Con el propósito de promover y fortalecer el sistema bancario local, y motivada por la posibilidad de ofrecer información a la comunidad respecto a eventuales situaciones de estafa cibernética, la Asociación de Bancos Privados del Uruguay (ABPU) presentó su campaña para combatir el ciberdelito.
“La ciberseguridad es uno de los desafíos que como usuarios de tecnología enfrentamos a diario. En un mundo hiperconectado, en el cual la participación de las personas en el ecosistema digital aumentó exponencialmente, así como las transacciones y el manejo de la información, resulta fundamental reconocer aquellas situaciones fraudulentas que pueden generar grandes daños a los usuarios bancarios”, expresó Roberto De Luca, director ejecutivo de la asociación.
Si bien los bancos integrantes de ABPU ya cuentan con una fuerte política en materia de ciberseguridad, se decidió llegar a los usuarios del sistema financiero con un mensaje común.
Entre las principales recomendaciones, ABPU advierte que bajo ningún concepto los bancos u otros organismos públicos contactan a los clientes, ni por correo electrónico, SMS, WhatsApp o redes sociales, para solicitar contraseñas, pines, números de cuentas o de tarjetas.
En ese sentido, nunca se debe entregar información confidencial por teléfono a personas que se presenten como conocidos o incluso familiares, aun cuando estas planteen situaciones se urgencia o alarma. Este criterio aplica también para los casos de correos electrónicos que resulten sospechosos o fraudulentos y que tengan links, botones o espacios para agregar datos.
Además, propone revisar que al ingresar a los sitios de los bancos se trate de las páginas oficiales y corroborar en la barra del navegador que la dirección comience por “https” o bien esté acompañada de un candado.
De igual manera, impulsa a los usuarios a estar atentos y desconfiar ante solicitudes de pagos inesperadas, requerimientos de cambios de cuentas o cualquier tipo de instrucción de enviar o transferir fondos.
También plantea la conveniencia de establecer alertas para las compras realizadas con las tarjetas de propiedad del cliente y utilizar contraseñas seguras, que contengan números, letras y signos y tengan un largo mínimo de seis caracteres, las que deberán ser cambiadas con regularidad.
Por último, la campaña recuerda la importancia de ponerse en contacto con la entidad bancaria en caso de sospechar una irregularidad y enfatiza la necesidad de cuidar a los adultos mayores, por ser uno de los públicos más vulnerables a las estafas.