Coronavirus: El “cisne negro” que amenaza la economía mundial en 2020

China > Crisis es peor que la del colapso financiero internacional de 2008

El coronavirus está golpeando fuertemente a la actividad económica global, lo que ha obligado a varios gobiernos y organismos a anunciar medidas, tanto de carácter sanitario como económico, para hacer frente a la situación. En Uruguay, el sector exportador vinculado a alimentos es el más expuesto por ser el de mayor participación en la matriz exportadora hacia China, según detalla un informe del Instituto Uruguay XXI. Sin embargo, se aclara que es difícil cuantificar los impactos sobre el comercio internacional en general, y sobre Uruguay en particular.

Un “cisne negro”. Así se denomina en economía a la posibilidad de que ocurra un suceso inesperado, que nadie vio venir, y cuya aparición trae consigo un fuerte impacto negativo. Estos hechos sorpresivos generan gran repercusión, provocando pánico en los mercados.
La epidemia del coronavirus que se expande a nivel mundial puede perfectamente identificarse como un “cisne negro” que apareció en una economía mundial que ya venía golpeada por la incertidumbre. La fuerte propagación de la enfermedad y la -aún más rápida- diseminación de la paranoia asociada, ha llevado a los diferentes gobiernos y organismos internacionales a tomar medidas, tanto de carácter sanitario, como económicas y sociales (ver nota página 15).

Entre tanto, ya son varios los sectores que comienzan a acusar el golpe que trajo consigo la enfermedad, que ha desacelerado y en algunos casos paralizado el comercio, la producción y el turismo.

Peor que la crisis de 2008

A nivel global las respuestas han sido variopintas. China -epicentro del brote- busca la forma de atenuar el impacto de una coyuntura a la que definió como “peor” que la generada durante la crisis financiera internacional de 2008.

Eso, obviamente, son malas noticias para Uruguay.

De acuerdo a un artículo publicado por el portal web BBC Mundo, en febrero, la industria manufacturera china cayó a su nivel más bajo desde 2005, debido a las medidas tomadas por Pekín para contener la propagación del virus. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés), indicador de referencia del sector, cayó 14,3 puntos hasta los 35,7, después de haber alcanzado los 50 en enero de este año.

Se trata de una caída récord: hasta ahora, el nivel más bajo registrado había sido en noviembre de 2008, cuando estalló la crisis financiera global. En el PMI, un registro por encima del umbral de los 50 puntos supone crecimiento y uno por debajo, contracción.

Las restricciones de viaje y otras medidas para frenar la epidemia han sofocado las cadenas de suministro para cualquier producto que haya quedado en los almacenes y paralizado una parte importante de la producción china y de su sector terciario, dejando un panorama complicado.

La pasada semana, comenzaron a hacerse públicas las predicciones sobre el efecto que las medidas de contención del virus en China tendrán en el comercio y la economía global.

La consultora Capital Economics, con sede en Londres, estimó que el brote costará más de US$ 280.000 millones en sólo los primeros tres meses de 2020. Esa cifra es mayor al presupuesto anual de la Unión Europea, los ingresos anuales de Microsoft o Apple, y ocho veces el presupuesto anual del gobierno nigeriano, cita como ejemplo el artículo de BBC Mundo.

Por su parte, Bloomberg Economics informó que las fábricas chinas estaban operando entre 60% o 70% de su capacidad de producción.

El impacto en Uruguay

Las noticias que llegan desde el otro lado del mundo parecen lejanas, pero los impactos ya están generando gran preocupación entre las autoridades de Gobierno y el sector empresarial.

El temor no es menor: el gigante asiático es nuestro principal socio comercial desde el año 2013, y en 2019 de cada tres dólares exportados por Uruguay, uno se explicó por las ventas hacia China.

Así lo detalla un apartado del informe de Comercio Exterior del Instituto Uruguay XXI, donde se advierte del impacto del Coronavirus. “El aumento repentino de nuevos casos, la expansión internacional -que alcanza más de 60 países-, y la falta de una cura concreta explican la alarma internacional y los consecuentes efectos en la economía y el comercio”, señala el informe, que advierte no solo por el impacto directo en China, sino también en el comercio global, debido a la condición de segunda economía planetaria que ostenta ese país.

Señala que las previsiones para la economía china se redujeron y se ubican actualmente en 4,5% para el primer trimestre de 2020, lo que representa la tasa más baja desde la crisis financiera internacional.

Por su parte, las cadenas globales de valor se ven fuertemente interrumpidas tanto por una reducción en la producción -por la demora en la reapertura de las fábricas posterior al Año Nuevo Lunar, y las medidas para restringir la propagación del virus-, como por una dificultad creciente en la comercialización en el gigante asiático.

El informe de Uruguay XXI señala que prácticamente la totalidad del comercio se realiza por vía marítima, que está “muy enlentecida” por la falta de trabajadores en puertos y transporte interno. Señala el caso de la naviera MSC que expresó que no puede asegurar la descarga de contenedores refrigerados en los puertos chinos, si la provisión de energía no estuviera disponible, lo que afecta directamente a la carne congelada, principal producto de Uruguay en el mercado chino.

Por otro lado, los productores chinos se ven imposibilitados de acceder a alimento animal, debido a los cortes en las rutas, y los espacios de venta, lo que hace peligrar la cadena de suministro cárnica. Esto a su vez genera una tendencia de precios a la baja ante una demanda limitada geográficamente. Frente a esta situación, los productores están sustituyendo la alimentación animal por formas más económicas y de más fácil acceso, lo que afecta directamente al principal cultivo del país, la soja –que se dirige en más de 80% al mercado chino-.

Por último, se subraya que en Uruguay el principal problema hasta ahora ha sido la renegociación de embarques que ya estaban siendo enviados, y la falta de pagos por exportaciones de noviembre y diciembre, lo que ha afectado las previsiones financieras de las empresas exportadoras. De todas formas, en las últimas semanas los pagos se han reactivado paulatinamente, y los principales frigoríficos se mostraron confiados en la mejora de la situación del sector con respecto a China.

En ese sentido, puede resumirse que en Uruguay el sector exportador vinculado a alimentos es el más expuesto por ser el de mayor participación en la matriz exportadora hacia China.

No obstante, se advierte que es difícil cuantificar los efectos que podrá tener en el comercio internacional y en particular, en el flujo comercial con Uruguay.


Exportaciones de bienes cayeron 13,9% en febrero

Las solicitudes de exportación de bienes de Uruguay cayeron 13,9% en febrero, con respecto a igual mes del año pasado, luego de alcanzar los US$ 502,8 millones, según los datos relevados por la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU) en base a los Documentos Únicos de Aduanas que no incluyen las exportaciones que salen del país desde las zonas francas. Si se considera lo exportado desde los exclaves aduaneros, las ventas al exterior alcanzan una caída de 18,7% en febrero, pasando de US$ 699 millones ese mes de 2019 a US$ 569 millones en febrero 2020, según información recabada por Uruguay XXI.

En los doce meses cerrados a  febrero las ventas al exterior (sin zonas francas) sumaron US$ 7.558 millones, monto que fue de 2% superior -US$ 148 millones más- a lo exportado en el lapso cerrado en febrero de 2019.

Sin considerar las ventas desde zonas francas, Brasil fue el principal destino de las exportaciones de bienes uruguayos en dólares durante febrero (13,56% del total exportado), seguido de cerca por China (13,48%). Por detrás se ubicaron Estados Unidos (7,13%), Argentina (4,3%), Holanda (4,3%) y Perú (2,57%).

A nivel de productos, la carne fue el principal bien exportado por Uruguay representando un 29,35% del total. Le sigue la madera con el 21,6%, los cereales con 9,21% y los lácteos con 7,09%.