Los últimos datos de actividad en la zona euro, dan indicios de que la economía se está contrayendo en el tercer trimestre del año, lo que hace aumentar el miedo de que la región ingrese en una nueva recesión económica. Desde la firma S&P Global se entiende que hay “escasas probabilidades de mejoras para la producción manufacturera en el corto plazo”.
La actividad económica en Europa se redujo en agosto por segundo mes consecutivo, de acuerdo a las últimas cifras del índice PMI Compuesto de la Actividad Total de la zona euro, un indicador de la evolución de la economía privada europea publicado por la firma internacional S&P Global, y que se ubicó en su menor nivel en dieciocho meses. El indicador, donde una lectura inferior a 50 puntos marca caída de la actividad, refleja que existe una desaceleración continua en las economías de la región en el tercer trimestre del año. En julio el indicador se ubicó en 49,9 puntos, y en agosto se ubicó en 49,2 puntos.
«La caída de la actividad total en general fue nuevamente impulsada por una contracción en el sector manufacturero, donde la producción cayó por tercer mes consecutivo, y a un ritmo intenso. No obstante, el sector servicios casi no registró ninguna mejora de la actividad en agosto puesto que el ritmo de expansión perdió velocidad por cuarto mes consecutivo, hasta registrar su ritmo más bajo desde que el sector volvió a registrar un crecimiento, en abril de 2021», señala S&P Global en su informe.
Caída de los grandes
La reducción de la actividad total se concentró en las principales economías de la zona euro.
Alemania, conocida como “la locomotora de Europa”, registró la caída más intensa de la actividad total desde junio de 2020, ya que la producción manufacturera siguió reduciéndose intensamente y la contracción de la actividad del sector servicios se aceleró.
Por su parte, Francia registró la primera caída de la actividad total en un año y medio, a raíz de una intensa caída de la producción manufacturera y un crecimiento menos marcado de la actividad del sector servicios.
«Fuera de estos dos países principales, la actividad total en el resto de los países de la zona euro siguió aumentando, aunque tan sólo ligeramente», señala el informe de S&P Global.
El reporte explica que las fuertes presiones inflacionarias constituyen un factor clave en la reducción de los nuevos pedidos, debido a que tanto los costos como los precios cobrados siguieron aumentando rápidamente. No obstante, las tasas de inflación soportadas por las firmas se volvieron a desacelerar en agosto. Además, el costo de los insumos aumentó al ritmo menos marcado en casi un año, mientras que la inflación de los precios cobrados fue la más débil en lo que va de año, y se registraron presiones inflacionarias más tenues tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios.
El director económico de S&P Global, Andrew Harker, concluyó que “los últimos datos del índice PMI para la zona euro sugieren que la economía se está contrayendo en el tercer trimestre del año”. Fundamentó que “las presiones en el costo de vida hecho desaparecer el repunte económico en el sector servicios observado tras el levantamiento de las restricciones por la pandemia, mientras que el sector manufacturero siguió sumido en una contracción en agosto, registrando otra acumulación récord de existencias de productos terminados debido a que las firmas no han podido venderlos en el entorno actual de caída de la demanda”. En ese sentido, Harker valoró que “existen escasas probabilidades de mejoras para la producción manufacturera a corto plazo.Parece que lo que resta de 2022 será un periodo difícil para las firmas de la zona euro”, concluyó.