Economía sigue en fase de crecimiento, pero se advierten indicios de desaceleración

Industria agroexportadora y el turismo seguirán enfrentando desafíos de competitividad

Foto: Pixabay

La actividad económica seguiría creciendo en el arranque del año, según el indicador adelantado que elabora el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres). Sin embargo, otros indicadores que se utilizan para anticipar el comportamiento de la economía, relevados por la firma de asesoramiento empresarial Grant Thornton, marcan una desaceleración en el cierre del año pasado.

El Índice Líder de Ceres (ILC) aumentó un 0,2% en enero, acumulando la cuarta suba consecutiva, lo que indica que la actividad se mantuvo al alza en el primer mes del año. Por su parte, el Índice de Difusión del indicador, que mide la proporción de los componentes del ILC que evolucionaron positivamente en el mes, se ubicó en 70% en enero, lo que marca que el crecimiento del mes está apoyado en una base amplia de variables.

El ILC es un indicador adelantado del nivel de actividad, que se utiliza para predecir cambios en el ciclo económico. Si bien no permite realizar proyecciones cuantitativas sobre los niveles de crecimiento sí brinda señales sobre el signo de la evolución de actividad económica general.

En su informe, Ceres contextualiza que en la primera mitad del 2023, la economía local se vio afectada negativamente por la sequía y la competencia con Argentina debido a la brecha cambiaria con el país vecino. En la segunda mitad del año la actividad logró recuperarse, aunque la expansión “no fue suficiente para un crecimiento considerable en el año”. De acuerdo a las estimaciones de Ceres, el PIB de Uruguay habría crecido entre 0% y 1% el año pasado.

No obstante, se destaca que la evolución reciente del ILC está indicando que esa fase expansiva de la actividad se mantuvo en el comienzo de 2024. En particular, se destaca que el mercado laboral se mantiene firme, con casi 40 mil ocupados más que un año atrás, y con un crecimiento de 4% de los salarios reales en el año. De esta forma, la masa salarial (que refleja todo lo generado por el mercado de trabajo) tuvo el año pasado un crecimiento superior al 6%, y alcanzó un máximo en diciembre. “El comportamiento del mercado laboral impulsa el consumo privado, lo que contribuye a mitigar factores negativos”, señala el informe.

Asimismo, para este año se espera un repunte de la actividad, en la medida que vayan quedando atrás los efectos adversos provocados por la sequía y que comiencen a ceder las presiones negativas como el encarecimiento relativo con Argentina y la parada de la refinería de Ancap. A su vez, las exportaciones y la producción industrial tendrán el impulso de la puesta en funcionamiento a pleno de la segunda planta UPM, así como la concreción de otras inversiones, todo con impacto en el mercado laboral. Sin embargo, se advierte que el aumento anual de los precios será similar al de la cotización del dólar, por lo que la industria agroexportadora y el turismo seguirán enfrentando desafíos de competitividad.

Indicios de desaceleración

Por su parte, en su último informe de coyuntura, la firma de asesoramiento empresarial Grant Thornton advierte que los indicadores adelantados de actividad reflejan una desaceleración de la economía para el cuarto trimestre del año.

Las ventas de combustibles y energía presentaron una caída. La venta de nafta disminuyó un 3%, y las ventas de gasoil registraron una caída del 2%. Además, en diciembre, las ventas de Energía Industrial sufrieron una disminución significativa, cayendo un 18%. En contraste, la venta de energía a comercios y servicios mostró un leve crecimiento del 1% en términos interanuales.

Por otra parte, aunque se vienen recuperando en términos mensuales interanuales, las  exportaciones de los principales productos mostraron caídas en el último año. En 2023 solamente crecieron las exportaciones de Molinería (4%), Madera (9%) y Cereales (5%). Las exportaciones de los demás bienes más relevantes caen: Semillas (-73%), Carne y despojos (-21%), Lácteos (-12%), Plástico y derivados (-13%) y Productos farmacéuticos (-9%).

En tanto, la recaudación de la DGI registró una caída de 4,8% en términos reales durante el mes de diciembre y cerró el año con  una baja de 1,9%. En particular, los ingresos por IVA (que se usa habitualmente como un indicador de la evolución del consumo interno) registraron el año pasado una baja de 1,1%.

Pese a estos datos de cierre de año marcados en el análisis de Grant Thornton, los últimos datos del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), correspondientes al mes de noviembre, mostraron un fuerte repunte de la economía. En el penúltimo mes del año, el IMAE registró una expansión de 5,1%, según había informado el BCU. Al conocerse los datos, el economista Aldo Lema había destacado que ese resultado permitía anticipar “mejores cifras de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2023” (ver CRÓNICAS del 02 de febrero, Pág. 13).

Cabe recordar que los datos de actividad correspondientes al cuarto trimestre, y para el acumulado del 2023, se conocerán a mediados del próximo mes de marzo.


Coyuntura internacional suma incertidumbre

El informe de la firma Grant Thornton, también realiza un análisis de la coyuntura internacional, donde se advierte por una desaceleración del nivel de actividad y una mayor incertidumbre.

En un contexto donde la demanda a nivel general ha estado contraída, lo que ha bajado el volumen de comercio y actividad, se le suman las incertidumbres de los conflictos bélicos en medio oriente y la complicada situación en Ucrania. Esta situación, agrega incertidumbre en un marco donde algunos indicadores -como la inflación- mejoran, pero donde surgen nuevos problemas, como los fiscales dentro de los países.

A su vez, los indicadores adelantados a nivel internacional, medidos por el Índice de Gerentes de Compras (PMI), indican un impulso menor en la producción global. Esta lentitud dificulta una convergencia más rápida hacia los objetivos de inflación establecidos por los bancos centrales.

Respecto a EEUU, se destaca el crecimiento económico, aunque las expectativas muestran movimientos dispares, con los servicios creciendo en territorio positivo, y las manufacturas cayendo en territorio negativo. Por su parte, el mercado laboral continúa robusto.

Al otro lado del Atlántico, “se confirma la magra situación de crecimiento de las economías europeas”, con una leve contracción trimestral del 0,1% en el tercer trimestre y estancamiento (0%) en términos interanuales. En cuanto a la economía china, se ajustó a la baja el crecimiento trimestral ubicándose en 1,0%, pero del otro lado se ajustó al alza el crecimiento en términos interanuales ubicándose en 5,2%. Mientras tanto en diciembre, las expectativas para el sector manufacturero descendieron, entrando en terreno negativo, en contraste con el sector de servicios