El BCU bajó la tasa de interés a 10%, apoyándose en el descenso de la inflación

Tras el impacto de la sequía, se espera que la actividad repunte en el tercer trimestre

Con la actividad económica afectada en el segundo trimestre, y la inflación en su nivel más bajo desde 2005, el Banco Central del Uruguay (BCU) definió un recorte de 75 puntos básicos en la tasa de interés, llevándola al 10%, aunque reafirma que mantiene la fase contractiva de la política monetaria. Sin embargo, la entidad no adelanta futuros movimientos, afirmando que la evolución de la tasa seguirá condicionada a “la evolución de la inflación y, principalmente, de sus expectativas en el horizonte de política monetaria”.

En un contexto de deterioro de la actividad económica durante el segundo trimestre del año y con un dólar que presiona a la baja, el descenso de la inflación a su menor nivel desde 2005 le daba margen al BCU para recortar la tasa de interés de política monetaria. En ese sentido, había consenso entre analistas respecto a que así sucedería; la duda era la magnitud de la baja. Finalmente se optó por un descenso significativo, aunque no abrupto, de 75 puntos básicos, llevando la tasa de política monetaria al 10%.

El comunicado publicado tras la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU, es claro en que la baja registrada por la inflación y el descenso en las expectativas de los analistas fue clave en la decisión. “En el año cerrado a julio, la inflación se redujo a 4,79%, con una caída en todos sus componentes, que la ubican 4,8 puntos porcentuales por debajo del mismo mes del año 2022 y en su nivel más bajo de los últimos 17 años”, subraya el comunicado. Asimismo, agrega que la inflación subyacente, que excluye precios de combustibles, frutas y verduras, se ubicó en 3,99%, y se redujo en una magnitud similar a la del índice general.

En cuanto a las proyecciones del mercado, apunta que el promedio de los indicadores de expectativas de inflación a 24 meses se mantuvo estable en julio (7,10%), aunque destaca la reciente reducción de la inflación esperada por los analistas en la encuesta que realiza el BCU, en una tendencia lenta pero continua (ver recuadro). Además, el comunicado agrega que “se valoró positivamente que en la encuesta de expectativas de empresarios, si bien en mediana se mantuvo constante, la media muestra un descenso respecto a la medición anterior”.

Por su parte, el Copom espera que en los próximos meses continúe la reducción de la inflación interanual y el descenso de las expectativas. “La proyección de inflación para el horizonte de política monetaria (24 meses) se mantiene dentro del rango objetivo”, señala el comité.

Movimientos condicionados

Además de la evolución de la inflación, el Copom tomó la decisión de bajar la tasa de interés, considerando diversos aspectos de la coyuntura internacional, regional y local. En el plano global, el comunicado se limita a señalar que la actividad económica se desacelera por el menor crecimiento de China, compensado por los datos positivos en las principales economías del mundo. Además, sostiene que la inflación continúa su evolución a la baja luego de que los precios de los commodities se estabilizaran en niveles previos a la pandemia.

En el plano local, para Uruguay se espera que la actividad económica supere el efecto de la sequía que se reflejará en la medición del segundo trimestre, y tenga un repunte en el tercero a partir de la reversión de ese shock y la puesta en marcha de la segunda planta de UPM. Por su parte, interpreta que el mercado de trabajo mostró señales positivas en la medida en que tanto la tasa de actividad como la de empleo presentaron incrementos en términos desestacionalizados respecto al trimestre previo.

A partir de todo este escenario fue que se decidió el descenso de la tasa a 10%. En cuanto a los futuros movimientos de la tasa de interés, el comunicado es explícito respecto a que estos “seguirán estando condicionados por la evolución de la inflación y, principalmente, de sus expectativas en el horizonte de política monetaria”.

Los detalles de la decisión, así como una ampliación del análisis global, regional y local, se conocerán en la tarde de hoy viernes, cuando se difundan las “minutas” (actas) de la reunión.


Bajan expectativas de inflación para 2023 y la ubican dentro del rango meta

Los expertos e instituciones consultados mensualmente por el BCU en su Encuesta de Expectativas de Inflación, tuvieron un claro movimiento a la baja en sus pronósticos, y la mediana del sondeo para el año en curso logró posicionarse dentro del rango meta (fijado en entre 3% y 6%). Sin embargo, para 2024 y 2025 siguen ubicándose por encima del techo del objetivo.

Cabe recordar que tras alcanzar un pico de 9,95% en setiembre de 2022, el Índice de Precios al Consumo (IPC) registra desde octubre un proceso desinflacionario prácticamente continuo (solo tuvo un leve aumento en abril), que llevó a que en julio pasado cerrara en 4,79%, su nivel más bajo desde noviembre de 2005.

Teniendo en cuenta esa realidad, las respuestas a la encuesta de agosto arrojaron una mediana de inflación para este año de 5,4%, cuando en el sondeo de julio se esperaba que se ubicara en 6,25%. Pero también hubo movimientos en las respuestas extremas que pasaron de un mínimo de 5,2% a uno de 4,6%, y de un máximo de 7,5% a uno de 6,5%.
No obstante, si bien las expectativas para este año se ubican dentro del rango meta, las proyecciones hacia 2024 y 2025 permanecen por encima del techo. Para el año próximo la mediana espera una inflación de 6,5%, y para 2025 de 6,11%.