“En Uruguay hay pocos fondos de capital de riesgo para financiar emprendimientos innovadores”

Sabrina Sauksteliskis, directora ejecutiva de Uruguay Innovation Hub (UIH)

UIH es un programa creado para posicionar a Uruguay como un lugar de generación de innovación. En concreto, con su formación se busca potenciar y desarrollar al sistema emprendedor en esta área, dándole herramientas y articulando iniciativas -muchas de ellas ya existen- para su presentación en el mundo. A fin de indagar en el presente de esta propuesta y en las características de su consolidación, CRÓNICAS conversó con su directora ejecutiva, Sabrina Sauksteliskis.

Por Matías Kapek | @matias_kb

-¿En qué etapa se encuentra actualmente UIH?

-El programa comenzó en el año 2022 y se lo dotó de presupuesto en la Rendición de Cuentas con $ 400 millones para el 2023, 2024 y 2025. Posteriormente, se contrató un equipo que hizo el diseño de algunas de las herramientas y este año se sentaron las bases sobre las cuales las mismas se pueden construir. Se generó también un decreto que le da institucionalidad al programa y que conforma un comité directivo dentro de la ANII, pero con una gobernanza propia.

-Se trata de una iniciativa público-privada que funcionará necesariamente de forma interinstitucional. Teniendo en cuenta su rol, ¿cómo se da el trabajo de coordinación con todas las instituciones?

-En lo personal significa un desafío, pero, por otra parte, es un trabajo que ya venía realizando. El Ministerio de Industria tiene un rol de articulador muy fuerte y por eso en mi pasado rol de asesora ya lo venía haciendo. Muchas de las iniciativas que se generaron en este período, como la llegada de Newlab o el laboratorio de Microsoft, pasaron por el ministro y, por tanto, pasaron por mí. Sin dudas, es un rol desafiante, pero me siento a gusto.

-Es importante el papel del Comité Directivo. ¿Cómo se conforma y cuál será su funcionamiento?
-Tiene al ministro de Industria, Omar Paganini, como presidente; a Marcela Bensión del Ministerio de Economía; a Cecilia Durán de la OPP; a Pablo Iturralde del Ministerio de Educación y Cultura; a Ximena Camaño de la ANII; y esta servidora, como directora ejecutiva. Este comité se encargará de aprobar todas las iniciativas que se vayan generando. En concreto, el 20 de setiembre lanzó el primer llamado para una aceleradora de empresas tecnológicas.

-¿De qué se trata la aceleradora de empresas?

-Uruguay tiene mucho apoyo estatal en las etapas de validación de idea y capital semilla, pero después las empresas precisan mayor financiamiento para poder consolidarse. Son empresas que ya están facturando, pero que precisan poder despegar. Quizás una empresa en etapa de validación tiene los socios fundadores y son ellos los que hacen la parte financiera y la parte legal, se van manejando como pueden. Pero hay que profesionalizarse, tenés que tener un asesoramiento legal y financiero, la aceleradora viene para acelerar ese proceso y dejar a la empresa pronta para poder pasar a una siguiente etapa.


-En concreto, ¿qué características tiene el llamado?

-Es un llamado internacional donde buscamos una aceleradora de afuera, entendiendo que en Uruguay no hay una organización que tenga probados casos de éxito. Lo que buscamos es que la misma venga y desde acá pueda acelerar emprendimientos uruguayos o de la región que quieran venir a instalarse. La idea es convertir a algunos de los emprendimientos que sean más valorados por la aceleradora a través de una coinversión junto con ella o con el fondo que traiga.


-El programa presenta el propósito de fomentar proyectos de ciencia, tecnología e innovación vinculados a tres áreas, una de ellas son las energías renovables. ¿Por qué su elección? ¿Cómo evalúa su actual desarrollo en el país?

-El Ministerio ha hecho un fuerte trabajo en la transición energética. Uruguay está muy bien posicionado por todos los proyectos que viene generando vinculados a la exportación de hidrógeno verde, por el trabajo relacionado al fomento de la movilidad eléctrica y por lo que se hace en economía circular. Son áreas en donde es importante generar o apoyar emprendimientos innovadores, se trata de un tema en el que se van a precisar soluciones.

-Otra de las áreas elegidas es la biotecnología. ¿Cuál es su situación?

-En la pandemia quedó en evidencia que se cuenta con una red de investigadores muy preparados para la generación de conocimiento. Hay que fomentar la generación de emprendimientos, tenemos que tratar de que se plasmen esas investigaciones en productos o soluciones que puedan ser comercializables o instalables.

-¿Y de qué se trata el foco en las tecnologías profundas?

-Tiene que ver con los temas de inteligencia artificial, de robótica, de machine learning y de internet de las cosas. Son elementos que, entre otros, se encuentran en las tecnologías que están por detrás de todo lo que manejamos. Es hacia donde va el mundo y por eso generar emprendimientos en esa área es de valor para la economía del conocimiento.

-Para lograr el objetivo de fomentar el desarrollo de estas áreas, además del mencionado llamado a una aceleradora, ¿qué otras herramientas del programa se encuentran próximas a salir?

-Lo otro que vamos a hacer en los próximos meses es un llamado para un company builder, al cual vamos a enfocar en la biotecnología, entendiendo que en ese campo estamos en un estadio un poco anterior a lo que son las empresas tecnológicas. Esta herramienta va a poner al lado del investigador un emprendedor, para así ayudarlo a transformar su idea en un emprendimiento biotecnológico. Aunque no se trata solo de dotarlo de mentores, sino también de apoyo financiero, apoyo de la estructuración financiera, apoyo legal y otros elementos que le ayuden a organizar su modelo de negocios para poder salir a venderlo. Ese llamado va a salir posiblemente antes de fin de año.

-¿Cuáles son las otras herramientas con las que se cuenta?

-También vamos a hacer programas de coinversión. Uruguay tiene poca presencia de fondos de capital de riesgo, que son la manera de financiamiento que tienen este tipo de emprendimientos. Los mismos escalan porque hay fondos de capital de riesgo que creen en ellos, teniendo en cuenta que en oportunidades multiplican su valor por ocho, por 10 o incluso por 20. Estos fondos no solamente aportan dinero, sino que aportan un mentoreo al emprendimiento, ya que es al mismo al que le interesa mayormente que funcione para poder pasar a una siguiente etapa, esto es una forma de retroalimentar el ecosistema.

-¿En qué tipo de empresas va a ser aplicable este mecanismo de coinversión?

-Se va a usar en startups, teniendo en cuenta que cumplan la condición fundamental de ser empresas uruguayas, de fundadores uruguayos o que tengan su mayor cantidad de empresas desde Uruguay. También pueden ser empresas de la región que tengan la intención de instalarse en Uruguay con un plan de expansión claro.

-¿Considera que el país tiene las condiciones para atraer este tipo de fondos? ¿Cuáles son los desafíos?

-Los capitales van detrás de los fundadores, porque los emprendimientos que seleccionan al principio no necesariamente son empresas que están consolidadas. Evalúan el equipo fundador y la capacidad que tiene de generar empresas exitosas. En ese caso, Uruguay tiene instalados muchos fundadores de empresas, estos confían en las cualidades del país en cuanto a, por ejemplo, seguridad jurídica o calidad de vida.

-De forma transversal, para hacer efectiva esta iniciativa es necesario contar con cierto tipo de capital humano. ¿Qué evaluación hace del momento del país en ese campo?

-Cuando se hace esa pregunta, siempre la respuesta es que Uruguay precisa más, a veces se habla de 3.500 puestos de trabajo con vacantes. Ese número me parece que está un poco desactualizado porque muchas empresas tecnológicas han hecho procesos de desaceleración a nivel mundial y eso algún impacto seguramente ha tenido en Uruguay. Seguramente haya un déficit, pero no sé si es de esa cantidad. De todas maneras, se necesita generar especialistas, las carreras de ingeniería necesitan nuevos estudiantes; también se necesitan más mujeres, ya que hay una diferencia en cantidad con los hombres en estas profesiones.

-Es importante cómo el ecosistema en su conjunto se presenta al mundo. Para eso, ¿hay un relacionamiento, por ejemplo, con la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI)?

-Nosotros desde el programa hicimos dos misiones con ellos, fuimos el año pasado a Miami y a Nueva York, y este año a Israel; tenemos un vínculo muy estrecho. En este último viaje estaba el presidente Antel, un representante del LATU, el presidente del Plan Ceibal, el ministro de Industria, Marcela Bensión, el mismo programa UIH, Uruguay XXI y la CUTI. Eso a veces lo damos por obvio, pero tener una representación interinstitucional es algo muy valorado en el mundo.


Uruguay a los ojos de los grandes del mundo


-Se instaló el laboratorio de Microsoft. ¿Está en carpeta la llegada de algún otro gigante tecnológico? ¿Qué tan importante es que vengan compañías de este porte?

-En lo que refiere a este tipo de iniciativas, se está conversando con muchas empresas. Recientemente el Ministerio firmó un acuerdo con Qualcomm, que es un gigante. Este tipo de conversaciones se van dando sobre la marcha. A veces los procesos arrancan con capacitaciones que luego derivan en academias y por último pasan a una presencia más física. Lo que por el momento puedo decir es que muchas de las grandes empresas tecnológicas del mundo muestran interés por tener iniciativas en Uruguay.